Vaca vestida de uniforme

Para recordar la macabra fórmula de la integral por partes:
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en castellano existe la infrecuente costumbre de hacerlo mediante una regla mnemotécnica. Tras quedarse con las letras que denotan la función y la variable de integración se forma una frase que se supone ayuda a recordar la ecuación.
Y es extraño porque la fórmula no es especialmente difícil y otras mucho más complejas no han tenido intentos similares.
La Wikipedia española muestra las frases que se pueden usar como regla, con el texto:

Esta igualdad puede recordarse mediante las siguientes reglas memotécnicas:

Y pasa a enumerar una larga lista de alternativas. Pero si uno se dedica a comprobarlas, la mayoría no tienen ni una sola referencia en Internet, lo que hace sospechar que esas reglas apenas si se usarán y desde luego no merecen su lugar en la enciclopedia. Mostradas tal cual aparecen allí, con el número de referencias que tiene cada una en la red (contando la propia de la Wikipedia que habrá sido copiada unas pocas de veces):
Solo Un Día Vi Una Vaca Menos Saltando Vallas De Uralita: 2
Susanita Un Día Vio Un Valiente Soldado Vestido De Uniforme: 4
Un Día Vi Un Vagabundo Sin su Vestido De Uniforme: 3
Un Día Vi Una Vaca Sin cola Vestida De Uniforme: 90
Un Día Vi Una Vaca Vestida De Uniforme: 284
Un Día Vi Una Vaca rayada sin cola Vestida De Uniforme: 2
Un Día Vi Un Viajero Vestido De Uniforme: 3
Un Día Vi Un Viejo Soldado Vestido De Uniforme: 5
Un Día Vi Un Valiente Soldado Vestido De Uniforme: 2
Un Día Vi Un Viajero Sobre su Volkswagen De Uranio: 2
Un Día Vi Una Vaca menos Flaca Vestida De Uniforme: 8
Un Dia Vi Una Vaca Salida Vestida De Unicornio: 4
Así, las dos únicas versiones posibles son:
Un día vi una vaca (sin cola) vestida de uniforme.
El resto son goles que le han colado a la Wikipedia. Si uno se para a ver todas esas frases pasadas por buenas, algunas son desquiciantes, la mejor en mi opinión es la del Volkswagen de Uranio.
La frase de la vaca recuerda a principios del siglo XX en una escuela rural con profesores estrictos y vestuarios monótonos. Hoy la frase se me hace extraña pues muchos alumnos nunca habrán visto una vaca – con uniforme o sin él – y gracias a Internet es relativamente fácil ver una vaca vestida de uniforme.
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Mashup

