La ley Volkswagen

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Caballo encabritado.
La región alemana de Baja Sajonia es una de las más grandes del país y tiene una población de ocho millones de habitantes.
Conocida por su prestigiosa que no antigua Universidad de Gotinga, el escudo de la región muestra un caballo blanco sobre fondo rojo.
El caballo levanta sus patas lo suficiente como para estar encabritado, pero no llega a ser un caballo espantado (como el de esta imagen).
En heráldica, el caballo con las piernas levantadas es un símbolo de:

La guerra, de la prontitud, ligereza, imperio, mando.

El símbolo del caballo es común en numerosos emblemas de Alemania. También hay un caballo en los escudos de Renania del Norte-Westfalia o la ciudad de Stuttgart (mucho más al sur de estas dos regiones).
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El escudo de Porsche.
Ferdinand Porsche (1875-1951) fue una de las figuras clave en la industria del automóvil a comienzos del siglo XX. Dejó su impronta en las compañías Daimler y Mercedes, ocupando cargos de relevancia. También fue un buen piloto de carreras. Finalmente en 1931 fundó su propia compañía, Porsche.
Suyo sería el diseño del Volkswagen, el coche del pueblo para Hitler. Posteriormente conocido como el escarabajo, su éxito de ventas se vio postergado por la Segunda Guerra Mundial. El escarabajo, un automóvil de precio asequible para los alemanes había sido diseñado en 1938 pero no consiguió comenzar a comercializarse hasta la década de los cincuenta, en que tuvo un enorme éxito.
Tras la II Guerra Mundial Ferdinand Porsche fue acusado de usar mano de obra esclava en sus fábricas (que pasaron de fabricar automóviles a armamento militar) y estuvo arrestado durante dos años. En ese periodo de detención trabajó para Renault, preparando diseños de coches.
Una vez liberado, volvió a Alemania y tomó de nuevo el control de su compañía de automóviles que sería desde entonces una de las más exitosas del mundo, símbolo inequívoco de calidad máxima y lujo exclusivo.
El origen del escudo de Porsche tiene toda una leyenda, que posiblemente no sea del todo cierta. Tomada de la siguiente página, dice:

Max Hoffman, el importador durante los 50,60 y 70 de Mercedes para EEUU era un tipo incansable, siempre en busca de llevar lo mejor de Europa a EEUU.[…]
Resulta que en uno de sus muchos viajes a Europa en busca de cosas nuevas se topa con un 356A en una carretera alemana. Hace parar al tipo del 356 como puede (el alemán flipa), le da un buen vistazo, le convence para dar una vuelta juntos y a Hoffman le encanta el coche. Se apunta en su agenda el fabricante y modelo, sede social y demás y se vuelve a los Estados Unidos.
Desde allí investiga hasta acabar dando con Ferdinand Porsche. Le invita a Nueva York para hablar de esos “coches pequeñitos de aspecto simpático con el motor atrás”, donde Hoffman tenía su oficina.
Ferdinand llega y se reunen para hablar y llegan a un acuerdo.
Durante la comida, Hoffman le platea a Porsche la necesidad de un logotipo, un emblema, algo que se reconozca a la legua, porque hasta entonces los Porsche solo llevaban como identificación las letras P-O-R-S-C-H-E” en morro y culo, en color dorado, y en EEUU la marca, el sello de la casa, era algo fundamental de cara al marketing de la nueva marca a importar.
Así que Ferdinand le dice “If all you need is a badge, we can give you one too” -si todo lo que necesitas es un emblema, también te lo podemos proporcionar”. Asi que, Porsche saca un boli, coge una servilleta de papel como las de los Foster´s Hollywood (esas grandes y gruesas) y se pone a dibujar… dos minutos después tenían el escudo de Baden Württenberg con el escudo de armas de Stuttgart en el centro, con el apellido de la familia presidiendo el escudo y el nombre de la ciudad sobre el caballo.
Ferdinand volvió con esa servilleta en el bolsillo a Alemania, y se la enseñó a a su proveedor de metal para que lo reprodujera. Esa servilleta está hoy día en el Museo Porsche.

