Ejercicio físico

Ejercicio (físico) es una actividad realizada a propósito que estimula el cuerpo de forma que provoca una adaptación positiva de los niveles de salud y condición física.

Cualquier actividad física no puede ser considerada ejercicio físico, puesto que algunas de estas actividades pueden ocasionar un perjuicio para la salud. Así, correr o practicar jogging no pueden considerarse ejercicio físico. Esto puede molestar a muchos, especialmente aquellos que corren, pero la cruda realidad para aquellos que deciden correr como forma de ejercicio es que están corriendo un grave riesgo. Estudios científicos han documentado que cada año un 60 por ciento de los corredores se lesionan, con una media de una lesión por cada cien horas de práctica.

El daño causado por correr se manifestará a menudo tras un periodo de 15 ó 20 años de práctica de dicha actividad, así, cuando un corredor que haya empezado su práctica digamos con 20 años, cuando alcance la edad de 40 ó 50 años no podrá subir un largo tramo de escaleras sin dolor de rodillas; o experimentará dificultades para levantar sus brazos por encima de la cabeza a causa de los osteofitos (espolón oseo) que se habrán formado en la articulación del hombro; o no podrán girar o tumbarse adecuadamente por el dolor crónico de lumbago.

Traducido casi literalmente del libro Body by Science.

El libro también alerta de otro deporte, el tenis, causante de numerosas lesiones crónicas. No deja de ser llamativo que el ejercicio físico con más seguidores entre los aficionados, es al mismo tiempo, el peor.

Crisis alternativas

En los años que nos está tocando vivir en España, los dramas humanos son el plato habitual de los telediarios: familias expulsadas de sus casas, embargadas, sin ingresos. Gente viviendo de la beneficencia, de los abuelos, subsistiendo sin electricidad o agua corriente. Estudiantes que no pueden terminar la carrera, por no tener dinero para pagar la matrícula. O estudiantes que carecen de todo futuro, que han vivido en el paro todos los años posteriores a su licenciatura y ahora, cuando todo remonte, serán arrasados por las nuevas promociones. Todos estos dramas son terribles, pues en muchos casos suponen la muerte financiera, moral o emocional de los implicados.

Eclipsados entre tanta miseria, hay sin embargo otros problemas, menores, pero quizás más interesantes. El drama de los que no viven una situación tan terrible y, que por lo tanto, no tienen siquiera derecho moral a quejarse.

En los años de bonanza, la superficialidad llevaba a muchos a ir abandonando trabajos “para tener más tiempo para uno mismo”. Pasar a trabajar media jornada, que la mujer extendiera la baja de maternidad y luego decidiera que no le gustaba trabajar. Un año sabático viajando por aquí y por allí. Muchos planes que suenan estupendamente pero que están empapados en irresponsabilidad. Muchos se encontraron atrapados en ellos: tras el año de viaje, no te dejaron volver, quedando en un ambiguo estatus de excedencia. La mujer que se quedó de ama de casa ya es casi irrecuperable para el mercado laboral. La media jornada se transforma en un despido sin apenas indemnización o subsidio de desempleo.

Ahora sin embargo, las cuatro hormigas – o cigarras con suerte, que muchas hormigas también se han visto arrasadas y desahuciadas – se encuentran con que no hay forma de rechazar el trabajo. Parejas que han hecho las cosas bien, asegurando su futuro financiero, sienten que no pueden extender esa baja maternal, porque los tiempos actuales no aceptan rechazar un trabajo. Alguno llevaría media vida ahorrando para ese año sabático y ahora se dan cuenta de que eso nunca ocurrirá, sintiendo que su vida y sacrificios, han sido para nada.

Algunas personas se ven abocadas a trabajar más de lo que necesitan o desearían, porque ahora no se puede decir no a un empleo. No estoy hablando el caso de alguien que se tenga que buscar la vida, sino alguien al que le vaya bien y le lleguen ofertas de trabajos extra. Habrá albañiles que terminarán su jornada el viernes y seguirán todo el fin de semana haciendo chapuzas a domicilio, porque no se puede decir que no. Una persona así se enfrenta a situaciones mentales muy complejas; de un lado no necesita ese trabajo, por otro, nadie tiene estabilidad para garantizar que una renuncia voluntaria a uno no venga seguida de un inesperado despido en el otro puesto. Sí, es cierto que trabajar más para cobrar menos es muy jodido. Pero tal vez sea peor cuando te encuentras en una situación sin culpables, sin sueños y sin opción a quejarte.

Hay quienes se encuentran en situaciones delirantes: el exceso de trabajo en jornadas laborales interminables provoca por fuerza el empobrecimiento de la vida social y familiar. Más de uno se habrá encontrado con un kafkiano divorcio “porque no pasaba apenas tiempo con los hijos”, debido a que la mujer se miraba en el espejo de sus dos mejores amigas, cuyos esposos estaban desempleados.

