Alergia al polen

¿Preparado para pasar un mes de pesadilla con la alergia al polen? Si vives en España, los peores lugares posibles son Jaén, Córdoba y Sevilla. Los mejores, las poblaciones costeras.
Si tuvieras todo el dinero del mundo y quisieras sobrevivir al mes de mayo, no tendrías que viajar a las antípodas, ni a una paradisíaca isla del Pacífico para escapar al polen. Uno de los lugares habitados con los menores niveles de polen del planeta tierra se encuentra en el norte de Alemania, al oeste de Dinamarca. Una de las escasas posesiones alemanes fuera del territorio continental: la isla de Heligoland.
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Es increíble cómo la alergia puede variar las condiciones de vida de una persona. Heligoland es una pequeña isla de tan solo 4,2 kilómetros cuadrados. No forma parte de ningún archipiélago. Está en medio del mar, la costa más próxima es la alemana, y está a 70 kilómetros. Vivir allí debe dar una sensación enormemente claustrofóbica. Pero en mayo se convierte en el paraíso de los alérgicos.
A pesar de la latitud tan al norte, la temperatura en Heligoland es relativamente alta. Raramente se alcanzan los -5ºC en invierno.
En general Heligoland es un paraíso para las afecciones pulmonares. El aire es muy puro y limpio y es más rico en oxígeno que en la alta montaña.
La página de la Wikipedia española sobre Heligoland es absurdamente extensa, mucho más que la de la isla balear de Cabrera.

El mundo de la fonografia Podcast

Ya se había hablado aquí anteriormente sobre el programa de Radio Clásica El Mundo de la Fonografía.
Presentado por José Luis Pérez de Arteaga, se emite los sábados y domingos de 16:00 a 19:00 desde hace por lo menos 20 años. Es posiblemente el mejor programa de música clásica que se puede oír en español y salvo para los eremitas, el horario de emisión es harto complicado.
Para quien tenga la duda, la sintonía de inicio del programa El Mundo de la Fonografía es la banda sonora de la película Rebeca (dirigida por Alfred Hitchcock) compuesta por Franz Waxman.
Dado que Radio Nacional todavía no emite podcast, supongo que por cuestiones técnicas que no porque sientan que este formato no tiene futuro, una inmensa minoría de gente añorábamos poder cargar estos programas en el reproductor de mp3 y oírlos cuando nos diera la gana. Y como la música clásica es marginal, nadie parecía dispuesto a hacerlo.
Asín que me ha tocado a mi. El asunto es el siguiente: en la medida de lo posible, iré colgando los programas de sábados y domingos en el Emule. Cada vez que suba un nuevo programa, pondré un comentario en esta entrada con el link del Emule. Porque aunque los subiré casi todos, cuando tenga el ordenador apagado no será posible realizar la grabación, así que habrá algunos que se perderán.
Si quieres suscribirte a esta especie de podcast basta con que te suscribas a los comentarios de este artículo (envías un comentario cualquiera, rellenas con tu correo electrónico real y checkeas el campo “Quiero recibir un email cuando alguien incluya un nuevo comentario.”). Con eso, cada vez que suba algo tendrás un email y con solo pinchar en el elink, teniendo el Emule abierto, comenzarás a descargarlo.
Tecnológicamente funciona del siguiente modo: uso el programa Replay AV 8, que casualmente encontré en el Emule. He estado comparando numerosas alternativas, empezando por las gratuitas y la mayoría no grababan bien, o tenían un funcionamiento complicadísimo. Este programa es muy natural: indicas qué emisoras quieres grabar, que días de la semana y a qué horas. Y ya está, si lo tienes abierto cuando llega esa hora, se pone a grabar sin más y cuando llega la hora de fin del programa, termina la grabación.
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El Replay AV 8 graba en un formato de sonido de Windows, pero el mismo programa viene con un conversor a mp3 (Replay Converter) que te permite realizar la conversión de forma automática, como una propiedad de la grabación. Así, tras configurar el programa, basta con tenerlo encendido y hace todo el trabajo sucio, sólo te queda subir los mp3 al reproductor.
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Cuento todo esto porque si alguien se anima a hacer lo mismo, habrán más episodios de El Mundo de la Fonografía disponibles para la gente. También para el que quiera aprovechar para grabar otras emisoras de radio y otros programas.
Para el que quiera configurar grabaciones automáticas de Radio Clásica, la url es: http://www.rtve.es/rne/audio/RNEclasica.asx
El podcast viene del siguiente modo: El programa dura 3 horas y me parece una barbaridad generar un fichero mp3 de tal duración. Tienes que oírlo todo seguido, no puedes alternar con otras músicas salvo que quieras volver a empezar desde el principio. Así, he decidido partirlo (con el mismo programa Replay AV 8) en pistas de 15 minutos cada una. El problema es que el programa no hila muy fino y algunos trozos de música se oyen al final de una pista y al comienzo de la siguiente.
Para quien lo prefiera, hoy he empezado a grabar el programa también en una única entrada. Total, es gratis.
Junto con el programa en mp3, incluyo el texto del boletín de programación de Radio Clásica con el contenido del mismo. Para los coleccionistas. Y como no me gusta anunciar cosas que luego no voy a ser capaz de continuar, primero me he grabado un mes de programas antes de hacer este anuncio de publicación.
Un pequeño problema: El programa suele ser de 16:00 a 19:00, pero es relativamente frecuente que vea acortada su duración por retrasmisiones especiales. Así, algunos de los podcast tendrán una hora o dos extra de el inicio de otro programa. Además, como no siempre empieza a las 16:00 en punto, también se oye el final del programa que le antecede. Si me dedicara a quitar esas partes perdería el tiempo suficiente como para aburrirme y no hacerlo habitualmente. A mi no me molestan estas pequeñas cosas.
Otra cosa: esto no es un thriller. Da igual oír los programas de hace diez años, son tan interesantes, o tal vez más, que los actuales. No importa lo que se oiga, cada programa es independiente de los otros.
Por favor, si no vas a oír el programa, algo más que razonable, te agradecería que te lo descargases igualmente del Emule. Esto no es Lost en inglés y Alta Definición y si se consigue que haya al menos dos fuentes de las que descargar ya será todo un récord. Total, no ocupa casi nada. Gracias.
Nota: Este no es un programa de iniciación a la música, normalmente las piezas serán muy modernas y a veces verdaderas matracas.
Cuestiones legales: No gano nada con esto. No hay publicidad ni mi nombre sale por ninguna parte. El programa de radio no tiene publicidad y no pierde audiencia. Lo emite la Radio Pública, que a su vez trasmite por streaming y P2P toda su programación. Esto tiene que ser 100% legal .
Mundo Fonografia Apr 26 2008.zip
Mundo Fonografia Apr 20 2008.zip
Mundo Fonografia Apr 13 2008.zip
Mundo Fonografia Apr 12 2008.zip
Mundo Fonografia Apr 06 2008.zip
Mundo Fonografia Apr 05 2008.zip
Mundo Fonografia Mar 30 2008.zip
Mundo Fonografia Mar 29 2008.zip