Algunas páginas de Internet ponen a disposición del público su información, bajo una serie de reglas. A esto se le llama “servicios”, como por ejemplo los mapas de Google. Puedes recuperar información de los mapas no sólo conectándote a la página de maps.google.com sino directamente desde otra página web siempre y cuando accedas a la información siguiendo las normas que Google te imponga.
Cuando accedes a más de un servicio simultáneamente y combinas esta información lo que estás haciendo es crear un llamado Mashup. Por ejemplo, si junto a los mapas de Google muestras las casas que hay en venta, tomadas de la página trulia.com, estás creando un mashup.
Los mashup son la moda del Internet actual y parece como que si no has creado uno no eres nadie. Una página nueva que no incluyera mashups no merece ni ser visitada.
Cuando se populariza un mashup nuevo el comentario generalizado es “esto tiene buena pinta“, que traducido al lenguaje de fuera de Internet significaría “ahora mismo es una castaña pero si trabajan duro puede estar bien dentro de unos meses”.
Lo habitual de los mashups es que tengan poca información. Por ejemplo, si mezclo la información de los mapas de Google con un listado de funerarias puedo dibujar un mapa donde se muestren con flechas las direcciones de dichas funerarias y cuando me acercara a ellas con el ratón podría ver la dirección completa del lugar y el teléfono de contacto. Si alguien creara un servicio asín lo normal sería que al principio sólo incluyera algunas direcciones, de su barrio o ciudad. Entonces pondría el servicio de cara al público. La página de acceso tendría un aspecto muy fresco y si consultamos justo la ciudad de muestra los resultados nos parecerían asombrosos. “Tiene buena pinta”.
Lo que luego pasaría es lo que todos conocemos: nadie se va a preocupar de perder su valioso tiempo en teclear informaciones de funerarias en el ordenador. Ni siquiera las empresas de pompas fúnebres. Tras el éxito inicial e incluir miles de personas la página en su lista de “favoritos” llega el ocaso. Ni se incluyen direcciones ni nadie entra a buscarlas. La página tiene links por todas partes pero ya no interesa a nadie.
Por eso cuando se consultan los directorios de mashups uno tiene la sensación de estar paseando por un cementerio virtual. Todo está lleno de enlaces que ya no existen, de páginas que antes tenían un servicio “que tenía buena pinta” pero que ahora simplemente muestran publicidad por todas partes (para algo inventaron el pagerank) y ningún rastro del fallido mashup.
Los pocos servicios mixtos de información que aún se mantienen en pie dan pena. Si el exitoso servicio inicial que mostraba las funerarias del barrio de Lavapiés “tenía buena pinta”, ahora, dos años después, con los mismos puntos señalados, ni uno más ni uno menos, es un servicio patético.
Además, las reglas para acceder a los servicios de datos suelen cambiar con el tiempo, y los servicios cutres suelen no preocuparse de actualizarlas, con lo que a lo mejor ves un mapa de Google y sobre él escrito un mensaje de error de Yahoo explicando que se ha producido un error. Estos mashups son los más abochornantes de todos, porque a veces llegas a ellos a través de un link que te vaticina una visita al paraíso.
La mayoría de estos servicios son un rotundo fracaso y acaban con un destino como los antes indicados. Si uno avisa de que en lugar de “buena pinta” apunta ser bien inútil, se te tiran al cuello por tu negatividad y falta de espíritu emprendedor. Pero la realidad es que ante un servicio nuevo tienes más probabilidades de acertar si lo tachas de basura que si le auguras un futuro prometedor, o al menos un futuro.
Cuando alguien planea una nueva utilidad suele demostrar una cortedad de luces preocupante. Al amigo que se le ocurriera mezclar las funerarias con los mapas se le podría tachar de haber tenido una idea divertida. Si sacamos esta idea fuera del mundo virtual nos damos cuenta de que es un verdadero pirado. Imaginad que visitáis la casa de un amigo y os encontráis con que en el patio ha colgado un mapa bien grande de la ciudad con las funerarias pinchadas con chinchetas. Lo primero que pensáis es que a ese tipo hay que internarlo.
Sin embargo en Internet esto no ocurre. Como todo es virtual el esfuerzo se oculta y el público final es hipotéticamente infinito; Un mapa con funerarias “lo he hecho en un par de tardes” o la mayor de las mentiras “en un par de horas muertas”. La realidad es que esa persona ha perdido gran parte de su escaso tiempo libre en semejante subnormalidad.
Si lo hubiera hecho en el mundo real no nos tragaríamos el cuento de las dos horas. La visita al Centro Comercial para comprar el mapa grande ya es de pirado. El comprar las chinchetas de mongólico. El consultar las direcciones en cualquier parte e ir clavando las chinchetas, peor que creerse Napoleón.
Por eso cuando veo a uno de esos “cerebros” que pierden (o emplean) su tiempo en tareas inhumanas que, fuera del mundo real serían consideradas como propias de descerebrados, siento una doble pena, porque todo ese talento se está desperdiciando en trabajos peregrinos, de peón caminero. Y porque encima esa persona no se da cuenta de la pérdida de tiempo y de la sensación de ridículo que causa su manera de gastar “dos horas muertas” para cualquier persona que no conozca Internet, o sea, para una persona normal y corriente.