Volkswagen. Interés común de Baja Sajonia y Porsche.
A pesar de quedar separadas, las compañías de Porsche y Volkswagen siempre han estado económicamente muy unidas. Cierto es que Porsche tiene sus líneas de automóviles de lujo, pero también es un activo fabricante de piezas para los automóviles, siendo Volkswagen su principal cliente.
Volkswagen es el tercer fabricante de coches del mundo, detrás de General Motors y Toyota. Así que proveerle de repuestos es un negocio muy lucrativo y una de las partes fundamentales de los ingresos que obtiene Porsche.
Por otro lado, Volkswagen tiene su sede en el estado de Baja Sajonia, además de varias fábricas repartidas por esta región alemana. Es sin lugar a dudas la principal compañía de Baja Sajonia y también resulta fundamental para la economía del área. Decenas de miles de empleos, directos o indirectos, se deben a la presencia de Volkswagen en la región.
Así, cada uno por sus razones, tanto Porsche como el gobierno de Baja Sajonia están muy interesados en mantener la situación de Volkswagen: como cliente y como empleador. Y ante la inevitable amenaza de compra por parte de grupos extranjeros – como le ocurriera a Opel – el gobierno regional posee un porcentaje significativo de acciones de Volkswagen: el 20,1%
Del mismo modo, atemorizada de que una oferta extranjera pudiera apoderarse de Volkswagen, Porsche se ha visto obligado a hacerse con un porcentaje notable de acciones, tratando de dificultar una OPA (oferta de compra).
La ley Volkswagen
A pesar de tener un porcentaje muy pequeño (20,1%), el gobierno de Baja Sajonia ha sabido aprovecharlo políticamente más allá de lo que la justicia debiera permitir. Sus acciones dentro del consejo de Volkswagen tienen un valor especial: pueden bloquear cualquier iniciativa propuesta por el consejo.
Y es que siendo apenas una quinta parte del total, el gobierno alemán promulgó una ley pensada para esta situación particular y que ha pasado a ser conocida como la Ley Volkswagen. Según dicha ley, que se promulgó en 1960, nadie puede comprar más de un 20% de los derechos de voto sobre el consejo de Volkswagen. Y el gobierno central alemán y el regional tienen derecho a asientos en el consejo supervisor de la compañía, sin importar cuántas acciones tengan del total.
Obviamente esta ley infringe numerosos principios del Libre Mercado y la Unión Europea constantemente se ve obligada a torpedearla, pero sin pasarse de la raya puesto que está Alemania de por medio. Al final la ley Volkswagen sigue ahí y aunque se cambien superficialmente los términos el mensaje es claro:
Baja Sajonia no quiere compradores extranjeros para Volkswagen.
Porsche compra Volkswagen
Porsche no puede permitirse vivir sin su principal cliente, Volkswagen. No puede depender de una ley que es ilegal y que además pone las decisiones en mano de políticos, con su tendencia a la volubilidad y a aceptar presiones a cambio de recompensas. Así que no le queda más remedio que tomar sus propias medidas. En este sentido su postura ha sido muy sencilla: comprar acciones de Volkswagen, tantas como han podido.
El porcentaje de acciones en propiedad de Porsche ha ido creciendo a lo largo del tiempo. A finales del 2005 era de un 18.65%. En marzo de 2007 llegó al 30.9%. En ese momento, de acuerdo a la ley alemana (que es muy similar a la española en este punto) se veía obligada por ley a comprar toda la compañía.
Porsche comunicó en una rueda de prensa que no tenía intención de hacerse con Volkswagen, que simplemente lo hacía para protegerse ante una compra desde el exterior. Esto, unido al veto y porcentaje de control de Baja Sajonia, mantenía las acciones de Volkswagen en una status quo permanente. Nadie podría comprar toda la compañía salvo Porsche, pero tampoco Porsche podría hacerlo.
Como indicábamos antes, los caballos encabritados de Porsche y de Baja Sajonia simbolizaban control y lucha. Como en este caso, ambos trataban de hacerse con el control de Volkswagen, pero de forma amigable, sin llegar a ser caballos espantados.
La Unión Europea seguía amenazando a Alemania con que la ley Volkswagen era ilegal. Un cambio en la legislación provocaría la necesidad de Porsche de hacerse con el total de la compañía. Pero las cosas de palacio van despacio. Así que Porsche siguió comprando, otro 4,89% en septiembre de 2008.
Accionistas de Volkswagen
Volkswagen es una compañía de enorme tamaño: 330.000 empleados. 3.700 millones de euros en beneficios anuales. Es la mayor fabricante de automóviles de Europa, la tercera del mundo. Y cotiza en la bolsa de Alemania.
Como ocurre en España o Estados Unidos, existe un índice de referencia sobre las principales acciones de un país. En España es el IBEX, en Alemania el DAX.
El IBEX no es más que un grupo de empresas cotizadas de referencia, un club selecto con las principales empresas que cotizan en bolsa. Numerosos particulares o fondos de inversión, tratando de diversificar su riesgo, reparten su compras de acciones de forma equilibrada entre numerosas compañías solventes.
Así si las constructoras pierden mucho dinero en bolsa, recuperan parte de la inversión de las eléctricas. Y si se venden pocos coches compensan su inversión con farmaceúticas. Es una forma muy equilibrada de invertir y una de las más comunes que existen.
Por eso muchos fondos compran constantemente acciones de estos índices. Y no lo hacen de cualquier manera, sino que ponderan al índice. Si Telefónica y Telepizza compartieran el IBEX 35 (una vez lo hicieron) y la primera fuera 1.000 veces más grande que la segunda, el fondo comprará mil veces más acciones de Telefónica que de Telepizza. Y si las pizzas venden mal y la empresa cae hasta ser 2.000 veces menos valiosa que Telefónica, los gestores del fondo venderán acciones de Telepizza, para equilibrar su paquete de acciones y dejarlo indexado a la evolución del IBEX.
Por lo tanto, dado su tamaño, tras Porsche y Baja Sajonia, los principales accionistas de Volkswagen eran los poseedores de fondos indexados al DAX alemán. Cualquiera que tuviera un fondo del DAX, tenía un montón de acciones de Volkswagen.
Octubre en Volkswagen
Hasta aquí todo es bastante sencillo. Pero ahora todo se complica tanto que no creo que haya nadie que sepa exactamente lo que ha ocurrido. Tenemos la cotización de Volkswagen muy alta, por las incesantes compras de Porsche. Porsche posee un 36% del total de las acciones y Baja Sajonia el 20,1%.
La cotización ha ido subiendo paulatinamente desde 50 euros por acción hasta unos 200 euros, en el mismo tiempo en que General Motors caía de 40 euros a 10 euros por acción. Era una subida del todo irracional. Simplemente sustentada en que una empresa (Porsche) estaba comprando todo el tiempo acciones de Volkswagen.
Pero claro está, el precio llegaba a un punto tan elevado que a la propia Porsche le resultaba imposible seguir comprando. Lo que pagó por acciones de Volkswagen en octubre de 2007 sólo daba para comprar una quinta parte de las mismas acciones. Y además, aumentaría más el precio. A pesar de haber llegado a un porcentaje altísimo, acabar comprando el total era casi imposible.
Y bueno, en pleno octubre de 2008, ante la inevitable caída de la economía mundial, los especuladores profesionales empezaron a trabajar de forma inversa: ya todos apostaban por caídas de precios. Una forma de ganar dinero poco gratificante, pero perfectamente posible.
En bolsa uno puede apostar “a favor” comprando acciones de una compañía. Si creo que Terra será una empresa puntera con mucho crecimiento, haría bien en comprar acciones suyas.
Pero gracias a las acciones prestadas uno puede apostar “en contra”. No es algo tan sencillo y por lo tanto no puedes ir a la oficina de tu caja de ahorros y hacerlo, pero la apuesta en contra sobre acciones existe desde hace décadas y es habitual por parte de inversores de todo tipo. Simplemente si esperas que una empresa baje en bolsa, pides prestadas unas acciones suyas, las vendes en el mercado y cuando llega el periodo de devolución las vuelves a comprar: como la acción ha bajado, las vendiste a más precio del que las compras ahora, con lo que ganas dinero (tanto como caiga la empresa).
Para entender esto un sencillo ejemplo: imagina que vives en Madrid y te has comprado un lujoso abrigo de pieles (sintéticas, se sobreentiende). Disfrutas con él durante todo el invierno pero luego lo tienes muerto de asco en el armario. Tu abrigo son acciones de Volkswagen.
Pero llega una amiga tuya y te dice en pleno Mayo que por favor se lo dejes. Tú piensas, joder, a esta le patina el cerebro. Pero es que tu amiga te ofrece incluso 10 euros a cambio de que se lo prestes, así que lo haces sin dudarlo. Tu amiga ha tomado acciones prestadas de Volkswagen.
Tu amiga se va de viaje a Argentina, donde está acercándose el invierno. Sí, se ha llevado tu abrigo de pieles y se lo vende a otra amiga que ella tiene en Buenos Aires. Le ha venido estupendamente porque es muy moderno. Tu amiga ahora está en una posición corta (short) de abrigos. Tiene un abrigo menos de los que debería.
Tú desde luego no sabes nada de todo esto. Crees que en unos días, antes del invierno español a más tardar, recuperarás tu abrigo. No sabes que ya está en manos de otra persona.
Esa amiga viajera espera comprar el mismo abrigo al final del invierno de Argentina en una tienda de allí. Espera encontrarlo más barato que al precio al que ella lo vendió, traérselo de vuelta para devolverlo y todos felices.