El cuadro más caro del mundo

Hoy en día, Picasso es el autor del cuadro más caro que se haya vendido jamás. Tan original artista superó la friolera de los 100 millones de dólares en 2004 con su cuadro Garçon a la pipe, vendido en Sotheby’s por 104,1 millones de dólares.

Hay que indicar sin embargo que eso no significa que Garçon a la pipe pueda ser considerado como el cuadro más valioso de todo el planeta. Es imposible cuantificar las obras de arte de esa manera. Una gran cantidad de las más conocidas obras clásicas pertenecen a países y museos y nunca han sido puestas a la venta. La Mona Lisa de Leonardo da Vinci se aseguró por 100 millones de dólares en 1962. Pero si se subastara hoy en día superaría cómodamente los 500 millones de dólares. Porque casi todas las obras de da Vinci son guardadas con celo por museos y países, su nombre ni siquiera aparece en el top ten de las obras más caras jamás vendidas.

Por tan juiciosas palabras, puede decirse que la lista de los cuadros más caros jamás vendidos que presenta la Wikipedia sólo puede servir para indicarnos eso: transacciones de récord realizadas sobre cuadros. Pero decir que por ello esos autores son los más valorados o mejor considerados es una soberana equivocación.
Los puestos de honor de la lista son los siguientes:

  • $140 No. 5, 1948 , Jackson Pollock
  • $137.5 Woman III, Willem de Kooning
  • $135 Portrait of Adele Bloch-Bauer I, Gustav Klimt
  • $82.5 Portrait of Dr. Gachet, Vincent van Gogh
  • $78.1 Bal au moulin de la Galette, Montmartre, Pierre-Auguste Renoir
  • $104.2 Garçon à la pipe, Pablo Picasso

Esta lista que aparentemente no está ordenada, se actualiza con la inflación. El cuadro de Van Gogh se vendió en 1990, si actualizamos esas cantidades su precio sería superior al de Picasso. Actualizar precios de cuadros con la inflación, que se mide por el precio de la gasolina, la carne de pollo y el tomate, es completamente absurdo.
Sin caer en el debate vacío de si el cuadro más valorado del mundo sería un Velazquez, un Picasso, un Van Gogh o un Da Vinci, sí que se puede tratar de localizar la transacción más importante, usando criterios racionales.
En los años noventa el mercado del arte estaba en pleno boom. Es lógico que se pagaran precios que ahora, tal vez, hubiera que ponderar a la baja caso de querer vender los cuadros de nuevo.
Uno de los cuadros más caros de la historia, totalmente alejado de estas listas de ventas, es la Venus con un espejo, de Tiziano.
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Quizás una de las obras favoritas del autor, este cuadro permaneció en el estudio de Tiziano hasta su muerte y ha inspirado numerosas copias y variaciones. Debido a la calidad superior de la obra, esta es la única versión que es universalmente reconocida como realizada completamente por la mano de Tiziano.

