Pionero del sintetizador

Anteayer murió Milton Babbitt (1916-2011), un compositor norteamericano con una formación académica envidiable: las mejores universidades del mundo, estudiando en ellas música y matemáticas durante muchos años.

Milton Babbitt trabajó desde el principio (finales de los años 50!) en lo que sería el sintetizador (RCA Mark II Sound Synthesizer, Victor), un instrumento que hoy en día causa sonrisas pero que en su momento supuso una revolución y no deja de ser el abuelo de todos los demás instrumentos electrónicos.

Me pidieron que me implicara en la construcción del ordenador en 1957, cuando la gente de los Laboratorios Bell, mis amigos Max Mathews y John Pierce me lo pidieron. Pero les dije: “Mirad, no puedo hacer las dos cosas. Estoy empezando con el sintetizador; Estoy muy contento con él y me va a llevar años aprender a usarlo [en su totalidad]. Si empiezo con el ordenador, va a ser demasiado”. Es más, les presenté a un jovencito que conocía la matemática necesaria. Ellos me querían a mí, y no porque dieran un duro por mi música.
[…]
Y con todo, mis queridos amigos, nunca volví a los ordenadores. Ni siquiera tengo ordenador. No tengo e-mail; No estoy online para nada. Estoy totalmente offline.

Resulta demencial que una de las pocas personas con la formación suficiente en su época como para crear el ordenador se haya mostrado reacio a usar dicha tecnología. Pero no se trata de una pose “anti-tecnología” sino una visión muy compleja, tan razonada que cuesta entenderla.

Relacionada: Esta en el aire, en alguna parte.

Pizza Bomber

Insomina Prize

Ganador 2010: William Rothstein

La historia del repartidor de pizza que robó un banco con una bomba al cuello es, de largo, mucho más fantasiosa y bizarra que las presentadas en la saga de películas Saw. El problema es que esta historia es real y mucho más compleja que las ideadas por los guionistas de las películas. Una historia tan inquietante como extraña que has de leer. Si sólo vas a leer una cosa este año, que sea esta.

Fotografía de aficionados

Uno de los temas menos recurrentes en esta página es la fotografía, de la que sabéis que no soy un gran aficionado. No obstante eso es un gran hándicap a la hora de mostrar publicidad. Así que hoy voy a escribir no sobre la Canon EOS Rebel T2i sino sobre los inicios de la fotografía.

En el anteriormente reseñado libro sobre la Exposición Universal de 1893 se expone de refilón la situación del mundo de la fotografía en aquella época, en que las primeras cámaras Kodak estaban recién inventadas y con las que ya “cualquiera” podía hacer una fotografía.

Como en cualquier cambio tecnológico, los grandes perdedores del invento fueron los fotógrafos profesionales, que lucharon por mantener su profesión como buenamente pudieron.

En la exposición de Chicago de 1893, el fotógrafo Charles Dudley Arnold consiguió un permiso en exclusiva para las fotografías que se realizaran de la exposición y su consiguiente comercialización. Con esto se consiguió gestionar la imagen internacional de la exposición, distribuyendo siempre fotografías de personas de clase alta, bien vestidos, como si fueran el asistente medio al evento. El problema de este monopolio lo percibimos hoy en día en que para un evento histórico de afluencia masiva apenas si han sobrevivido un puñado de testimonios gráficos, por culpa de una gestión cicatera de los derechos de imagen.

Sobre los orígenes de las cámaras, cito:

Un segundo contratista recibió los derechos en exclusiva para alquilar cámaras Kodak a los visitantes a la exposición, siendo las Kodak un nuevo tipo de cámaras portátiles que eliminaban la necesidad de lentes y ajustes del objetivo. En honor a la feria, Kodak denominó “the Columbus” a la versión portátil de su popular modelo nº4. Las fotografías creadas con esas nuevas cámaras muy pronto empezaron a llamarse “snap-shots”, un término proveniente de los cazadores ingleses para describir un disparo rápido con una pistola. Quienquiera que llevara su propia cámara Kodak a la exposición tenía que pagar un permiso de dos dólares [la entrada a la exposición costaba un dólar para los adultos], un precio fuera del alcance de la mayoría de los visitantes; la Midway’s Street (calle Midway) impuso una tarifa adicional de otro dólar. Un fotógrafo aficionado que trajera su cámara convencional con el consiguiente trípode tenía que pagar diez dólares, aproximadamente lo que muchos visitantes de fuera de la ciudad pagaban por un día entero en la exposición, incluyendo alojamiento, comidas y entradas.

