La burbuja albanesa

Albania tuvo una dictadura comunista desde 1945 a 1985. En ese periodo se eliminaron casi todas las formas de propiedad privada y se aisló al país de influencias externas y de fuentes de información. Cuando comenzó la transición al libre mercado, en el 1991, Albania era un país devastado en el que la mayoría de sus habitantes vivía en la extrema pobreza.
Sin embargo, la transición de este país a la economía de mercado fue relativamente rápida y satisfactoria. A pesar de ello, el sistema financiero era un desastre. Prácticamente no había banca privada, y los tres bancos estatales tenían el 90% de los depósitos. Se ofrecía un tipo de interés positivo por los ahorros, pero aún así era muy difícil conseguir un préstamo. Ante la dificultad de satisfacer la demanda de crédito por parte de la banca, un sistema informal, basado en los lazos familiares y los avalistas, comenzó a crecer.
Al principio se entendió que las empresas que prestaban el dinero realizaban una labor positiva para la economía. Sin embargo, estas empresas, en lugar de prestar dinero, trataban de captar fondos. Prometían tipos de interés muy elevados a quienes dejasen sus ahorros en ellas.
En general, el gobierno no supo concretar a quién podría corresponder definir el marco regulatorio en que deberían operar estas compañías de “banca informal”. La que parecía que sería una competencia del Banco de Albania, al final no fue adjudicada a el mismo, quedando un vacío legal en el que operaban estas compañías.
En realidad, los integrantes del gobierno estaban implicados en el apoyo a estas compañías, incluso algún político mostró su apoyo a las mismas en su campaña electoral.
El problema de las empresas es que se regían por un sistema piramidal, típico de los fraudes. La forma de atraer a los inversores era solicitando su dinero, con la promesa de que obtendrían altos dividendos, basados en los ingresos que hicieran las siguientes personas que se apuntaran a las inversiones y estos, a su vez, de las que lo hicieran más tarde.
Los primeros en apuntarse, tendrían tipos de interés de retorno bastante elevados. Digamos que de un 5%. Los siguientes que lo hicieran, tal vez empezaran con un 3%. Sin embargo, para seguir captando clientes, el sistema tenía que ir subiendo los tipos de interés una y otra vez. Para los clientes de una tercera ronda se ofrecían tipos del 3%, haciendo que los que habían llegado antes los tuvieran ahora del 7% y el 5% respectivamente.
La subida de los tipos de interés alcanzó tintes dramáticos. Las empresas de “inversión”, en una feroz competencia, ofrecían mejores tipos que sus rivales. Muchas de esas empresas no tenían inversiones que respondieran ante esas cantidades de dinero.
Conforme el caos era más y más próximo, los intereses prometidos iban aumentando. Con una inflación del 5% en 1995 y del 17% en 1996, Albania estaba ofreciendo unos tipos de interés del 8% mensual, lo que quiere decir que se ofrecía casi el 100% anual sobre el dinero que se depositara. Después sería el 12-19% mensual. Una empresa llegó a ofrecer un 30% mensual. La competencia ofrecía duplicar el dinero en tres meses. Otra ofreció duplicarlo en dos meses.
Mientras, la gente vendía todo lo que tenía, para aportar más dinero a los fondos, los ganaderos se deshacían de sus granjas y los propietarios de sus viviendas, el Banco de Albania había estimado en el 5% del PIB los depósitos realizados y alertaba sobre la insolvencia de esas compañías. El gobierno no hizo nada, hasta que fue demasiado tarde.
Un 19 de Noviembre de 1996, Sude, una de las principales compañías implicadas, declaró suspensión de pagos. La fiesta había durado un año. Ahora tocaba purgar los excesos.
Los fondos caían, uno tras otro, en la bancarrota. Una de las medidas más aplaudidas por los economistas fue la del gobierno, de no intentar compensar las pérdidas sufridas a los estafados. El gobierno se movió contra las otras compañías, que aún sobrevivían. Se produjo un corralito ( bloqueo del dinero de los bancos para evitar el colapso del sistema bancario). En febrero de 1997 el gobierno estableció un bando que prohibía los sistemas piramidales.
En marzo de 1997, Albania era un caos. El gobierno había perdido el control del sur del país. Muchos policías habían desertado, se habían sacado un millón de armas de los arsenales militares. Se evacuaron a los extranjeros, comenzó una emigración masiva de los albaneses. El gobierno se vio obligado a dimitir.