Cuestión de gramática

“Ahorcado” es una palabra que tiene una letra “h” entre la “a” inicial y la primera “o”. Pero supongamos que ignoramos este hecho.
Una posible frase interrogativa sería: “¿Se escribe ahorcado con hache intercalada?”. Entonces se me suscita una duda: ¿Es correcta la frase “¿Se escribe aorcado con hache intercalada?”?
También me gustaría saber si la primera frase es más correcta que la segunda. Tiene pinta de serlo porque aporta información sobre dónde estaría la letra hache.
Pero pensemos ahora en la palabra “aorta”. Esta ilustre arteria se escribe sin usar la letra hache. Ahora bien, ¿Sería correcta la frase “¿Se escribe ahorta con hache intercalada?”? ¿Sería de nuevo más correcta que la versión sin hache?
Probablemente la palabra que suscita la duda debería escribirse entrecomillada:
¿Se escribe “ahorta” con hache intercalada?
Pero la duda sobre el uso o no de la letra hache me inquieta. Gracias a los referrers puedo mandar esta pregunta al experto en puntuación Jose Antonio Millán, porque hace unas semanas que lo hice a la Real Academia y no espero gran cosa de ellos.
¿Qué opináis vosotros? ¿Se debería escribir “¿Se escribe “ahorta” con hache intercalada?”? ¿Es errónea la frase “¿Se escribe “aorta” con hache intercalada?”?

La frase: Más vale un diente que un diamante

Más vale un diente que un diamante.
Origen:

En el Siglo de Oro un alto porcentaje de la población española perdía íntegramente su dentadura debido a la falta de higiene bucal. Cervantes se hizo eco de este problema sanitario y lo refleja en su novela. Don Quijote pierde en el maxilar inferior derecho dos piezas y media a causa de sangramiento de las encías -gingivorragia- y confiesa que jamás sufrió neguijón o caries. Sin embargo, por una violenta pedrada, “le llevaron de camino tres o cuatro dientes y muelas de la boca… deste lado derecho de la quijada alta”.

El novelista alcalaíno menciona el reuma y los catarros como otras dos causas responsables del deterioro dental, y expresa por boca del caballero andante su inquietud por el cuidado bucal: “más vale un diente que un diamante“. A Don Quijote también le inquieta la limpieza dental, pues recomienda que el caballero, al terminar la comida, “se quedará recostado sobre la silla mondándose los dientes como es costumbre”.

Frase aplicable a:
Los seguros médicos privados suelen, al igual que la Seguridad Social, no cubrir los gastos de tratamientos dentales. Y no deja de ser hasta cierto punto absurdo. El argumento que suele emplearse es el precio de la materia prima. Un diente postizo varios cientos de euros, la pasta para empastar tampoco la regalan, los aparatos correctores son costosos. Pero cualquier tratamiento médico por sencillo que sea tiene un mayor coste aunque solo sea por la mano de obra del médico y los enfermeros.
Lo cierto es que si el dentista fuera gratis la gente abusaría: empaste general cada seis meses. En vez de lavarnos los dientes iríamos a hacernos limpiezas bucales semanales. Y los aparatos correctores se tirarían en lugar de limpiarlos cuidadosamente.
Por eso es adecuado que haya que pagar por el dentista. Y por eso existen seguros médicos paralelos que sólo cubren los gastos de dentista.
Aún asín, estos suelen tener limitaciones. Un número determinado de limpiezas al año, otro número de empastes.
Lo que me parece del todo surrealista es que exista una limitación en las extracciones. Perder un diente debe entenderse como un drama personal, hay que luchar por cada diente como si fuera el último. Que el dentista te saque una muela es algo por lo que llorar. Sin embargo los seguros dentales llegan al absurdo de entender que también sobre esto se podría abusar.
Lo veo como si la Seguridad Social sólo cubriera un caso de cáncer por paciente. Si eres tan desgraciado para sufrir uno de garganta y otro de hígado sucesivamente mejor que te vayas preparando para rascarte el bolsillo. También en la desgracia hay abusos.
Di no a los seguros dentales que cobran por las extracciones dentales.