Ella ha apostado a que los abrigos estarán más baratos a final del invierno que al principio, y que habrá tal diferencia de precio que a ella le compensará pagarte diez euros a ti y todas las molestias del negocio. Cuando recompre el abrigo, recuperará su posición inicial y se cerrará el círculo.
Lo que ha necesitado de seis meses y un abrigo de pieles para producir un beneficio ocurre en términos instantáneos con las acciones de una empresa. Si crees que va a bajar, pides acciones prestadas, las vendes y luego esperas comprarlas más baratas. Lo único seguro es una cosa: después tienes que recomprarlas para poder devolverlas.
Volviendo a Volkswagen, dada la peculiar situación de la compañía, algunos fondos de inversión habían encontrado ingeniosas formas de ganar dinero casi seguro. Estaba claro que tarde o temprano Volkswagen caería en bolsa. Una posible estrategia consistía en comprar acciones de Porsche y pedir prestadas acciones de Volkswagen (que se vendían) .De esta forma, si Porsche bajaba de valor también lo harían sus acciones de Volkswagen con lo que podrían comprarlas más baratas. Del mismo modo una subida en la cotización de Porsche haría que nuestra parte proporcional del su posesión sobre Volkswagen subiera.
En realidad muchos de estos productos financieros se idearon para este tipo de situaciones en que uno no trata de ganar sino de no perder. Puedes asegurarte una no pérdida, que es el primer paso hacia una ganancia. Por ejemplo comprando acciones de una petrolera y de una empresa de energías renovables. Cuando a una le vaya mal será casi seguro porque a la otra le va bien.
En fin, que muchos veían la exhuberante cotización de Volkswagen como un valor seguro. Y eso en octubre de 2008, en que todas las bolsas caían en picado, era mucho más de lo que se podía esperar. Se había convertido en un chollo: sólo podía bajar y pidiendo acciones prestadas, uno podía ganar dinero fácil.
Short Squeeze
Llega un domingo, día en que no hay cotización de la Bolsa de Alemania, y en una rueda de prensa, Porsche anuncia que tiene intención de hacerse con el 75% de las acciones de Volkswagen.
Se sabía que la posición de Porsche en Volkswagen era muy alta pero nadie sabía a ciencia cierta el porcentaje de acciones que ya poseían. Estos son los problemas de hacer leyes especiales para una única compañía: Porsche podía actuar con una libertad que no se le hubiera permitido en ninguna otra empresa cotizada.
Porsche poseía un 42.6% de las acciones totales (20,1% en perpetua posesión de Baja Sajonia) pero también había conseguido mediante fondos de inversión controlados, de forma indirecta, ¡Un 31.5% más!
De repente las cuentas no salían: El 94,2% de las acciones estaban en manos de Porsche o el Gobierno. Había una verdadera escasez de acciones de Volkswagen.
Los especuladores que habían vendido acciones eran víctimas de lo que se denomina un short squeeze. Se produce un agotamiento de la oferta de acciones y los que esperan recomprar, no pueden.
Ese lunes los operadores de muchas agencias de inversión estaban en sus oficinas muy puntuales. Les esperaba un lunes horrible: tenían un enorme volumen de acciones de Volkswagen que habían tomado prestadas y tarde o temprano tendrían que recomprar. El problema era que no había dónde comprar, porque Porsche se las había quedado casi todas.
Había un total de un 12% de las acciones de Volkswagen prestadas, en tierra de nadie. Y entre todos se las tenían que apañar para recomprar acciones de una empresa en la que sólo había interés comprador y apenas un 6% fuera de las manos de Porsche y Baja Sajonia.
Esto provocó la subida irracional de la cotización de Volkswagen, de 250 euros por acción (que ya eran una barbaridad) se acabaría llegando a los 500 euros por acción en unas pocas horas.
Para colmo de males, aparecieron los fondos de inversión indexados, antes citados. Estos fondos operaban en proporción a las acciones del DAX alemán. Si de repente Volkswagen era un 100% más valioso que ayer, ellos tenían que aumentar sus acciones de Volkswagen en proporción.
Éramos pocos y parió la abuela. Junto con los desesperados compradores de acciones anteriormente prestadas, apareció en la demanda una nueva hornada de compradores. Por supuesto los vendedores no hacían sino desaparecer. La acción podía irse tan arriba como se quisiera.
En una escalada histórica, llegó a superar los 1.000 euros por acción. Volkswagen fue durante unas horas la empresa más valiosa del mundo.
Los gestores de fondos perdieron fortunas (imagina vender algunos cientos de miles de acciones a 250 euros y acabar comprándolas a 1.000 euros) lo que llevó al suicidio al millonario Adolf Merckle, quien presumiblemente perdió unos 500 millones de euros en la operación.
Estas sequías de acciones (short squeeze) son poco frecuentes. Las legislaciones de los países suelen tener leyes que evitan que puedan darse. Uno de los problemas de la globalización es ese: olvidar que las leyes no son las mismas en todos los países. Especialmente cuando hay una ley Volkswagen alemana.
Arrinconando al Commodore.
Uno de los casos más llamativos de short squeeze lo protagonizó Cornelius Vanderbilt, el empresario de ferrocarriles americano en el siglo XIX. Su historia bien pudiera figurar en las fábulas moralizantes para niños pequeños.
Cornelius Vanderbilt, conocido como el Commodore (un rango militar parecido a capitán de barco), estaba invirtiendo considerables sumas en la compra de acciones de ferrocarriles en la región de Nueva York. Daniel Drew, un rival suyo, quiso jugarle una mala pasada.
Se puso de acuerdo con representantes del gobierno de Nueva York, y les propuso un trato: Tomarían prestadas acciones de los mismos ferrocarriles que estaba comprando Vanderbilt. Venderían esas acciones prestadas y a continuación el gobierno de Nueva York promulgaría una ley que perjudicaría notablemente los intereses de estos ferrocarriles.
De esta forma las acciones se hundirían y podrían obtener un gran beneficio, a la par que hacer mucho daño a su rival.
Eran tiempos en que se estaban inventando novedosas formas de especulación, a cual más rastrera. La mayoría son hoy en día ilegales, como esta miserable maniobra. Lo que no estaba en los planes de Daniel Drew eran los poderosos bolsillos del Commodore. Sin inmutarse, Vanderbilt fue comprando cada acción que salía al mercado, sin preguntar por el precio. Y cuando Drew y sus corruptos compañeros se preparaban para recomprar las acciones se encontraron con una desagradable sorpresa: Vanderbilt las había comprado absolutamente todas y si querían comprárselas a él el precio sería extraplanetario.
Al final Vanderbilt llegó a un acuerdo con el gobierno de Nueva York: les permitió comprar esas acciones a un precio que les aseguraba unas pérdidas moderadas, siempre y cuando se comprometieran a no promulgar leyes que le perjudicaran. Y dejó a Drew que asumiera sus propias pérdidas, de más de 500.000 dólares (que eran una fortuna).
Daniel Drew fue una de las primeras víctimas de la historia de una short squeeze, pero como muchas víctimas financieras, merecedor de todo lo que le ocurrió.
Haciendo cuentas.
Ya estamos terminando. Volvamos a Porsche. La situación en la bolsa alemana se tornó caótica. El índice DAX estaba desbocado y los fondos no sabían qué hacer para comprar acciones. La subida estaba ya fuera de lo deseable, incluso para los poseedores de acciones. Era imposible negociar sus títulos.
El gobierno tuvo que modificar la normativa mediante la cual una compañía cotizaba en el índice de referencia, evitando estas forzosas conversiones en función de la cotización. Esto permitió a los fondos no tener que seguir comprando acciones de Volkswagen.
Porsche llegó a un acuerdo con el que se comprometía a devolver un 5% de acciones al mercado. Esto sirvió para traer la cordura a la cotización, tras las compras forzosas de los perjudicados fondos especuladores.
Al final Porsche salió ganando con este baile en la cotización de Volkswagen entre 6.000 y 12.000 millones de euros. Ahora los millones se citan sin perspectiva posible. Pero para hacerse una idea, en un año en que todos los fabricantes de coches perdieron dinero, ellos ganaron.
Aún más, esta cantidad es tan alta que la estimación más baja equivale a todos los ingresos de Porsche durante el 2006, un muy buen año y antes de la crisis actual.
¿Sabía Porsche que esto ocurriría? Quizás nunca se sepa. Esta interesante historia sucedió a finales de octubre del 2008 y todos la han narrado como una anécdota más en el turbulento mundo de los mercados cotizados. Pero desde entonces no se ha aportado mucha nueva información.
Parece que Porsche no hizo nada ilegal, simplemente jugó a la perfección todas sus bazas y supo ganar dinero con las mismas armas con las que el resto del mundo ha perdido fortunas: aprovechando la opacidad de productos financieros, empleando intermediarios y fondos que operaban bajo sus intereses, pudieron quedarse con prácticamente el total de las acciones de Volkswagen. Luego sabían que los que tuvieran préstamos lo pasarían mal. Es difícil pensar que lo pasarían tan mal.
La situación de Porsche a final del 2008 ha sido perfecta: han conseguido hacerse con un enorme porcentaje de Volkswagen, sin pagar demasiado. Ha facilitado la eliminación de la dudosa ley Volkswagen. Han ganado prestigio. Y muchísimo dinero.
Fuentes:

Además de las ya citadas.

Comentarios abiertos

Sobre los comentarios en los blogs hay dos posturas que sencillamente no entiendo: dejar los links de los comentaristas con nofollow y cerrar los comentarios cuando un post hace tiempo que se publicó.
Estas son medidas de superestrella de los blogs o de vagazo de la gestión, cuando hoy en día hay mil herramientas más eficaces para eliminar el spam. Si se cuela un mensaje que venda viagra, pues ole por él, pero no puede ser que a la gente que comenta en los blogs se les ningunee de esa manera. Déjales que por lo menos pongan un link que sirva para algo.
Y sobre dejar los comentarios a post antiguos abiertos, pues salvo si escribes de la última versión de Firefox o el telediario de anoche, cualquiera puede tener una opinión interesante sobre lo que escribiste hace décadas. ¿Qué sentido tiene restringir el comentar a los que llegan tarde?
En uno de esos comentarios rezagados, una estrella de la red: Burbujona, uno de los primeros que escribió sobre la burbuja inmobiliaria, ha dejado hoy un extenso comentario que merece ser leído.

Dexter

De la serie Dexter había recibido tantas recomendaciones positivas, que cuesta creer que haya dejado pasar tanto tiempo hasta darle una oportunidad.
Tras haber visto la primera temporada completa, me siento triste por esa dejadez. Es la misma tristeza que siento por alguien que no ha leído, o al menos intentado leer, el Quijote.
Y no, Dexter no es una obra maestra de la altura del Quijote, pero es una pena que la gente deje pasar placeres tan grandes y a la vez tan asequibles.
Gracias a todos los que me la recomendásteis. Junto a esa tristeza, la enorme alegría de saber de que tengo aún dos temporadas enteras por delante, y que según me cuentan son mejores aún que la primera.
Leyendo en la Wikipedia, he visto que la serie está basada en un personaje de novela, Dexter Morgan, del escritor Jeff Lindsay.
La primera temporada de Dexter está basada en el primero de los cuatro libros sobre Dexter Morgan. Sin embargo, comparando las diferencias entre la novela y la serie, se ve que el final elegido por los guionistas es mucho mejor que el original.
Esto puede llegar a suceder, no sólo porque el lenguaje del cine es diferente del literario, sino porque los equipos de guionistas americanos son capaces de las mejores cosas. Son una enorme mente colaborativa pensante a la que sólo el afán de prolongar una serie hasta el infinito puede hacerles patinar.
Hasta qué punto fue despreciado el autor original del personaje como para que las siguientes temporadas no estén basadas en ninguna de las novelas escritas por él, sino que simplemente plantean unas historias totalmente originales, quizás con algún retazo de sus novelas pero para nada dispuestas a respetar al original.
Ojeando las opiniones en Amazon, parecen concordar en eso: la serie es mucho mejor que el libro.
El típico bisturí necesario para acortar una novela a la longitud de una película ya no es problema: se hace una serie que permite incluso desarrollar más los personajes. Y santas pascuas.