Hay que notar que entre las versiones arriba sugeridas se encuentra un famoso cuadro de Velázquez. Tiziano, como muchos otros autores de renombre, sólo realizaban la parte principal del cuadro, dejando el trabajo sucio de relleno a otros pintores que trabajaban en su estudio. Según defienden arriba, en este cuadro hasta la última mota de color es de la mano de Tiziano.
El origen del cuadro, es muy interesante:

  1. Primero, el propio Tiziano (1485-1576)
  2. Lo hereda su hijo, Pomponio Vecellio, quien lo vende en 1581, junto con la casa del artista, a
  3. Cristoforo Barbarigo.
  4. Lo hereda su hijo, Andrea Barbarigo.
  5. Permanece en la familia Barbarigo durante casi doscientos años.
  6. Vendido en 1850 al Zar Nicolás I de Rusia, que muere en 1855.
  7. Pasa a los fondos del Museo Hermitage, en San Petesburgo.
  8. Comprado en abril de 1931 por Andrew W. Mellon, que lo cedió a la National Gallery of Art de Washington.

La compra de Andrew W. Mellon del cuadro de Tiziano se realizó en plena crisis del 29. Andrew W. Mellon era un financiero que aunque nadaba en dinero estaba tratando de sobrevivir a la tormenta. Sólo por la situación económica de aquel entonces puede entenderse que el Hermitage se planteara desprenderse de una obra tan importante. Y que Mellon pagara la friolera de 12 millones de dólares por el cuadro.
Andrew W. Mellon lo compró en su afán por atraer arte de primerísima categoría a los Estados Unidos. Su objetivo, logrado con creces, era el formar una galería que no tuviera nada que envidiar a las europeas. Un verdadero filántropo, por cuanto no quería la galería para sí sino para su país.
Puede que este no sea el cuadro más caro del mundo pero si hoy se subastaran los 10 cuadros más caros de la lista de la Wikipedia y la Venus con un espejo, casi con toda seguridad, esta se vendería mucho más cara que el resto.

La frase: Amici diem perdidi

Amici diem perdidi. Amigos, he perdido el día.
Origen:
Suetonio, en la Vida de los Doce Césares, de la vida de Tito Flavio Vespasiano dice:

En cuanto a las demás peticiones que podían hacerle, tuvo por norma no despedir a nadie sin esperanzas. Hacíanle observar sus amigos que prometía más de lo que podía cumplir, y contestaba, que nadie debía salir descontento de la audiencia de un príncipe. Recordando en una ocasión, mientras estaba cenando, que no había hecho ningún favor durante el día, pronunció estas palabras tan memorables y con tanta justicia celebradas: Amigos míos, he perdido el día.

Frase aplicable a:
Las frases célebres que recomiendan aprovechar el día se cuentan por decenas. ¿Pero qué es aprovechar un día? ¿Irse toda la noche de copas, sin pensar en la posible resaca del día de mañana? ¿Dejar el trabajo que día tras día nos quita las ganas de vivir para seguir un sueño? ¿Limpiar la cocina en lugar de ver un episodio de Los Serrano? ¿Hacer algo que nos alegre hoy en lugar de algo que quizás nos sirva, o no, para el mañana?
De Tito dice la Wikipedia, citando a Suetonio:

Los romanos, a causa de sus presuntos vicios, temían que Tito se convirtiera en otro Nerón.Contra todo pronóstico Tito demostró al pueblo que era un emperador eficaz y fue muy querido por todos los romanos.