Yahoo Answers

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Ninguneado por la gente del 2.0, Yahoo Answers es uno de los servicios más populares y prácticos que existen en Internet. Cualquiera hace una pregunta y recibe respuestas…de cualquiera.
De entre todas las respuestas, se escogen las mejores. En función de las respuestas los usuarios del sistema obtienen puntos y se crea una sana competición a la vez que se ayuda a la gente.
El concepto de mejor respuesta es el que más desagrada a sus detractores. A veces es ridículo. Si alguien pregunta ¿Cuántos kilos son 100 libras? Puede obtener respuestas exactas hasta el vigésimo decimal, con links a una tabla de conversión, al origen del término libra y a donde se prefiera. Si la persona que formuló la pregunta acepta como mejor respuesta 50 kg, porque es una respuesta sencilla y un número redondo, tienes que aceptar el resultado.
En casos como la imagen del comienzo el resultado roza el absurdo. Se formula una pregunta, susceptible de ser respondida con un sí o no, pero de la que se espera un razonamiento. Y al final la mejor respuesta es precisamente la única que no aporta explicación de ningún tipo, pero es la que la gente esperaba oír.
A veces las preguntas y las respuestas son de altura. Pero también puede suceder que diverjan: una ingeniosa pregunta recibe respuestas de oligofrénicos. Una pregunta trivial recibe respuestas excelentes de expertos en la materia.
El servicio es inmensamente exitoso, con más de 200 millones de preguntas formuladas hasta la fecha. Para hacerlo aún más popular, a veces personajes famosos formulan preguntas que reciben decenas de miles de respuestas. Obtener la mejor respuesta ahí es algo de lo que sentirse realmente orgulloso, digno de ser contado a los nietos.

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Rosas en San Valentin

Si mañana tienes la suerte de que te regalen alguna rosa, no estaría de más que supieras que la flor que te entregan puede provenir de países remotos.
Los principales exportadores de rosas son países sorprendentes. Kenia, Holanda, Zimbabwe, Colombia, Ecuador, Zambia e Israel. Durante algún tiempo Israel fue el mayor exportador de rosas del mundo.
La producción de rosas en China tiene una magnitud que escapa a nuestra imaginación. Más de un millón y medio de personas trabajan directamente en el negocio de las flores. Aún así, tienen problemas para satisfacer la enorme demanda de flores, especialmente rosas, dentro del país.
Algunos países son grandes productores de rosas, como Estados Unidos o Italia. Pero tienen una demanda interna tan elevada que necesitan importar flores.
La economía de Kenia, ahora en todos los noticieros por los disturbios que presagian una Guerra Civil, además de sostenerse en el turismo, tiene como otros sustentos el té y las flores.
Hace pocos años Kenia obtenía más ingresos de sus flores que del turismo. Las flores de Kenia suponen el 8% de sus exportaciones y dominan el mercado mundial con más del 25% del total de exportaciones de flores en todo el mundo.
Un tercio de toda la producción de rosas de Kenia se vende en San Valentín, por lo que los disturbios no han podido llegar en peor momento.
Existen gigantescas granjas dedicadas exclusivamente al cultivo de rosas, la mayoría en torno al lago Naivasha. Muchas han perdido a miles de trabajadores que han escapado, comprometiendo la recogida de millones de flores.
Aunque muchos afirmen que San Valentín es un invento de El Corte Inglés, mañana es el día más importante del año para Kenia.
Traducido de “The Economist”.

El pacifista

Haz el amor y no la guerra.
Ante semejante disyuntiva, parece que sólo un idiota estaría a favor de las guerras. Y así se entiende casi en cualquier contexto. Yo estoy a favor de la paz. De solucionar los conflictos por medio del diálogo. Estoy en contra de las invasiones ilegales de países.
Son opiniones de salón, de estar hablando de un país en guerra a miles de kilómetros, mientras uno piensa en qué cenará esta noche. No tienen ninguna validez.
La postura pacifista, la más lógica y deseable, se ha acabado convirtiendo en una opinión vacía de contenido. No expresa nada en sí misma. Si dices que estás a favor de la paz entre israelíes y árabes no estás diciendo nada concreto.
Es como decir que ojalá los perros no se murieran con veinte años, ojalá los coches no contaminaran, ojalá nunca perdiéramos la ilusión, ojalá nadie tuviera que trabajar para vivir. Son opiniones casi infantiles porque anhelan un deseo sin mencionar para nada los medios de conseguirlo.
Desear lo imposible es una enorme pérdida de tiempo y energía. Si todo el mundo pensara como tú desaparecería el mundo. Hay que ser realista, hay que pedir lo imposible. Todo está lleno de frases que suenan muy bien pero que no dicen nada.
II
La guerra es una medida extrema a la que se llega cuando muchos otros cauces (a veces no todos) se han agotado. A nadie le gusta entrar en una guerra. Los políticos tienen que ir a los entierros y hacer frente a las familias de las víctimas. Casi sólo se pueden dar malas noticias. Mueren los soldados y los mandos. El presupuesto de defensa destroza las cuentas del Estado. Y todo eso si tienes la suerte de que la guerra sucede fuera de tu territorio, porque de lo contrario, es una absoluta calamidad.
Pero aún asín las guerras siempre han existido y tal vez siempre existirán. ¿Es razonable creer en un futuro sin guerras? En mi opinión es una postura que no ayuda en nada, tal vez si acaso a dormir mejor por las noches. Pero es como comprar un décimo de lotería y creer que por qué no va a ser el nuestro el afortunado.

