Gente que me odia

A lo largo de los años he escrito bastantes artículos, algunos de ellos críticos y otros no tanto. El caso es que según las casualidades del posicionamiento en Google, los que llegan a esos artículos antiguos lo hacen a veces para búsquedas específicas. Y cuando encuentran mi texto, se llevan una enorme decepción, pues es lo contrario de lo que querían leer.

Esto me ha llevado a que con el tiempo algunos artículos se han quedado exclusivamente destinados a recibir críticas, quejas e insultos. De las cuales, borro las que sean burdas. Los lectores quedáis ajenos a ese pequeño bombardeo de ataques a mis textos.

Es curioso, porque las quejas suelen ser sobre temas en los que no he tomado posturas muy agresivas, normalmente porque no estoy en contra especialmente. Hay una parte de errores de expresión, una parte de dificultades de lectura comprensiva y una tercera de colectivos que van “con la escopeta cargada”.

Los artículos que recuerde con comentarios unánimes en contra de lo que he escrito son:

  • Los vegetarianos. Y es curioso porque soy una de esas personas que prefieren la mortadela al jamón y la tortilla al filete. Pero algunos entendieron el texto como un ataque contra una forma de vida tan pura y de ideales tan nobles como es la de ser vegetariano. Las mejores críticas son las de los que todavía no son vegetarianos, pero están pensando en convertirse.
  • Los que viven en Sanchinarro. Mi crítica a ese modelo de construcción tan incoherente, me ha descubierto numerosos traumas infantiles, además de mi elevado sentido de la envidia.
  • Los homosexuales. Por el simple hecho de tratar de contabilizar el número de personas que son gays, o incluso por defender que la postura de que los que no aceptan que los gays adopten niños implícitamente están justificando que creen que son “algo inferior”. (usar cinco “que” en una frase, eso sí que es digno de críticas).
  • Los gitanos. Y más en concreto, las niñas payas que se han casado con un gitano y han visto que era una persona normal – a veces.
  • Los ecologistas. Por reproducir un artículo de pensamiento crítico sobre los riesgos de la energía eólica.
  • Los estudiantes de chino. Porque alerté por lo que en mi opinión es un enorme malgasto de energías: intentar aprender chino.

Si de verdad estas fueran mis obsesiones, sería aún más raro de lo que soy. Con el tiempo creo que el tono crítico se ha ido suavizando, supongo que por darme cuenta que criticar es destruir y mucho más fácil que intentar ser positivo – en lo que se puede ser. Por eso está pasando esta crisis de puntillas, sin que mencione casi nada sobre ella.

No sé cómo pude olvidar a los que me critican tal vez con menos motivo de todos: los amantes de la música clásica.

17 comentarios en «Gente que me odia»

  1. me gusta que enlaces a tus propios articulos, porqué alguno me dejo en la recámara siempre.

    Grácias a eso he llegado al de la energia eólica (que no me ha gustado) i al del italiano para principiantes.

    la cosa es que hablo bien el italiano, soy recién titulado, soltero y, como no encuentro trabajo, me he puesto a hacer cursillos, jeje. Me encanta!

  2. Aprovecho para exponer una duda que siempre he tenido sobre los individuos que dejan un comentario (por lo general, quejica) en entradas centenarias: ¿alguna vez se molestan en volver a visitar la página en busca de una posible respuesta del autor?

    Yo me inclino por el no, pero bueno, los caminos de los buscadores son inescrutables.

  3. Guau. Me da una enorme pereza leer todos esos comentarios sin sentido. Sólo he echado un vistazo por curiosidad al de Sanchinarro y debo decir que he encontrado uno de los mensajes más inesperados en un lugar así.

    Cuando susana villanueva responde:
    Hola, he visto que Puri en el comentario 23 pregunta por mi. Si trabjo en Sanchinarro en una consulta de psicología. Por qué?

    En gaussianos también tienen un hilo mítico sobre razones trigonométricas al que llegan cientos de personas preguntando el valor de senos y cosenos que podrían conseguir simplemente metiendo el valor en la calculadora (que no han de resolver ecuaciones ni nada parecido). Se me ocurrió pedir suscripción de comentarios en aquella entrada, y desde hace dos años no hay mes en el que no lleguen al menos dos o tres nuevos comentarios con el mismo valor que la mayoría de los que nombras tú ahora mismo.

    Y respondiendo a Hegel: no.

  4. Eres malo. En lugar de una entrada nos regalas siete.

    He empezado por la del chino porque tengo un amigo que lo estudio durante un año. Al principio estaba muy emocionado, creo que al final empezo a odiarlo. Cuando los termine de leer si tengo algo que comentar volveré!

  5. Hola.

    Soy un estudiante de chino gay de Sanchinarro, hace unos días me hice vegetariano por culpa de mi conciencia ecologista… nada, sólo quería dejarte un comentario de apoyo y ánimo por el post de los gitanos.

  6. Sin duda lo mejor de escribir un blog son los comentarios. Yo me quedo con el debate que está montado en el post sobre los gitanos…

  7. He estado leyendo los comentarios del post sobre los vegetarianos. Hay uno que me ha hecho mucha gracia, hablando de que hay que estar en paz con el mundo y la naturaleza, y no comerse a otros animales como si nosotros fueramos superiores a ellos. Como si los animales no se comieran entre ellos. Teniendo en cuenta que hay animales caníbales, somos incluso más respetuosos con la cadena alimenticia que ellos.

  8. Una buena: fijate que desaparecieron los ‘nuncabajistas’, y los que se reían de los burbujeros… (a menos que estés borrando esos comments en los viejos posts de idealistas)

  9. Absolutamente de acuerdo con que criticar es destruir y que es sumamente fácil y, lo que es peor, muy poco original. No en vano, el 90% de los post, comentarios y demás son destructivos. Siempre, y digo siempre, se tiende a ridiculizar a algo o a alguien.
    Sin duda es el mejor modo de ser más listo, más alto y más guapo.

  10. Me hizo mucha gracia que después de un comentario muy bien argumentado sobre que nutrientes no podían conseguir bien los que seguían una dieta vegetariana estricta venga un comentario asi …
    “tio…kitando k usas terminos k io (16 años) no conozco..te sentiras mas importante o algo no se…y xk lo pongas mas veces no vas a tener mas razon”.
    o sea, se que esta mal reirme de que él no sepa, lo que me dio risa fue que despues dijo : “el problema esta en la pregunta de ponerse en el lugar del otro..k tan poco nos gusta..ai k informarse..leer..ver..”

    bueno, eso era.

  11. Alguna vez hice un artículo indicando que el ejercicio con pesas quema más calorías y por ello se adelgaza más rápido que hacer sólo aeróbicos. Como de rayo me saltaron a la yugular individuos con aires de sabiondos usando palabras domingueras; lo peor, que me acusaban de decir algo que no había dicho. Conclusión: la mayoría de los que “comentan” de manera agresiva muchas veces sólo lo hacen para sacar su rencor guardado, no saben leer (sobre todo no entienden el sarcasmo) y expresan sus posturas a la primer oportunidad.

  12. ah sí, y también te has dejado a los políticamente correctos. Ellos también te odian, sólo que prefieren decir que no te simpatizan.

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