El robo de obras de arte

El robo de arte se cuenta según Interpol entre los delitos más lucrativos, junto con el narcotráfico y el tráfico de personas.

De los delitos contra obras de arte se sabe más bien poco, si acaso la manida frase que he citado más arriba. Por eso me decidí a leer un libro sobre el tema, y ahora voy a destrozarlo por completo, resumiendo todo lo que tiene de interesante para quitaros las pocas ganas de leerlo que pudierais tener.
Para vuestra tranquilidad no está traducido al español y probablemente nunca lo estará, por cuanto no ha sido un gran éxito de ventas: Stolen Masterpiece Tracker, escrito por Thomas McShane y Dary Matera.
Os recomiendo su lectura. Si no, seguid leyendo esto.

Sigue leyendo El robo de obras de arte

Miss Toronto

Hace algún tiempo escribí sobre el concurso de Miss Canadá. Fue un artículo interesante, además de ver muchas fotos de misses para la documentación estuve siguiendo la evolución del concurso. Pasó de ser marginal y dejar de celebrarse a ser uno de los que más expectación crean. Bastaba con ganar el concurso mundial.
Por eso cuando, coincidiendo con mi visita a Toronto, me encontré con la Miss Canadá del momento, no dejé pasar la oportunidad de hacerle una foto:
miss_canada_2008.jpg
Quise escribir sobre esta casualidad. Ya era raro que acabara escribiendo sobre el concurso como para que incluso pudiera coincidir con una de esas ganadoras, aunque vista en un desfile.
La rubia es Miss Canadá, la morena Miss Toronto. Luego claro, estuve buscando por Internet los nombres de las chicas. Y aunque no estaba seguro de si son las ganadoras de 2007 o 2008, a pesar de poder contrastar fácilmente quiénes pueden ser, las supuestas vencedoras no se les parecen.
Sin ánimo de entrar en teorías conspiradoras, lo que pretendo decir es que es absurdo que uno tenga una página personal y suba una foto de sus vacaciones pero luego necesite casi una hora en encontrar los nombres de las personas, dar un link a sus páginas personales y explicar sus carreras. La historia ya está contada, y precisamente lo menos importante es lo más complicado de hacer.
No estoy seguro de que fueran las misses, sólo os puedo asegurar que tenían una banda al hombro en que mostraban sus títulos y que estaban en un desfile por las calles de la ciudad. A menudo escribiendo entradas en el blog pasa eso: tienes la buena historia, te has preocupado de escribirlo dignamente y sólo te faltan un par de links que den solvencia a la historia, o pulir unos pocos detalles y ese trabajo a veces es enorme, más que el escribir la propia historia.
Ya escribí sobre esto parcialmente, en la historia titulada el hilo de plata, cuando hay historias que prácticamente se basan en una única fuente, lo que las hace tremendamente sospechosas. Y el encontrar una segunda fuente que la confirme puede ser una misión imposible.
Y es eso: esto no deja de ser una página que nadie tomará por fiable. Tengo la foto de la chica guapa y os puedo jurar que estuve allí. No hace falta más. No tengo que poner links, ni indicar fuentes y si me he equivocado no pasa nada.

Nuevos héroes

Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca, lugar donde había sido dejada por sus padres Cefeo y Casiopea para ser devorada por el monstruo marino Ceto por orden de un oráculo. Perseo se enamoró de ella y decidió liberarla, por lo que tras pedir su mano a Cefeo y Casiopea mató al monstruo con su espada o, según otras versiones, petrificando una parte del monstruo al mostrarle la cabeza de Medusa.

Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte a puñetazos. A continuación recogió el hilo y así pudo salir del laberinto e inmediatamente, acompañado por el resto de atenienses y por Ariadna, embarcó de vuelta a Atenas, tras hundir los barcos cretenses para impedir una posible persecución.

La definición de héroe, según el Diccionario, es:

héroe.
(Del lat. heros, -ōis, y este del gr. ἥρως).
1. m. Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes.
2. m. Hombre que lleva a cabo una acción heroica.
3. m. Personaje principal de un poema o relato en que se representa una acción, y especialmente del épico.
4. m. Personaje de carácter elevado en la epopeya.
5. m. En la mitología antigua, el nacido de un dios o una diosa y de una persona humana, por lo cual le reputaban más que hombre y menos que dios; como Hércules, Aquiles, Eneas, etc.

Desde luego, aquello de matar seres mitológicos está complicado en los tiempos que corren en que hasta los inofensivos linces corren riesgo de extinción. Pero se puede esperar que un héroe haya realizado alguna hazaña, al menos una.
Sin embargo los tiempos han cambiado mucho. Los héroes modernos los inventan los medios de comunicación. Deciden engrandecer o desacreditar las acciones de una persona, a veces un tanto arbitrariamente, creando los héroes y villanos de los tiempos modernos, que nada tienen que ver con estas definiciones del diccionario.
Un héroe moderno sería el pocero bueno, del que ya hemos hablado. Sin embargo uno de los mayores héroes de la actualidad en España, de forma menos justificada, es Jesús Neira.
Expliquemos esta historia para los lectores de América que seguramente no la conocerán: Una pareja se encuentra en la recepción de un hotel. La mujer habla por teléfono y el hombre la insta de muy malos modos a que deje de hablar por teléfono, hasta le intenta quitar el teléfono. Luego la saca tirando de ella del hotel, hacia la calle. Todo esto sucede ante muchos miembros del personal de hotel, sin que nadie diga nada. El hombre sale a la calle mientras la mujer retrocede, alejándose de él.
Justo en ese momento, recién salidos del hotel, se encuentran con Jesús Neira, quien venía con su hijo. De lo anterior, hay imágenes grabadas por la cámara de seguridad del hotel. Todo ocurre muy rápido, en segundos Neira tuvo que decirle algo al agresor y este responderle de tan mala manera que Jesús Neira entra en la recepción del hotel y a renglón seguido entra el violento agresor que de un empujón lo tira al suelo.
Jesús Neira se da un fuerte golpe en la cabeza mientras que el maltratador le da dos puñetazos, ya estando él en el suelo. Lo deja allí tirado y se marcha.
Poco después Jesús Neira acaba ingresado por las lesiones recibidas y su vida corre peligro durante varias semanas. Tendrá secuelas causadas por la larga hospitalización en cuidados intensivos.
Mientras él se debatía entre la vida y la muerte, los medios de comunicación lo convertían en un héroe. Su defensa de un caso claro de maltrato, violencia de género o violencia machista lo ponen en el punto de mira ante una de las cruzadas de la actualidad.
¿Por qué es Jesús Neira el héroe? En mi opinión, porque se han dado las siguientes circunstancias, por orden de importancia:

  • La agresión se grabó en video por las cámaras de seguridad del hotel. Y ese video, se filtró a las televisiones.
  • Jesús Neira era profesor universitario. Al estilo alemán, se le menciona en las noticias todo el tiempo como profesor Neira.
  • Todos se prestaron al circo: La agredida se puso de parte del agresor, que al fin y al cabo es su novio, y no tuvo reparos en responder (dinero mediante) todo lo que los periodistas quisieron preguntarle. La familia de Jesús Neira y él mismo se prestaron a defender a capa y espada la causa de la lucha contra el maltrato.

Como antes decía, los héroes los crean los medios de comunicación. Y lo hacen porque vende, porque es bonito hablar de gente que se ha comportado mejor de lo que se espera de ellas. No todo son guerras.
Para que los medios hablen, tienen que tener de qué hablar. En este caso todos han colaborado: la mujer maltratada, apoyando a su brutal novio y sacando tajada del suceso, ha representado el papel de villano. En el papel bueno, todos los demás. Hablando para los medios, con declaraciones pomposas. “Lo haría de nuevo”.
¿Qué haría de nuevo?
Si se observa el famoso video, el video que creó la leyenda de este nuevo héroe, todo sucede en pocos segundos. No llegarán a veinte segundos. El héroe tuvo que decir algo, apenas una frase, recibir respuesta del matón de barrio y responder de nuevo. Y fue entonces cuando se produce la agresión.
Todo ocurre tan rápido que si somos fríos, aunque parezca que en estos casos no se debe, podemos resumir la actuación de este heroico contemporáneo en decirle un par de cosas a un hijo de puta. Si le quitamos el circo posterior, no hizo más que eso.
Sucesos más valientes que éste ocurren a diario. Algunos saltan de la dialéctica a la lucha física aún sabiéndose potenciales perdedores. El héroe televisivo no: todo pasó demasiado rápido, no tuvo tiempo ni de enterarse de lo que estaba ocurriendo.
Y no, no repruebo la acción del profesor Neira. Me parece muy bien lo que hizo. Pero de ahí, a héroe, a estar en la misma categoría de la Wikipedia que Teseo o Perseo, hay un salto demasiado grande que no estoy dispuesto a aceptar.
Ante la violencia de género (o machista, como quieran llamarla) me pareció mucho mejor y más heroica la actuación que cuentan en esta noticia.
Los ingredientes son los mismos: un agresor sobre su pareja y un hombre que interviene. Esta vez interrumpe las patadas que éste le daba a su pareja, inmovilizándolo. Luego vienen en su ayuda unos amigos del matón y el defensor se torna en víctima.
Aquí el héroe, quizás demasiada palabra para el gesto pero indudablemente más acertada que en el otro caso, se enfrentó al violento tras mesurar la situación, pasando al ring a las bravas. Luego también fue vapuleado, aunque sin llevarse un golpe en la cabeza.
Lo mejor de todo es cómo se valora su actuación: para tratar de valorarla se la compara a la del profesor Neira: “podía haberme pasado lo que a él” o sea, ayudar sin ayudar, ir a ayudar y acabar necesitando ayuda.
El gesto noble era el ayudar a la mujer golpeada. Hacerlo sabiendo que va a haber una lucha física es un punto a favor. Recibir un golpe mal dado que casi te mata no es ningún punto a favor y no convierte el hecho en más noble, sólo en más desafortunado.
El personaje de este segundo suceso se convierte en anónimo (un simple José María, sin apellidos, noticia secundaria y de un sólo día) mientras que al otro incluso le dan un cargo de presidente en una de esas asociaciones que tienen mucho nombre y dudosa utilidad.
Si lo pensamos, es como si Ariadna hubiera tenido que entrar en el laberinto para recoger a Teseo, herido por el Minotauro. O si se premiara a una de las anónimas víctimas que se sacrificaban anualmente ante el monstruo.
El héroe tiene que vencer, aunque muera. Es la única regla para ser un héroe.

Discurso de investidura

Hoy no se habla de otra cosa sino de la toma del cargo de Barack Obama como presidente de EEUU. En el siempre excelente blog del archivo del periódico The Times, hacen un recuerdo de cómo fueron los nombramientos de algunos presidentes americanos.
Dos de los más significativos presidentes de Estados Unidos, dijeron frases que pasaron a la Historia en sus discursos de investidura. Los más destacados:

Franklin Delano Roosevelt
; El hombre que superó la Gran Depresión:

La única cosa de la que tenemos que tener miedo es del propio miedo.

Gran frase que sintetiza la esencia de la Gran Depresión.
Más memorable aún fue la que diera John Fitgerald Kennedy en su discurso inaugural, la que probablemente sea su más famosa cita:

Y por eso, ciudadanos de Norteamérica: no os preguntéis que puede hacer vuestro país por vosotros – preguntaros qué podéis hacer vosotros por vuestro país. Ciudadanos del Mundo, no os preguntéis que puede hacer América por vosotros, preguntaros qué podemos hacer juntos por la Libertad.