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Año Mozart

Mucho se hablará sobre Mozart este año, la mayoría tonterías. Si el aniversario del Quijote nos venía grande – la mayoría de la gente no ha leído el libro, pocos lo han disfrutado – qué decir ante el de un músico clásico y extranjero.
La mayoría de la gente no conoce la música de Mozart. Y de los otros, a muchos no les gustará la música que compuso. Soy uno de esos y por eso me voy a permitir criticarlo un poco.
¿Quién es el mejor escritor de la historia? Goethe, Dante, Cervantes, Shakespeare. ¿Quién es el mejor músico de la historia? Mozart.
Mucho se insiste sobre la genialidad de Mozart, su capacidad para componer música de gran calidad a toda velocidad. Fue uno de los mayores prodigios de todos los tiempos. Su melodías son de las más originales que jamás se hayan compuesto. Sus óperas son las más representadas a día de hoy, y las que mejores resultados de público obtienen. Sin embargo hay algo sorprendente en la música de Mozart: es totalmente prescindible en la Historia de la Música.

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Le devolvemos su dinero

Si no está satisfecho, le devolvemos su dinero.
Bajo esta premisa se oculta una de tantas estrategias de marketing, barriobajeras e indignas. La premisa establece una especie de relación de confianza con el cliente. Si usted quiere algo, no se preocupe, cómprelo, tómese su tiempo. Mírelo, luego, si le gusta ( seguro que le gustará ) se lo queda.
Si lo pensamos, la premisa es que si A entonces B. Pero en realidad, ellos parten del hecho no A, en este caso, que usted estará satisfecho, con lo cual, ocurrirá no B ( no habrá devolución ).
Sin embargo, hace tiempo que le di la vuelta a la frase. Parto del B, que es el que me interesa. Puedo comprar algo y devolverlo después, sin problemas. Antes, los pocos libros que compro, los compraba en la Casa del Libro. Ahora los compro en la FNAC. No porque sean más baratos, sino porque son unos de esos adalides del si no está satisfecho, le devolvemos su dinero.
Compro un libro, lo leo, y lo devuelvo. Así de fácil. Los libros son para leerlos, ellos están de acuerdo con aceptar devoluciones. Todo el mundo está contento.
Con un CD no es tan fácil, porque puedes copiarlo a ordenador. Con un CD no hay devolución posible. Sin embargo, ¿Cuántos libros se leerán más de una vez? Más bien pocos. Y sin embargo te dejan leerlo. Yo los leo.

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El horario de la zanahoria

Hay un porcentaje de empresas españolas del mundo de la tecnología, que sienten fascinación por el horario de “semiesclavitud”: Cuatro días de la semana son para tu empresa y tres son para ti.
Según este horario, de lunes a jueves trabajas muchas horas ( desde ocho y media hasta nueve y media ) y los viernes vas a la oficina casi a figurar ( jornadas reducidas e hiperreducidas ). Los trabajadores jóvenes suelen estar encantados. Si quieren irse de viaje en el fin de semana, tienen más horas. Los que viven en la periferia también: pueden quitarse de enmedio durante casi tres días, pueden vivir en el campo pero con el trabajo en la ciudad.
Los jefes son los primeros que están de acuerdo con el horario. Ellos, normalmente, tendrían que hacer un montón de horas más entre semana. Mejor que sean obligatorias para todos. También a los jefes les gustan los fines de semana, y suelen ser ellos los que tienen un piso en la sierra, o en la playa, o ambos.

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Horarios de trabajo

El horario en las empresas españolas es un asunto que, normalmente, se impone de forma dictatorial desde “la dirección”. Sin embargo, si éste se sometiera a votación entre los empleados, en la mayoría de los casos el horario que resultaría ganador sería el ya establecido.
La gente suele adaptar su vida de tal forma a los horarios de trabajo que, en muchos casos, no es capaz de soportar un hipotético cambio. Muchas parejas llevan y traen a los niños del colegio según un acuerdo entre padre y madre que no puede desviarse ni un milímetro. Hay quienes tienen clases de idiomas, hora en la piscina, curso de taichi justo a la salida del trabajo. Un cambio en los horarios supone un destrozo en la vida.