Tito tuvo la suerte o la desgracia de morir cuando apenas llevaba dos años como Emperador. Con tan poco tiempo, no tuvo opciones de volverse loco, cansarse del poder, disfrutar de la vida. Si Tito hubiera sabido que, el día que pronunció su famoso Amici diem perdidi, le quedaban menos de dos años de vida, ¿Se habría seguido comportado como lo hacía?
¿Cuánto daño no habrá hecho al mundo aquel famoso “Carpe Diem“? Usado como excusa para no hacer lo que se debe. Empleado como justificación de que merecemos ser felices. Si algo nos hace infelices, lo tenemos que quitar de nuestra vida. Sin pensar que la causa de esa infelicidad puede estar más en nuestra cabeza que en esa aparente fuente del mal.
La filosofía blanda recomienda el Sé dulce contigo mismo. Y esto lleva a la perpetua indulgencia, a que el mal está siempre fuera de nosotros. Y debe ser aniquilado.
La filosofía estoica, quizás más adecuada para nuestros días, aunque apenas practicada, te sitúa en un estado mental más mundano, eres una pieza más en el universo, no el centro de él. Asín que haz lo correcto. Y como dijera Pitágoras:
Elige la mejor manera de vivir; la costumbre te la hará agradable.

Abono de la Orquesta ORTVE

Este viernes terminaba la temporada de conciertos de la Orquesta de Radio Televisión Española. Como para tanta otra gente, uno de mis propósitos habituales era “ir más al teatro”. Pero por una cosa o por otra siempre se acaba dejando de lado, como para tantos otros propósitos.
Así, para forzarme un poco, me aboné el año pasado a los conciertos de la Orquesta de Radio Televisión Española (ORTVE). El abono no es más que una compra de todas las entradas para la temporada. Las entradas no tienen tu nombre así que se pueden revender o dar a un amigo. La compra de todas las entradas tiene la siguientes ventajas:

  • Sólo tienes que ir a taquilla una vez
  • Obtienes un descuento del precio de cada una de ellas por separado, como un 10%
  • Siempre te sientas en la misma silla (esto también puede ser una desventaja) eso te identifica con el territorio y te hace sentir más cómodo, como si estuvieras en tu casa