El que trabaja de sol a sol no tiene tiempo para ver series, para tomar el sol en la playa, para hacer deporte, para ver “La Voz”. Se puede encontrar con que es “poco interesante”, “una persona aburrida”, “descuidado”. Tener mucho trabajo, o aunque sea alguno, en la época de crisis puede afectar a las relaciones sociales de esas personas.

En resumen, mal de muchos, consuelo de tontos. Pero cuando un tiene un mal que no comparte con casi nadie, o que incluso muchos no son capaces de percibir, se puede vivir una situación muy complicada, y la mente humana está más preparada para luchar contra problemas graves pero sencillos, que ante complejas situaciones que apenas si tienen trascendencia.

Homofobia

Una aversión del lenguaje es el uso que se hace de la palabra “homófobo” (parecido ocurre con “racista” o “xenófobo”), tratando de establecer una dualidad: eres homófobo si no aceptas, mentalmente o en tu comportamiento, la igualdad absoluta entre personas que tienen una determinada tendencia sexual.

El diccionario no es tan radical, o más bien exige que para ser homófobo uno debe tener una postura radical, definiendo homofobia como:

Aversión obsesiva hacia las personas homosexuales.

Con ese significado, uno puede odiar a todos los homosexuales y casi no ser homófobo, basta con que ese odio apenas ocupe un espacio de tiempo en la mente de esa persona.

No me gusta ni un extremo ni el otro en las definiciones. Pero creo que en los medios se abusa del término con el significado de aceptar la igualdad absoluta, tratando de hacer sentir mal a los que han cometido el error de tener un comportamiento homófobo.

En derechos y deberes, la igualdad es innegociable, de ahí que las bodas de homosexuales sean incuestionables – los homosexuales tienen derecho a cometer los mismos errores que los demás. Pero en mi opinión, es perfectamente aceptable y sano que haya personas que no acepten esa igualdad en su interior, sin causar mal a nadie por ello. Resulta que todas las tendencias sexuales son válidas, pero las opiniones o sentimientos no pueden serlo.

Todos tenemos sentimientos y opiniones totalmente equivocados, no hay más que ver los patéticos patinazos que se cometen en nombre del amor. Peor persona es quien se enamora de quién está claro que es una mala persona, que aquel que no abraza la absoluta igualdad entre condiciones sexuales. Porque ese rechazo se suele vender siempre como una muestra de odio, cuando en muchas ocasiones – quizás no la mayoría – es algo instintivo y sin ningún tipo de maldad, no es más que una conclusión a la educación que uno ha recibido toda su vida.

Siempre he pensado que en la homofobia se pueden establecer niveles y siempre se llegaría a un punto en que uno se baja del burro y no es totalmente igualitario. Posibles niveles, sin pensarlo mucho:
1) Desear que no exista persona homosexual alguna y en caso de que las haya, desear su muerte, incluso a ser posible causarla uno mismo.
2) Desear que no existan, sin mancharse las manos.
3) Desear que no existan, pero que no mueran los que ya hay, pero mostrar ese rechazo siempre que se pueda, incluso de forma activa.
3) Desear que no existan, pero no hacer nada al respecto.
4) Pensar que son peores personas, desear que se les trate peor y tratarlos peor.
5) Pensar que son peores personas, desear que se les trate peor, pero no hacer nada malo al respecto.
6) Pensar que son peores personas, pero no desearles mal.
7) Pensar que son iguales para casi todo, pero que una persona (jefe, vecino, amigo), mejor si es heterosexual. Mostrar esta opinión en público.
8) Pensar que son iguales para casi todo, pero no atreverse a reconocer en público que mejor si es heterosexual. Mentalmente preferirías un vecino heterosexual, pero nunca lo dirás tal cual a otros.
9) Pensar que son iguales en todo, pero preferir que tus hijos nazcan heterosexuales.
10) Pensar que son iguales en todo, no tener ningún tipo de preferencia sobre tus hijos.

El punto 10) demuestra una actitud guay – que no gay – que muchos se atreven a decir, pero que con un poco de honestidad uno debe darse cuenta de que tal vez tenga alguna preferencia.

Gracias al Couchsurfing uno se enfrenta ante ese tipo de debates. Si tuvieras que alojar a una persona de la que a priori no conoces casi nada, ¿Qué preferirías?

a) Que sea un chico homosexual.
b) Que sea un chico heterosexual.
c) Que sea una chica lesbiana.
d) Que sea una chica heterosexual.