El discurso actual, no importa como sea, carece del simbolismo de los que se pronunciaban hace décadas. Hoy en día los discursos los preparan equipos especializados, son algo industrial, como las magdalenas. Más profesionales pero menos frescos.
Aunque no viene al caso, aprovecho para meter con calzador una frase que me ha gustado mucho. Se refiere a la investidura no de un presidente sino de un vicepresidente: Theodore Roosevelt.
Primo lejano del otro presidente Roosevelt, ambos acabarían siendo dos de los mejores presidentes del país. Theodore Roosevelt era un pirado en el sentido de que era la antítesis de lo que uno espera de un presidente.
De pequeño había tenido asma y numerosas enfermedades. Para combatirlas, se obsesionó con el ejercicio físico y con demostrar que podía ser mejor que los demás. Esa capacidad de superación y autoestima le llevo tan lejos como podía llegar un hombre, pero dejó por el camino numerosas secuelas. Por ejemplo, como Presidente de los Estados Unidos solía llevar un revólver encima. Era algo tan innecesario como grotesco pero no había forma de convencerle de que era innecesario.
Roosevelt era un cowboy, un tipo al que le encantaban las demostraciones de fuerza, la guerra, la caza. En 1898, ante el inminente conflicto contra España por Cuba, Roosevelt fue uno de los principales defensores de la intervención armada.
Opuesto a Roosevelt se encontraba otro peso pesado del Partido Republicano: Mark Hanna. Hanna era un político tranquilo, de los de hablar mucho y hacer poco. La antítesis de Theodore Roosevelt. Y ambos luchaban por la Vicepresidencia del país (el puesto de Presidente era para William McKinley).
Abrumado al ver que Roosevelt era nombrado Vicepresidente del Gobierno, no tanto por no ser elegido sino por la animadversión que le causaba este hombre, Mark Hanna pronunció unas palabras que serían providenciales:

¿Es que no os dais cuenta de que sólo hay la vida de un hombre entre este loco y la presidencia?

Y efectivamente las palabras fueron proféticas, por cuanto el presidente McKinley murió asesinado a manos de un anarquista, con lo que Theodore Roosevelt pasó a ocupar el puesto de Presidente de los Estados Unidos en 1901.
Y no lo hizo nada mal. Eso sí, en cuanto terminó las dos legislaturas, se marchó un año a África a realizar un largo safari, de los de verdad. Con el siempre agradable entretenimiento de cazar rinocerontes blancos (especie en extinción, cazaron seis en total). Me imagino que para tener algo que contar a los nietos.

Menos crisis

Sobre la actual crisis económica, se supone que casi todos los mercados están siendo perjudicados, mientras que hay algunos beneficiados.
A veces las cifras demuestran que hay demasiados adjetivos para poca realidad. Por ejemplo se habla de una caída brusca de la ocupación hotelera por parte de turistas británicos. Luego uno lee las cifras y ve que ha habido un descenso de un cinco o diez por ciento. Ya parece como si lo normal en una empresa es que siempre se creciera. Perder un diez por ciento en un mal año me parece lo menos que uno puede esperar. Y si una empresa no puede soportar esa caída, es que estaba hundida mucho antes, como cuando tienes un cuatro latas que no es capaz de subir una cuesta empinada. El coche era una tartana antes de que llegara esa cuesta, no puedes achacarle su poca capacidad de respuesta a la pendiente de una montaña.
En el lado de los beneficiados ocurre algo parecido. Muchos de los que salen ganando con la crisis no se están haciendo ricos precisamente. El colectivo de reparaciones de automóviles por ejemplo, a pesar de que la gente pretende reparar sus cuatro latas, hablaba de una subida de un cinco por ciento. Eso no me parece digno de tantos titulares alabándolo como un mercado exhuberante. Es una subida positiva, pero alejada de términos como boom.
Y luego está Internet, las empresas en la red y todo eso. Lo bueno de hablar sobre Internet es que como lo habitual es leer tonterías, uno se siente menos presionado a la hora de dejar su opinión. Sabe que el listón de la estupidez queda bastante alto.
Ahora mucha gente está hablando de que la crisis está afectando mucho menos al sector tecnológico. Se suelen dar las siguientes razones:

  • Viene de la crisis del 2.000, en que le dio de lleno. Con la lección aprendida.
  • Como es un sector que no acaba de arrancar, al menos en España, estos años de bonanza económica han sido relativamente austeros, lo que ha provocado costumbres morigeradas que te dejan en buena disposición para los malos tiempos.
  • El ladrillo como forma de generar riqueza ya no sirve y hay que saltar a la innovación, las nuevas tecnologías.
  • La publicidad, principal fuente de ingresos de Internet, se está desplazando de otros medios hacia la red, lo que provoca que haya hasta cierto aumento en los ingresos.

A mi me parece sin embargo que quizás Internet está siendo el más perjudicado de todos los sectores. Precisamente por todo eso:
La crisis del 2.000 ya pasó. Se purgaron algunos pecados. Y aunque han surgido nuevos, se ha superado el Via Crucis de la crisis propia del sector.
No se ha disfrutado en los años buenos y ahora que vienen los malos, ¿Toca disfrutar aún menos? Es la fábula de la cigarra y la hormiga. Sólo que cuando llega el invierno la cigarra cabreada le destroza el nido a las hormigas.
La inversión en nuevas tecnologías no se está realizando. No es alternativa al ladrillo porque no hay crédito y todo el mundo está perdiendo dinero. De cara a la galería se da propaganda política pero la realidad es que todo seguirá como siempre.
Pero sobre todo con la publicidad se está haciendo daño. Se está migrando de la publicidad televisiva y en papel a la de Internet pero pagando precios de risa. E Internet lo está aceptando porque ve que en cualquier caso los ingresos no dejan de subir.
Entonces de dice “a pesar de la crisis, Google aumenta sus beneficios” y ya está, todo arreglado. En Internet no hay crisis. Igual que Internet, muchas otras empresas están ganando el mismo dinero o más que antes, y se conforman. Y a dar gracias.
Pero lo que se está perdiendo aquí es una subida por derecho de la red. El tráfico de Internet aumenta cada día a pasos agigantados. Más gente viendo más páginas. Por eso tu página cada vez la visita más gente, no sólo porque sea mejor día tras día. Hay un aumento orgánico de Internet.
Ese aumento es enorme, en porcentajes de más de un cuarenta por ciento anual, algo inimaginable para casi cualquier mercado. Y aunque llevamos décadas en perpetuo aumento, esa subida alguna vez tendrá que disminuir hasta cifras normales, con bajadas o subidas del cinco por ciento.
Y claro, ahora con la crisis, quizás haya aumentado el tráfico en Internet un 40%, y los ingresos un 10% y todos contentos. Y a decir que no hay crisis. Pero todo lo contrario. Ahora, cuando había que estar llenando los sacos de billetes, está produciéndose un crecimiento raquítico. Y cuando se acabe la crisis, quizás el tráfico aumente a cifras mucho más discretas.
Se está perdiendo dinero. Mucho dinero. Muchísimo dinero. No es dinero que estuviera en las cuentas bancarias de las empresas de Internet, pero era dinero que se habían ganado a costa de pasar tantos años malos. Y ahora que tocaba recoger lo sembrado, se recoge mucho menos. Y encima a dar gracias.