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Edición Limitada

Siempre me hace gracia cuando oigo los anuncios de televisión de los discos de música.A menudo tratan de vender la moto diciendo que se trata de una Edición Limitada queriendo hacer pensar que si tardas mucho en comprar el disco te puedes quedar sin él.
Lo que todos sabemos es que la edición es limitada implícitamente por la demanda. Hay tan poca demanda para ese disco que más le vale no sacar demasiados a la venta, o se los comerán con patatas. Pero que diablos, hasta la tirada de los periódicos gratuitos, que cobran en proporción a la distribución y no dependen de ventas, es limitada. Todos los productos que se venden son limitados, aunque solo fuera por la población mundial, que es finita.
Otra que me hace gracia es cuando dicen en el mismo anuncio “ya a la venta”. Por favor, que el tiempo de crear expectativas pasó. Que si estás anunciando el disco es lógico esperar que uno pueda comprarlo ya.

Jovenes artistas

I

Una noticia curiosa de Estados Unidos: Una cadena de ropa organiza un concurso de redacción para niños. El premio eran cuatro entradas, con alojamiento y vuelo incluido, a un concierto de ‘Hannah Montana’, uno de los grupos de más éxito del momento en el país y para el que todos sus conciertos programados están agotados desde hace semanas.
La vencedora fue una pequeña de seis años, original de Garland, en Dallas. La chica comenzó su conmovedor relato con la frase “Mi padre murió este año en Irak”. Su redacción fue la elegida ganadora y la chica tuvo su momento de gloria en prensa y televisión. Sin embargo para el primer periodista que trató de documentar mínimamente su historia, no fue difícil constatar que el padre de la chica no había muerto en Irak.
Pronto se destapó que todo había sido mentira. Y el relato lo había escrito la madre. La familia se quedó sin las entradas para el concierto y sufrió el escarnio público.