Aparte, los abonados tienen la opción de algunos conciertos gratuitos, para los que sólo hay que recoger la entrada en taquilla.
Los abonos de esta orquesta dividen la temporada en dos partes, conciertos “A” y “B”. Se van dando en semanas sucesivas, por lo que el que se abone a uno de las dos series, sólo tiene que ir al teatro cada dos semanas. Creo que es una medida racional; si se va cada semana puede convertirse más en una obligación que en un placer.
A modo de resumen y para el que le pueda interesar, cuento la experiencia en general.
1) Público. Como ya expliqué en otro artículo, es gente entre mayor y muy mayor. No me gustan demasiado los abueletes y no abundaré más en el tema. Sin considerar la edad, la gente no es especialmente educada. He visto a gente cambiarse de sitio (algo muy habitual en cualquier espectáculo; compras la entrada barata y te mueves al asiento caro) una vez ha empezado la música. Esto puede ser de tener más o menos educación, pero en música clásica es una desfachatez. Hay que respetar a los músicos, más que al resto del público, pues están en un estado de concentración muy intenso y una distracción de ese tipo le puede descentrar por completo y eso puede significar que comentan errores y esto a su vez a que pierdan su puesto en la orquesta – y con él su trabajo.
Como sólo estoy abonado a la mitad de los conciertos, cuando tocaron la Sinfonía nº9 de Beethoven compré entrada aparte. Al hacerlo en el último momento me tocó en el “gallinero” (visibilidad reducida + de lejos + sillas apretadas + calor). Allí lo cierto es que la vergüenza estaba por completo olvidada. Hubo gente hasta a la que le sonó el móvil ¡Y respondió!
A los que les parezca que soy quisquilloso, que lo soy, deben entender que la música clásica no es como el cine. En el cine, muchas veces, vas a una película de estreno y quieres enterarte de lo que ocurre. En la música clásica vas a una película que ya has visto mil veces. Quieres oírla con calidad de sonido, pero también es sobre todo una experiencia. Es muy infrecuente eso de “escuchar música”, normalmente se oye mientras se hace otra cosa. Pero estar simplemente escuchando es una experiencia gratificante que puede romperse con cualquier distracción.
2) Orquesta. La Orquesta de RTVE es una orquesta excelente. Son buenos músicos, la calidad de sonido del teatro es bastante buena. Traen a solistas de talla mundial. Los directores, Adrian Leaper es el titular, suelen ser de prestigio internacional. Sólo se puede hablar bien de los músicos de esta orquesta.
3) Taquilla. El personal de las taquillas del teatro es lo peor del funcionariado en España. Aplican el horario al milímetro, te pueden cerrar la taquilla a las 18:59:59 con un único cliente esperando ser atendido. Atienden de mala gana, hablan por teléfono en larguísimas llamadas personales y te tienen esperando. La gestión de la venta de abonos es del siglo XIX: casi todo se escribe en papel (me imagino que porque una empresa externa introducirá la información en el ordenador) se esperan colas absurdas de horas para atender a una docena de personas. No hay que despedir por edad, hay que despedir por ineficiencia.
4) Instalaciones. El Teatro Monumental es un poco antiguo, pero se han realizado algunas remodelaciones y no da la impresión de “esto se puede venir abajo en cualquier momento” que dan algunos cines “con solera”. Las butacas son cómodas (el gallinero es otra cosa, allí demasiado es que se puede uno sentar) la temperatura es agradable. Hay suficientes acomodadores y son personas amables.
5) Trato al abonado. Una cosa que me molesta muchísimo es cuando te piden todos tus datos en un sitio, a veces con exagerado detalle, para luego no hacer uso de esa información -salvo para el envío de publicidad o venta a empresas de publicidad. El teatro estuvo cerrado en tres conciertos y ¡Nadie me llamó o me envió un email o me mandó una carta! ¿Para qué querían esos datos entonces? Cuando ha habido conciertos especiales para abonados tampoco me han avisado de nada. Hoy en día se pide la información de forma rutinaria, como un robo que debes tolerar.
En los conciertos anulados te encontrabas bastante gente en tu misma situación: hecho un tonto, te tenías que volver a casa y preocuparte de recuperar el dinero de la entrada pasando otro día por taquilla (¡Porque las taquillas no admitían devoluciones hasta la semana siguiente!). Lamentable gestión.
6) Piezas musicales. En los conciertos a los que he ido se ha llegado a un razonable equilibrio entre piezas clásicas (siglo XIX para abajo), piezas “modernas” (1900-1960), estrenos (siglo XXI), música coral y aniversarios (este año era el del 75 cumpleaños de Anton García Abril).
Lo bueno de estos conciertos es la obligación. Si vas por gusto sólo lo haces a aquellos en que se tocan tus piezas favoritas, como la antes citada Sinfonía nº9 de Beethoven o el llenazo de Carmina Burana. Jamás iría por voluntad propia a un estreno de una obra de Antón García Abril. Y luego puede ser una agradable sorpresa – como sucedió con el concierto de cierre – o una enorme decepción, pero siempre es necesario situarse ante situaciones nuevas. De esta temporada salgo con una imagen mejorada de Schubert o Bruckner. El descubrir cosas nuevas a veces sólo se consigue mediante la obligación, como cuando se oye la radio.
7) Programa. El programa de mano de la ORTVE es quizás lo que más agradablemente me ha sorprendido de todo. Excelentes las introducciones de Pablo Larrañeta: eruditas e interesantes, dos adjetivos difíciles de compaginar. Es una pena que ese material no se publique aunque sea en un blog, y se quede en la lectura caprichosa del día del concierto.
Hay muchos Pablo Larrañeta en Internet, pero ninguno que parezca tener relación alguna con la música. ¿Cómo es esto posible? Su capacidad para encontrar paralelismos entre piezas que, a veces, carecen de toda relación. O para narrar el momento exacto en que se compuso una determinada obra. Su estilo recuerda al mejor Stefan Zweig (http://es.wikipedia.org/wiki/Stefan_Zweig), informando, entreteniendo y sin perderse en divagaciones.
Aprovechando que esto es una página sin ánimo de lucro, voy a reproducir uno de sus programas. La descripción de la Sinfonía nº4 de Chaikovski, al tiempo que va desvelando la biografía del compositor es una verdadera maravilla, esbozada con gran precisión en muy pocas líneas. Se puede ver una imagen más grande con solo ir pinchando en cada una de ellas.
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400

Hizo distribuir al pueblo cuatrocientos sestercios por persona.

¿Zapatero? No, Nerón.
En las democracias las buenas intenciones se muestran antes de las elecciones. En las dictaduras, justo después de subir al poder.
Cuenta Suetonio en la vida de Nerón, antes citada, que en su afán por destacar, por su calidad como artista así como por su valía como deportista, Nerón prefirió destruir el recuerdo de los que antes que él habían conseguido fama:

Quiso borrar para siempre toda traza y recuerdo de otras victorias que las suyas, para lo cual mandó derribar, arrastrar por las calles con ganchos y echar a las letrinas las estatuas y los bustos de todos los vencedores.