El libro virtual más caro del mundo

Gracias a los libros virtuales, que pueden leerse desde el ordenador, el precio que hay que pagar para leer un libro se ha abaratado considerablemente.
Además la librería Amazon, siempre atenta al bolsillo de los lectores, muestra a menudo ofertas puntuales para ciertos libros, lo que los hace aún más baratos.
Este es el caso de Nuclear Energy, de la Editorial Springer, que se vende a día de hoy con un 20% de descuento.
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A pesar del descuento, Nuclear Energy, el tercer volumen de una serie de libros sobre Energía, orientados hacia investigadores, ingenieros y personal docente universitario, es el libro virtual más caro del mundo. Cuesta, con la rebaja ya aplicada, 6.232 dólares (seis mil doscientos dólares).
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¿Cómo pueden unos cuantos bytes mal avenidos costar tanto dinero? Es un misterio que se me escapa.
La editorial en cuestión parece disfrutar publicando libros obscenamente caros. Sustainable Energy Technologies cuesta en edición para Kindle (libro virtual) 108 dólares, tras un generoso descuento. Y está disponible en el Emule.
Al tratarse de energía nuclear, y por lo caro que resulta el libro, se sospecha que versa sobre todo lo necesario para construir un reactor nuclear. Impagables las opiniones de usuarios sobre el libro. Todas son cómicas, pero cada una en su estilo (“lo compré por error”, “me pareció barato para lo buen libro que era”, “ya he construido mi reactor nuclear casero”). Una opinión titula:

Pude construí 14 centrales nucleares en un solo día después de leer tan motivador libro.

Fuente: Most Expensive.

El mejor cocinero del mundo

En España todo el mundo sabe que el mejor cocinero del mundo es Ferran Adrià.
Lo que no sabe la gente de fuera de España es quién es Ferran Adrià.
Y es que a lo mejor Ferran Adrià no es el mejor cocinero del mundo.
De este cocinero dice la siempre divertida Wikipedia en castellano:

Considerado por los especialistas el mejor cocinero del mundo en la actualidad.

La Wikipedia inglesa, en un breve artículo dice:

En la actualidad es considerado uno de los mejores cocineros del mundo y lidera el ranking de la revista europea Restaurant.

A ver. Hay mejor equipo de fútbol del mundo (el que gane el Mundial, aunque se injustamente). Hay mujer más guapa del mundo (la que gane alguno de los concursos de mises, aunque las haya más guapas) o hay mejor tenista del mundo (el que lidere la lista de la ATP). Uno puede estar de acuerdo con estos líderes. O no. Pero tienen un título de prestigio por el que los competidores suelen también luchar.
En cocina no existe el título de mejor cocinero del mundo. Existen listas diferentes, unas con más prestigio que otras. De entre las más prestigiosas, existe la que presenta la revista Restaurant.
Esta lista no da un premio al mejor cocinero sino al mejor restaurante. Y en este caso el restaurante dirigido por Ferran Adrià, El Bulli, es el mejor con diferencia.
Best restaurant in the world:
* 2008 El Bulli, Catalonia (Spain)
* 2007 El Bulli, Catalonia (Spain)
* 2006 El Bulli, Catalonia (Spain)
* 2005 The Fat Duck, Bray, Berkshire, England, UK
* 2004 The French Laundry, Yountville, California, USA
* 2003 The French Laundry, Yountville, California, USA
* 2002 El Bulli, Catalonia (Spain)
Ahora bien. Comparando con la Fórmula1, Ferran Adrià es Felipe Massa y el Bulli es Ferrari. El mejor del mundo es Ferrari. No desde luego el piloto, ni siquiera el jefe de la escudería. Es la escudería.
Y aunque es indudable su pujanza internacional o la exquisitez de su restaurante, y me enorgullece que haya españoles en los primeros puestos mundiales de cualquier cosa, el decir con esa prepotencia que tenemos el mejor cocinero del mundo es una exageración.
Porque esto no es todo. Si uno mira el jurado de ese concurso, se da cuenta de que es un concurso europeo. Hay tantos delegados españoles como de todo Estados Unidos. Cada cual puede tener mil razones para odiar ese país, pero Estados Unidos es tan grande como todo Europa y tiene tantos buenos restaurantes como todo Europa. La lista deja en muy mal lugar a los cheffs americanos, que ocupan puestos de segunda fila. Y bueno, los cocineros americanos de prestigio no es que cocinen hamburguesas y donuts constantemente. Tienen tanta calidad y conocimientos como los europeos. Sobre todo porque muchos son europeos o dirigen restaurantes de cocina europea.
Algo parecido sucede en vinos. En España creemos que nuestros vinos son los mejores del mundo. Y están entre los mejores. Pero ignoramos que haya competencia al margen de Francia. Y no sólo Italia puede vencernos, sino que Estados Unidos ni siquiera nos considera rival, al creérse en batalla sólo contra Francia.
El mundo de la cocina es muy emocional. Se establecen rivalidades locales y rencillas al margen de toda realidad. En vinos, todos se creen los mejores. También en cocina. Y en muchos casos se descartan rivales.
Otra potencia culinaria es Japón. Odio la cocina japonesa, pero es sabido que es una de las mejores del mundo y la calidad de sus restaurantes de lujo y cocineros de alto nivel es una de las máximas posibles. La cocina oriental también queda desprestigiada en el jurado de esa revista.
El concurso de mejor cocinero del mundo, por curiosidad, existe. Es la Bocuse d’Or (cuidado con la música de la web).
Sobre la participación española en este concurso incluso se ha hecho un documental en español: El pollo, el pez y el cangrejo real.
En este documental de 2008 se narra la lucha del equipo español, liderado por Jesús Almagro, por no repetir el ridículo de la edición anterior, en que Angel Palacios, un aventajado alumno de Ferran Adrià, quedó en 14º puesto (de 20 contendientes).
Me han dicho que es un documental muy interesante para los aficionados a la gastronomía. No contaré e