Con unos precios así, el pirateo estaba garantizado. No obstante:

Se impusieron treinta multas por llevar cámaras Kodak sin permiso, y treinta y siete por tomar fotografías sin la autorización correspondiente.

Un detalle interesante de estos inicios de la fotografía aficionada lo da la actitud de los hoteles ante una afición recién estrenada. Una forma de atraer clientes era ofrecer servicios de cámara oscura a estos fotógrafos noveles, casi desde el mismo momento en que se inventaron las cámaras portátiles.

Mejor comentario del 2010

Este año los Marmolillo Awards (2009,2008) se están retrasando pero no por ello van a dejar de entregarse, es más, este año la cuantía de los premios se multiplicará por dos.

Ya hay un claro ganador en la categoría de mejor comentario. Aunque ha sido publicado en el 2011, las bases de los premios admiten ese tipo de incongruencias. El comentario es a la entrada “la idiosincrasia del gitano” y lo he editado para facilitar la lectura, aunque el original de jessica es aún mejor. No tiene desperdicio:

Mira: Yo de los gitanos no tengo quejas, siempre he conocido a gitanos desde pequeña. Pero hasta que me mudé a Almería no los he conocido como los conozco ahora, hace siete años que tengo algunos de amigos y no los cambiaría por nada del mundo. Mira, sí que es verdad que la mayoría por no decir todos están metidos en el mundillo de las drogas; Si no la consumen la venden, y lo de los coches es verdad que con 19 años los ves con un BMW súper guapo, un Ferrari, o con un Audi, o un Sangyong – mi mejor amigo tiene uno y es gitano y somos medio novios.

Y os puedo decir que porque tengan esa manera de ganarse la vida, con drogas, robando, trabajando en mercadillos etc., son personas que merecen la pena conocerlas porque hay gente muy buena y con mucho dinero y algunos viven en unos chalets que ni tu ni yo podríamos comprárnoslos en la vida y tener todo que tienen ellos y el respeto que se tienen, no lo tienen los payos ni en broma.

Siempre dice la gente que los gitanos roban se dedican a las drogas, venden en el mercadillo etc. , pero, ¿Es que acaso no hay payos iguales???

Yo estoy enamorada de esta raza, sobre todo de los chicos. Yo problemas solo he tenido con uno pero ahora estoy muy bien con él, y que me quieren muchísimo hay confianza si tengo algún problemilla se lo comento a ellos y genial.

Yo digo una cosa si una persona se hace amigo de un gitano y se llevan bien, le dan ganas de conocer a otro gitano.

Eso si el machismo no se lo quita ni Dios.

La continuación convierte lo sobresaliente en cum laude:

Ahora estaba leyendo más comentarios de aquí , lo que decís de que un gitano cambia mucho cuando eres su novia , es verdad cambian muchísimo , mi medio novio antes era una persona increíble: amable conmigo, un chico increíble. Ahora me hace pasar momentos muy desagradables y violentos porque es un machista igual que todos y no esperes que sus amigos te defiendan porque no defienden.

Libros digitales caros

En los comentarios del anterior artículo se ha establecido un debate clásico sobre los nuevos libros digitales. ¿Cómo es posible que no siempre sean mucho más baratos que los libros en papel?

Pueden darse muchas circunstancias para que esto sea así.

La primera es el coste del riesgo. Al lanzar un libro en formato digital sabes que un porcentaje de libros va a acabar pirateado. Ese coste de riesgo no lo asumes con los libros de papel. Así, si quieres vender libros digitales asumes un riesgo extra y esto sitúa al editor en la necesidad de repercutir ese riesgo en el precio. Es cierto que se amplía el mercado de consumidores, pero también lo es que para ciertos libros no merece la pena comprarlos ya que es trivial obtenerlos gratis. Hay un riesgo que los consumidores como nosotros no solemos querer valorar, porque no nos interesa creer que exista.

Otra posibilidad para que un libro digital cueste más son los costes de digitalización. Se suele decir que estos costes son cero pero esto no es verdad. Hay una serie de costes derivados de convertir un libro a otro formato. Para un nuevo lanzamiento el formato de papel será siempre más caro de producir que el digital, pero hay un cálculo un poco engañoso. Si produzco mil libros en papel y cien en digital (podría producir infinitos, casi al mismo precio), es posible que los costes generales de la edición en papel compensen más por los ingresos que los costes del formato digital. Esta matemática fallará cuando se vendan más libros digitales, pero los datos actuales, sobre todo fuera de Estados Unidos, apuntan a que se venden entre cien y mil veces más ejemplares en papel que en digital.