La apocalíptica visión de Suetonio sobre Nerón es la que ha pasado a la Historia. Sin embargo, la revisión de la Historia es sorprendente: es imposible que alguien fuera tan malo.
La Wikipedia por ejemplo, trata las maldades de Nerón como hechos no probados y poco probables. Él no quemó Roma. Él no descuartizó a su propia madre “para ver cómo había sido el lugar donde estuvo antes de nacer”.
Parte de la inquina hacia Nerón se le atribuye a la tradición católica. Habiendo destacado como un fanático perseguidor de los cristianos, a los que torturaba y acusaba de todas las calamidades que ocurrían en el Imperio, los cristianos se tomaron la venganza de recalcar durante casi dos milenios cada una de sus facetas como personaje malvado y siniestro. Al final, sólo han sobrevivido documentos históricos que hablan de lo malo que fue Nerón.
Y paradójicamente, se entiende que estos documentos tienen que ser tendenciosos, estar manipulados. No puede ser verdad. Con lo que el buen nombre de Nerón queda lavado tras siglos de acusaciones e insultos.
Sea esto cierto o no, se cumplió el sueño del Emperador, de alterar la Historia, de hacer que se le recordase como alguien mejor de lo que fue.
Si Suetonio tiene razón, Nerón mejoró lo que la Historia puede decir sobre él, empañando el recuerdo de los otros. Y si no la tiene, porque el ataque furioso desde tantos frentes ha acabado en el más extraño de los resultados posibles: quizás Nerón fue un hombre bueno.

Tarot y aleatorización

En las ciencias esotéricas de la numerología, y en numerosas artes adivinatorias, suele realizarse un proceso llamado de reducción. Partiendo de cualquier número puede obtenerse una única cifra, con el simple método de sumar cada una de las cifras que componen el número original.
Por ejemplo, para 1492 obtenemos:

1492 -> 1 + 4 + 9 + 2 = 16

Y si volvemos a aplicar el proceso:

16 -> 1 + 6 = 7

Con este método obtenemos siempre un número entre 1 y 9. Es una forma de simplificación que permite establecer parámetros de comparación entre todo tipo de valores heterogéneos.
Por ejemplo, podemos asignar a cada letra del alfabeto la cifra correspondiente a su orden en el abecedario (a = 1, b = 2, c = 3, etc.) y de esa forma asignar a nuestro nombre un número determinado que puede reducirse mediante este método a un valor comprendido entre 1 y 9.
Este método tiene numerosas ventajas. A cualquier conjunto de categorías o propiedades puede asignársele un número y de este, mediante la reducción, llegar a un número limitado de grupos, diez. Dentro de cada uno de ellos pueden definirse tipos humanos o veredictos.
Además, es un método que destaca por su claridad: la forma de obtener el valor final no admite ningún género de duda y es sencillo para cualquiera que tenga estudios elementales.
Puedes por ejemplo partir de las letras de tu nombre y los de la persona a la que amas y mediante la reducción llegas a un número que puede significar, según el método de adivinación, la compatibilidad de vuestros caracteres, la probabilidad de que acabéis casados o una cuantificación de la felicidad que os espera si alguna vez estáis juntos.
Al margen de que alguien pueda o no creer la validez de estos cálculos y predicciones, hay un grave problema en los resultados que se obtienen.
Aparentemente, la suma de cantidades lleva a un resultado aleatorio. Parece como si cualquier número entre 1 y 9 fuera igualmente probable. La realidad es que esto no sucederá casi nunca.
No importa lo que estemos midiendo, casi siempre habrá un sesgo que provocará que ciertos valores sean mucho más probables que otros.

La tirada de Josephine Péladan

Un método bastante popular de lectura del tarot es el de Josephine Péladan
Según dicho método, se colocan cuatro cartas del Tarot sobre la mesa, formando un rombo. En el espacio entre las cuatro cartas aparece como conclusión una especie de carta virtual: el resultado de la tirada.
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La carta central se obtiene como reducción numerológica de las cartas obtenidas en cada uno de los vértices del rombo (o cruz como suele llamarse en el tarot).
Cada carta de los arcanos mayores tiene asignado un número, del 1 al 22. Así, si en una tirada obtenemos el diablo (15), el Papa (5), el Mago (1), el Sol (19), los cálculos son los siguientes:

15 + 5 + 1 + 19 = 40

4 + 0 = 4 (el Emperador)

En este caso la reducción es diferente. Si obtuviéramos un número entre 1 y 22 ya habríamos terminado. Así, con el 19 no habría que volver a sumar sino que asignaríamos la carta correspondiente (el Sol).
Pero en el caso de la tirada de Josephine Péladan, el sesgo que se obtiene en los resultados es enorme.
Sobre el papel, cualquiera de las cartas es igualmente probable. Pero con sencillos cálculos puede verse que es imposible obtener los valores 1 y 2. Así, las cartas de El Mago (1) y La Papisa (2) nunca podrán ser la conclusión de la tirada.
Pero si hacemos cálculos sobre todas las posibilidades reales, llegamos a la conclusión de que la distribución entre el resto de cartas es enormemente desproporcionada. La probabilidad de obtener el valor 17 (la Estrella) es de tan solo un 0,15% mientras que la probabilidad de obtener el valor 7 (El Carro) es de un 10,42% (¡100 veces más probable! ).
En realidad, hay once cartas (las comprendidas entre los números 5 y 15) que acumulan el 96% de la probabilidad de ocurrencia. Las otras once cartas sólo suman un 4%.
El total de resultados posibles a una tirada (de arcanos mayores) de Tarot es 22 * 21 * 20 * 19:
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Las cartas del Tarot no tienen un significado positivo o negativo en sí mismas, aunque algunas tienen connotaciones positivas inmediatas – como el Mago o el Carro – y otras las tienen negativas – la Torre, el Diablo. En este sentido, podemos decir que las cartas que caen dentro del rango “altamente probable” dentro de la tirada de Josephine Péladan, son más bien positivas que negativas.