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Cómo elegir un inquilino

Si un casero pone un piso en alquiler a un precio razonable, encontrará suficientes ofertas de inquilinos aspirantes.
El problema es cómo seleccionar alguien que pague puntualmente, si es que alguien lo hará.
La solución que se está dando ahora es la desconfiada: coger el máximo dinero posible ante el daño que pudiera ocurrir. Esto se realiza mediante la petición de avales bancarios o pidiendo varios meses de fianza por adelantado.
Imagina ahora la situación aplicada a otros casos de alquiler. Alquilas un coche y te piden una fianza de 3.000 euros. O te vas a un hotel y te piden que pagues por adelantado y con una fianza de 100 euros, por los posibles desperfectos que causes en la habitación. Eso ahora no nos parece tan bien. Pues los avales y la fianza tampoco le parecerán bien a un inquilino.
Todo casero debería ponerse en la situación del inquilino. ¿Voy a exigir que me adelanten 3.000 euros, por el pago de una mensualidad que vale 600 euros? Aún muchos caseros no sabrán ni lo que es el aval bancario, aún cuando lo piden. Un aval bancario es el equivalente a una fianza, pero el dinero lo retiene el banco y además, el inquilino debe pagar por este “servicio”. Un aval bancario de un año significa que el inquilino debe dar al banco el precio de un año de alquiler, amén de pagar cada mes lo que le corresponda. Al término del contrato, el inquilino recupera ese dinero, pero mientras tanto no puede contar con él.

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Pobres, ricos e hipotecas

La España que va bien. La España en la que, gracias a la revalorización de la vivienda, todos somos cada día un poco más ricos. Tomado del foro de la vivienda de Idealista.
I
jueves 22 diciembre 20:50, frustrado a depende dijo:
Con 7000 euros familiares mensuales tampoco puedo comprar algo acorde al percentil de ingresos. Mi secretaria que ha comprado hace años y tendra un tercio de ingresos familiares que yo, tiene una casa a la cual difícilmente podré acceder. Ella tiene 45 y yo 30. Aún pudiendo pagarla me siento estafado. Y lo que no entiendo es que gente con 2.500 euros de ingresos familiares o menos pague 1.000 o 1.200 euros de hipoteca.
Toca ahorrar y esperar.

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Pasapisero

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SE VINDE CHALET
PUERTO LA TORRE
3. DRMITORIOS
2. BAÑOSALON
TLF679009325
GARAJE2COTCHIS
PATIOCOPISINA
millon de peseta
TERASA: 45.000000
Ha dicuti
Traducción:
Se vende chalet
Puerto de la Torre
3 dormitorios
2 baños, salón
Tlf. 679 009 325
Garaje para 2 coches
Patio con piscina
Terraza, 45 millones de pesetas.
A discutir
Este anuncio es del año 2004.
Los compradores finales serían, tal vez, una pareja de licenciados, el vendedor tal vez fuera agricultor. El comprador, con motivo, pensará que la Universidad no sirve para nada. Yo, a veces, también lo pienso.

Cómo rellenar una encuesta

Aunque casi todos hemos dicho alguna vez eso de que “las encuestas siempre mienten” cuando nos toca responder solemos decir la verdad. Cada cual es libre de hacerlo. Personalmente creo que una encuesta es, más que una oportunidad para opinar sobre un determinado asunto, una excelente oportunidad para influir sobre dicho asunto.
Para realizar una estadística se escoge una muestra ( un grupo de personas, teóricamente representativo del total ). Se le pregunta a la gente de ese grupo y los datos que se obtengan se extrapolan al global. En una encuesta, lo habitual es que se pregunten a un mínimo de 1.000 personas y a un máximo de 4.000. Estudios que tomen muestras más amplias serán estudios más serios. Por lo general, se apuran las cifras, porque cada persona a la que se pide su opinión cuesta un dinero a la empresa de encuestas – el tiempo que está el encuestador tomando los datos y pasándolos a ordenador. Así, lo más frecuente es que un estudio tenga a unas 1.000 personas.

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Algunos apuntes sobre las crisis

La información que expongo ha sido tomada del foro de Idealista sobre vivienda, un punto de referencia para cualquiera que quiera saber qué se está cociendo en la economía española.
I
jueves 05 enero 16:07, salva dijo:
El otro dia hablaba con un compañero de trabajo que vivió en Rusia varios años y estaba ahí cuando fue la crisis de los bonos rusos en 1997.
Me contó que él se enteró de la crisis porque un compañero llegó a la oficina y comentó que no había podido sacar dinero luego de probar en varios cajeros. Este compañero mío bajo a buscar dinero, noto que se veía cierto nerviosismo en la calle y luego de recorrer mas de 2 km andando tampoco pudo sacar.
Él trabajaba para una consultora relacionada con el sector financiero.
A lo que voy es que las crisis no se avisan, nadie va a salir diciendo que se viene una crisis, tan sólo llegará. Esto no es ser catastrofista es ser cauto. Yo prefiero tener ahorros diversificados que deudas reagrupadas.

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