También el factor comodidad debe ser tenido en cuenta. Es como con los billetes de tren digitales, que nos imaginábamos que iban a ser siempre más baratos que los billetes físicos, por el ahorro en sueldo de taquilleros y de papel de impresoras. La realidad es que esos billetes son a veces hasta más caros porque el formato digital es mucho más cómodo y estamos dispuestos a pagar por esa comodidad. Pudiendo elegir el mismo libro en digital o en papel, compré en digital a pesar de ser más caro.

En el caso del libro que provoca esta polémica la edición en Kindle cuesta 13.39$ mientras que la edición en papel tan solo 7.67$ (más gastos de envío). Un dato que no conocéis es que el libro en papel se produjo en el año 2004 y el libro electrónico en septiembre de 2010. ¿Que vale más, un jamón caducado o una manzana fresca? El libro en papel ya ha tenido su tiempo de venta, ha pasado todo el periodo de promoción, la fase de venta por el efecto éxito, de recomendaciones a amigos. Ese libro se ha vendido lo que se tenía que vender – en papel. Algún lumbreras pensó que no sólo hay que publicar libros electrónicos de obras nuevas, que merece la pena editar aquellos que hayan funcionado hace pocos años en las librerías. Y este libro, The Devil in the White City, es uno de ellos. Editar un libro que sólo se pensó para el papel tiene por fuerza unos costes, aunque supongo que todos imaginamos que la editorial tiene una ordenador con una carpeta llena de libros en formato .doc (u otro formato libre) y que les mandan un email con el .doc al presidente de Amazon y ya está.

Con esta historia de fondo, creo que es de justicia entender que ese libro en papel no vale casi nada, es un trasto en el almacén de Amazon, mientras que el formato digital tiene por fuerza que tener un precio superior.

The Devil in the White City

Una lectura muy recomendable es la novela de Erik Larson: The Devil in the White City. Llegue a ella por el camino difícil: listando en Amazon libros que tuvieran valoraciones excelentes para determinadas temáticas. Por mucho que se afanen en decirnos lo contrario, los sistemas de recomendación informatizados siguen siendo penosos.

Pues bien, ese libro tiene un formato interesante. Trata dos historias totalmente independientes pero que ocurrieron en el mismo lugar y en la misma época. No trata de forzarlas para que sean una misma historia. Se narran en paralelo pero cada una va por su lado y no hay final sorprendente donde todo se une.

Las historias son muy interesantes y al mismo tiempo que sorprenden por lo poco conocidas.

Por un lado trata sobre “The Devil” en la figura de H.H. Holmes uno de los primeros asesinos en serie – según la imagen actual – y al tiempo uno de los más complejos y fascinantes que han existido, incluso incluyendo en esta categoría a todos los personas de ficción.

Por otro lado trata sobre “The White City”, la Exposición Universal de Chicago en 1893. Habiendo vivido en la sombra de la famosa Exposición Universal de Sevilla de 1992, también sobre el mismo centenario del descubrimiento de América, y habiendo visitado la más reciente de todas las Exposiciones Universales, el conocer cómo eran estas exhibiciones en su época dorada y cuando tenían algún sentido me ha gustado mucho.

Estaréis de acuerdo conmigo en que la mezcla es realmente extraña. Un libro que trata al mismo tiempo sobre un asesino en serie y una Exposición Universal. Cada una de las historias es muy interesante por separado. Pero Erik Larson consigue un trabajo muy logrado y mucho más interesante en la narrativa simultánea, mezclando un capítulo del asesino con otro sobre la Exposición, narrando los hechos cronológicamente.

El libro ha tenido mucho éxito en Estados Unidos, incluso un actor muy conocido ha comprado los derechos para el cine, especialmente pensando en la trama del asesino en serie H.H. Holmes. Aunque la verdad es que sobre este enigmático criminal hay varios libros mucho más extensos y concentrados exclusivamente en su vida.

Os recomiendo que compréis el libro sin saber mucho más. Si lo compráis en papel está a un precio tirado, 7 dólares. Lo compré en su versión para Kindle. Comprar un libro digital comienza a convertirse en todo un hecho noticioso.

Última oportunidad. Lo siguiente, es ir contando todos los secretos del libro. Puedes dejar de leer, ahora.
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