Las cartas invertidas

Cierto es que entre los Arcanos Mayores, las cartas positivas superan a las negativas. Para combatir ese sesgo, es necesario considerar el uso de cartas invertidas. En Tarot, el que una carta aparezca al revés suele significar lo contrario de lo que simboliza la carta. El Carro significa control, éxito, victoria, pero si la carta sale al revés, todo lo contrario: accidente, desastre.
Hay quienes leen Tarot pero no tienen en cuenta el si la carta sale o no al revés. Esto se debe a que la consideración de las cartas invertidas es un invento del siglo XIX (introducido probablemente por Etteilla) y muchos la consideran una corrupción del arte adivinatorio original. Para el caso de la tirada de Péladan, al obtenerse una “carta virtual” no puede inferirse nada sobre la posición de la carta, con lo que casi siempre habrá que dar conclusiones favorables.
La consideración de cartas invertidas en el Tarot tiene el enorme problema de la mezcla de las cartas. Cuando se baraja un mazo de cartas, cambia el orden de las mismas, pero no la inversión. Según cómo se hayan introducido en el mazo inicialmente, así quedarán para la posterior tirada. La única posibilidad es cambiar el orden de todas las cartas dentro de un grupo más o menos amplio: se corta el mazo en varios grupos y estos se giran arbitrariamente.
Pero esto tiene el problema de que las cartas quedan localmente todas orientadas hacia un mismo lado. Y como las tiradas de Tarot suelen realizarse sobre grupos locales de cartas, la probabilidad de obtener casi todas las cartas orientadas en un mismo sentido es realmente grande. Si añadimos el hecho de que el consultante ha tenido que ser quien baraje, sin que se le imponga ni se le sugiera que busque la aleatoriedad (el propio lector del Tarot también suele realizar una parte del proceso de barajadura) el resultado será una mazo sesgado.
La solución que algunos toman es girar al inicio del proceso de baraje un grupo de cartas, normalmente un tercio de las mismas. De este modo, el conjunto de cartas invertidas es de aproximadamente una tercera parte. Esto no anula la predisposición hacia las cartas favorables, la mayoría de las cartas lo son y dos tercios de ellas están “cabeza arriba”.
Si bien hay un considerable sesgo en todo ello, hay que entender que la mayoría de las circunstancias en la vida de las personas son positivas. Vivimos muchos años y sólo morimos una vez. Son más los pequeños éxitos que los significativos fracasos. Es más probable salir de una operación bien o regular que con el siniestro veredicto de la Muerte.
No pueden sin embargo obviarse todos estos resultados. Al margen de que uno crea o no en el Tarot, el haber empleado métodos tan rudimentarios en lo que a aleatorización se refieren (qué podemos decir de Péladan, un tipo que se asignó a sí mismo el título de Sar con S) provocan dificultades añadidas y predisposición negativa hacia cualquiera que tenga una formación matemática superior a la elemental.

Premio Pulitzer

Supongo que tengo revisar mis fuentes de información, porque me he enterado de que ayer se fallaron los premios Pulitzer a las artes de rebote (suscribiéndome a un blog de un autor que había sido nominado).
Aparte de los famosos premios al periodismo, también se laurean a escritores en los géneros de drama, poesía, historia, biografía, narración de ficción y de no ficción y música.
A diferencia del premio Nobel, el premio Pulitzer es garantía de calidad. El Nobel de Literatura se suele conceder a autores extraordinarios por el trabajo de toda una vida. Pero el Pulitzer es por una sola obra extraordinaria. Así que uno puede con seguridad tirar al cubo de la basura el resto del trabajo del premiado y centrarse en lo bueno.
Me ha sorprendido que hasta la Wikipedia (inglesa) está un tanto desactualizada. De algunos de los premiados no informa sobre el reciente galardón. Otros incluso no tienen página propia.
Suele decirse que una persona apenas alcanza para producir una gran obra en toda su vida. Como Los cien años de soledad de Garcia Márquez. Aunque una primera figura de la literatura sea capaz de escribir muchos libros excelentes, como Crónica de una muerte anunciada o El coronel no tiene quien le escriba, de García Márquez, hay muchos escritores que apenas alcanzan a crear una obra colosal. Por eso es bueno que estos autores sean premiados y reconocidos.
Por ejemplo, del vencedor en novela leemos:

Junot Diaz estuvo pensando en la idea para su primera novela durante cuatro años y después tardó siete años en escribirla. “De algún modo, creo que ese libro estuvo esperando a que me convirtiera en una mejor persona antes de que el libro se escribiera solo”.