Es increíble la cantidad de gente que responde “cualquiera por igual” pero luego se atreve a decir “pero yo nunca alojaría a nadie desconocido”. Ese ejercicio mental demuestra que no somos honestos con nosotros mismos, en gran parte porque la sociedad nos bombardea con mensajes del tipo “tienes que evitar ser homófobo”. Para mi, es peor una persona que no es honesta consigo misma, antes que alguien que no es capaz de aceptar plenamente a un subconjunto de los demás.

Del mismo modo, uno puede pensar en elegir alojar:

a) Una persona de raza negra.
b) Una persona de raza asiática.
c) Una persona de raza blanca.

O también:

a) Una persona de Estados Unidos.
b) Una persona de Rusia.
c) Una persona de Alemania.
d) Una persona de Turquía.

Todo el mundo suele fingir con eso del “me da igual”. Y digo fingir porque a mi sí que me da igual lo que cada uno opine de los demás, siempre que no tenga posturas extremas. Igual que respeto a los homosexuales, respeto a los homófobos moderados.

En mi opinión, una persona madura tiene que tener posicionamientos y preferencias, ser capaz de decidir entre A ó B, igual que en el menú de un restaurante. Porque cuando digo elegir una cosa, no significa que se rechace la otra.

Otro ejemplo chocante: imagina que vas a hacer un viaje en avión bastante largo. ¿A quién preferías de compañero de asiento?

a) Que sea un chico homosexual.
b) Que sea un chico heterosexual.
c) Que sea una chica lesbiana.
d) Que sea una chica heterosexual.

Ahora para mi, que soy un hombre, la peor opción de todas es el chico heterosexual.

¿Cómo te gustaría que fuera el taxista que recoge a tu novia borracha a las 4 de la mañana?

a) Que sea un chico homosexual.
b) Que sea un chico heterosexual.
c) Que sea una chica lesbiana.
d) Que sea una chica heterosexual.

Hay que ser muy deshonesto con uno mismo, o muy simple, para no tener preferencias.

Como este artículo no habla a favor de los homosexuales, ni es neutral, no queda otra que sea calificado de homófobo. Seguramente cause inexplicables molestias. Así que quiero tratar de buscar un motivo.

Recientemente nos hemos encontrado con dos noticias importantes sobre homofobia: por un lado Rusia, que aplicó unas nuevas leyes que no son igualitarias con los homosexuales, por otro, el presidente de una compañía de alimentación, dijo que no saldrían parejas homosexuales en los anuncios de su empresa.

En ambos casos se ha manipulado exageradamente la información. Las leyes aplicadas por Rusia son:

Prohibir la “propaganda homosexual”
Prohibir la adopción de niños rusos por homosexuales extranjeros

Pero en las noticias que se han dado al respecto, se ha malmetido, mezclando actos de grupos neonazis con la postura del gobierno. Es como si en España mezclamos información sobre la Ley Wert con estudiantes agredidos por los Latin King. Está relacionado en parte, pero una cosa no tiene que ver con la otra.

El caso del anuncio de Barilla se ha cogido totalmente por los pelos, exagerando hasta niveles delirantes. Se ha pedido un boicot, aún cuando lo único que dijo el presidente fue lo del anuncio, y aún se disculpó por ello. La misma gente que no mueve una ceja por la corrupción manifiesta de su gobierno, se lleva las manos a la cabeza y dedica valiosos minutos de su vida a tratar de hundir a Barilla.

Lo mejor de todo es que el foco de atención ha salido de Rusia en cuanto se ha podido, buscando un rival mucho menos culpable, pero también más débil. Porque todos sabemos que si vas a Rusia a protestar, las cosas pueden salir muy mal.

En resumen, no creo que haya dicho nada malo, ni tan siquiera polémico. Lo triste con la homofobia es que no se acepta ninguna opinión que no sea anti homófoba. Y digo yo que alguien tendrá que contar algo de la realidad. Personalmente soy muy tolerante con las personas homosexuales. Pero si tuviera un hijo, a priori preferiría que fuera heterosexual.

Creatividad y trabajo

Sé que es patético pegar un texto tal cual sin siquiera traducirlo. Por eso pido disculpas. Pero está en Quora, que no es enlazable sin estar registrado – o puede que no permanentemente – y me ha parecido de mucho interés, es una pena que se pierda pasado un tiempo. Coincido con lo que dice el autor al 100%. La creatividad no está en el trabajo que haces (ser músico vs ser fontanero) sino en cómo lo haces. Un músico que siempre toque las Cuatro Estaciones tiene menos creatividad que la señora de la limpieza del Metro.

Why is it difficult for creative people to find satisfying jobs?

Creativity is widely regarded as a valuable skill in the workplace. But in my observations, most self-described “creative” people (artists, designers, writers, musicians, actors, etc.) have trouble finding jobs that satisfy their creative needs and also pay a living wage.