II

Los concursos infantiles carecen de sentido. Los ganadores son casi siempre personas mayores que firman en nombre de niños. Y vencen adultos no porque sean genios de la literatura, la música o la pintura, sino porque tienen un estilo flojo según los estándares generales pero un estilo muy original suponiendo que el autor es un niño. Los vencedores de concursos infantiles dan la impresión de una obra en pañales, un talento al que le falta poco para brillar. Los miembros del jurado desconocen que ese talento no da para más y proviene de padres, tíos y amigos de los niños que se limitan a poner el nombre del jovencito.
Lo que digo lo sé de primera mano. Estando en el colegio gané algunos concursos de dibujo de pequeño, concursos en los que participaban decenas de miles de pinturas. Mis dibujos eran los que se llevaban el premio y el dinero en metálico.
Lo dramático del asunto es que dibujo rematadamente mal. Soy sucio con los lápices en la mano, los trazos suelen estar torcidos, las cosas que dibujo no se parecen en nada al original. En el juego Pictionary nunca he conseguido que me adivinen nada. Me desagrada dibujar.
El primer concurso transcurrió del siguiente modo: se convocaba un premio entre todos los colegios de la provincia. Tenías que dibujar algo relacionado con la Semana Santa. Nuestro profesor de la asignatura nos dio un par de días para que cada uno tratara de participar pintando lo que le pareciera. Como ayuda mostró unos cuantos dibujos que él había hecho, que podían servir de ejemplo.
Cada cual se aplicó en desarrollar su idea. Yo mareé la perdiz durante las horas y terminé mi horrorosa reproducción de alguno de sus dibujos. El profesor seleccionó los mejores, tomó nota de los nombres de los chicos y los guardó en el sobre para enviarlos.
Cosa de un mes después el jurado se había pronunciado: de entre todos los dibujos enviados por miles de niños, el mío era el mejor. Lo absurdo es que ni siquiera había enviado un dibujo. Le pregunté al profesor de la asignatura que me explicó que él había enviado los dibujos que puso de ejemplo, firmados con nombres de alumnos que eran buenos estudiantes. Tuve suerte porque de entre todos los dibujos que él envió, el que tenía mi nombre fue el ganador.
Habría una entrega de premios con autoridades y fotografía en los periódicos. No tuve más remedio que asistir a la exposición pública de los dibujos vencedores en una galería de arte en la ciudad. Ni siquiera sabía cómo era mi dibujo ganador.
Fui allí y reconocí perfectamente la obra de mi profesor. No era la única premiada: algunos premios menores también eran dibujos suyos, con nombres de otros alumnos de mi colegio. Con ojos alucinados tras vencer en un concurso en el que no había participado, notabas que todos los dibujos tenían el mismo tufillo: resoluciones de aficionado para ideas originales. Parecía que si esa persona tuviera una técnica un poco mejor podría llegar a algo. Todos los cuadros eran aparentemente sencillos pero con algo ingenioso, diferente.
No sería el único concurso que ganaría ese año. Tenía suerte hasta con el azar de la adjudicación de falsos autores. Volví a vencer en otra competición, tal vez más importante aún. Organizada por “El Corte Inglés”. Todos los concursos en que participaba mi colegio estaban amañados. No importaba si era redacción, manualidades, pintura. Los alumnos preparaban su bodrio y los profesores enviaban los modelos creados “como ejemplo”. Y casi nunca ganábamos. El colegio también sacaba su tajada: al ser premios para estudiantes, y tratando de fomentar la competición, casi todos los premios tenían una parte para el colegio, que a veces era incluso mayor que la que se llevaba el premiado. No habiendo trazado ni una línea de estos dibujos, no iba a protestar por eso.

III

No todos los concursos están amañados. Tengo un amigo que solía vencer en los concursos de literatura para niños y adolescentes. Él dice que es porque tenía un estilo que venía como anillo al dedo para el formato. La gente del jurado suele ser muy uniforme y quiere exactamente lo que él sabía escribir. Cuando por la edad tuvo que dejarlos para participar en concursos “para adultos” terminó su racha. Desde entonces no ha vuelto a ganar ningún otro concurso.
La historia de mis fraudulentos premios de dibujo es tan absurda que la gente a la que se la cuento no me cree. Pero os puedo asegurar que es verdad.

El ayuno en la Edad Media

La frase: “Ich kann denken. Ich kann warten. Ich kann fasten.”:
Sé pensar. Sé esperar. Sé ayunar.
De la novela de Herman Hesse de 1922 Siddhartha.
Origen:
Simplificando, Siddartha es una de las novelas cortas más extraordinarias y merecidamente famosas que existen.
La frase es una respuesta de inusitada crudeza, pocas más agudas se han dado, aún en la ficción.
Siddartha, el protagonista, acaba de abandonar la vida ascética de los monjes y se enamora a primera vista de Kamala. Se dirige a ella y le pregunta cómo puede consumar su amor.
Amablemente, Kamala le explica que sin dinero no tiene nada que hacer. Siddartha, ajeno al mundo, le pregunta qué puede hacer para conseguir el dinero. Entonces Kamala le pregunta:

– ¿Qué sabes hacer?

Sé pensar. Sé esperar. Sé ayunar.

– ¿Nada más? – responde Kamala.

Las habilidades de Siddartha, aparentemente triviales a los ojos de Kamala, le sirven al protagonista para posteriormente alcanzar la felicidad, tras aprender que lo único que necesitaba era lo que ya tenía: La capacidad de pensar, de esperar y de ayunar.

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