It’s simple. Because people with ‘creativity’ or at least, who think themselves creative, have this idea subconsciously drilled into them from a young age that only a select number of professions are ‘creative’ – actors, writers, fashion designers, artists, musicians, writers, designers etc. This leads them to join the above-mentioned professions in droves. It also convinces people who join the ‘drone’ professions believe that they aren’t/don’t need to be creative.

I am no exception. I am one of these ‘self-described’ creative people. In the past I have been an artist, musician, graphic designer and even acted in a couple of plays. These days I write a lot, love playing the guitar, my design skills are rusty but I try to take some time out to sketch, and I despise acting and theatre now. There’s nothing wrong with having any of these skills or pursuing them passionately- however, this superficial conception that areas like these are the ‘only’ way to be creative is devastatingly misleading.

All professions benefit from creativity- but all of them are not equally ‘easy’ to be creative in. I’m working hard on improving my technical skills right now- and it’s going to take a lot of study and learning from others before I’m at a stage I can do something original on a regular basis.

(Now I’m going to get flamed and downvoted by people I don’t give a shit about- for what I say next- too bad: keep living in your little bubble)

Firstly- the professions people typically associate with creativity are saturated. Too many people trying to prove that they are the most creative individuals out there in the world. A lot of it is from hedonism, really.

They are the easiest way to be creative.

The barrier to entry is low- you don’t need much of an education to get into any of these fields. This makes people think that education and creativity are anti-thetical.

They are not analytical or mathematical. Once again, it leads to this ridiculous notion that scientific or mathematical skill is somehow detrimental to creativity- leading to such individuals to reject careers in say- Engineering, Science or Business.

Now, there’s a hint of truth to these stereotypes- a Scientist/Engineer/Manager works under a lot of constraints laid upon him by the laws of nature or economics. You can get by in some of the ‘normal’ professions by not doing anything creative at all.

People in the ‘superficially creative’ professions seem to have fewer barriers to work with, or this seems to be true. Not only this: people from these professions- actors, musicians etc, seem to get a lot more attention and lionization from society in general.

The creativity of people from other fields is ignored. The outcomes of their creativity can potentially have far, far greater reach and ramifications than even the greatest of the ‘artists’ and ‘musicians’- and the world needs more creative people making an impact in professions deemed ‘uncreative’ than they need artists. Beethoven was amazing, but if I were to measure his impact on the world it would be negligible compared to some unknown Indian pharma CEO pumping out cheap drugs for Africa. The latter’s ‘creativity’ was in exploiting a situation and setting up efficient supply chains.

The kind of creativity these professions demand is not easy (more flame material here). It requires a tremendous amount of knowledge and understanding of often extremely complex material before it can translate to creativity.

Look at your computer. Unless you have advanced degrees in electrical engineering and computer science: you have no freaking idea how it works.

Some guy built it though. Lots of guys- in fact. They visualized everything from the flow of electrons to the storage of information microscopically to the way in which you interact with the machine. That level of creativity: that is fucking incredible, and exceptionally rare.

Every time I hear Picasso or Monet or Jackson Pollock mentioned as some kind of paragon of creative thought process across all fields- I feel like socking someone in the jaw right there.

Every single component of your computer- from the rechargeable battery to the LCD display, signal modulation that lets you use wifi and communicate wirelessly, the millions of tiny transistors, the processing unit that computers and displays graphics- is a greater achievement of human creative spirit than anything Monet and Pollock did- and it’s about damn time that we start understanding that creativity is not about drawing or singing.

It’s a way of looking at things with a fresh perspective. Anything. Even business, or medicine or engineering which are seen to be for ‘geeks/nerds/preps’.
These professions can often become quite mechanical, yes, but that’s why they need creative thinkers who are willing to take on the challenge.

It’s easy to be creative if you’re an actor or musician. Anyone with a mediocre skillset can claim to be superficially ‘creative’ in this sense and be acknowledged as such by society. Art and music and writing give me a lot of peace of mind, and keep me mentally stimulated and receptive to new ideas. I have created some great art, I have composed songs that I am in love with.

But I would have to be a masturbatory fool to think that this was somehow ‘more creative’ than the people who created Quora, Google, Microsoft or Amazon- or any of the hundreds of startups trying to solve problems in ways that I could never have even thought of.

It’s hard to be creative if you’re an engineer or businessman or mathematician or a system builder of any sort- you have deadlines and constraints to meet. You won’t get any respect, your creativity will neither be understood nor appreciated by the general public. Your creativity needs to survive and then thrive even after 2 or 3 decades of social conditioning that tries to turn you into a drone- of having people trying to convince you that that what you’re doing is menial, mechanical, mediocre, generic, or just generally incomprehensible.

That is rare, and that is why it is valuable.