Cuando leo eso pienso “ese libro puede estar bien”, no pienso “esto es un producto comercial como el Premio Planeta o La Catedral del Mar.
En no ficción: The Years of Extermination: Nazi Germany and the Jews, 1939-1945 Segundo volumen de una historia del Holocausto. Por Mr. Friedländer, un hombre de 75 años que se enfrenta a una labor tan titánica y agotadora como tratar sobre un asunto del que todo se ha dicho ya. Una historia escrita desde el punto de vista de los documentos y archivos alemanes.
De nuevo leo eso y digo, eso es un libro que merece ser leído o al menos tenido en cuenta.
Daniel Walker Howe. What Hath God Wrought: the Transformation of America, 1815-1848
Un profesor emérito de 71 años, sin página en la Wikipedia, que escribe un libro de historia de más de 900 páginas sobre uno de los periodos menos interesantes de la historia de Estados Unidos.
Pues de nuevo una obra que merecería como poco el echarle un vistazo.

Adolfo Cambiaso

¿Cuál es el deporte más difícil del mundo? Ante la complejidad de la pregunta lo habitual es responder con evasivas. ¿Qué entiendes por lo más difícil?
Afrontando este reto, la web de deportes ESPN realizó una completa estadística. Para ello una serie de periodistas deportivos puntuó en una escala del 1 al 10 cada uno de los deportes, siendo el 10 la máxima dificultad posible.
En lugar de votar los deportes de forma global se decidió valorar cada una de las cualidades que se esperan de un deporte difícil: resistencia, flexibilidad, reflejos, coordinación, fuerza, agilidad, nervios, coordinación mano-ojo, capacidad analítica.
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De esta votación emergió como el más duro de los deportes el boxeo. En él son necesarias casi todas estas habilidades en grado sumo y para casi todas ellas resulta el más exclusivo de los deportes.
Así, el cuadro de honor quedaba del siguiente modo:

  • Boxeo: 7,23
  • Hockey sobre hielo: 7,17
  • Fútbol americano: 6,83
  • Baloncesto: 6,78

Como curiosidad, en el último puesto quedaba la pesca, con un triste 1,45
Aunque no falto de interés, el estudio resulta poco convincente. Cierto es que el boxeo es un deporte extraordinario, infravalorado por los ambientes en que se suele practicar. Pero una aproximación más interesante nos lleva a pensar que si bien el boxeo puede resultar complicado, el fútbol no es un deporte tan difícil. Cualquiera puede pegar patadas a un balón. No hay que ser una estrella para marcarle un penalti a Casillas, uno de los mejores porteros del mundo. La selección de Malta, formada por aficionados, no pierde por goleada ante cualquier otra selección candidata al título Mundial – o no siempre. El baloncesto tiene la barrera de la altura, pero con un poco de práctica se pueden encestar más del 50% de los triples que se lancen.
Así, me gustó mucho la reflexión que hacía este hombre sobre cuál podría ser el deporte más difícil, entendiéndolo del siguiente modo: aquel deporte en el que llegar al nivel de profesional suponga un reto mayor.
En fútbol hay un criba que, aparte del talento innato de algunas superestrellas, es estadística. De cada diez personas se va seleccionando siempre a la mejor, hasta llevar al equipo de Primera División a los mejores chavales del barrio que eran a su vez los mejores de su pueblo que eran también los mejores de la provincia que eran también los mejores de la región. El segundo mejor jugador del barrio podría haber llegado también allí, pero la exigencia del deporte, que sólo permite jugar a unos pocos a alto nivel, le impidió fichar por un equipo de alevines de primera división.
En tenis está claro: un aficionado perderá siempre contra un profesional. Hace falta un técnica de saque impecable, una fortaleza y entrenamiento tales que lo más común será que el aficionado pierda por rotundos 6-0. La capacidad de saque profesional en el tenis sólo puede conseguirse mediante clases de cierto nivel, y es lo suficientemente decisiva como para que un jugador que no sea bueno sacando o restando potentes servicios no tenga esperanzas alguna ante rivales de cierta categoría.
La técnica en el tenis está al borde de lo humano. Todos los golpes van a las líneas. Siempre. Los saques están en el limite de lo restable. Las dejadas se hacen sí y sólo sí hay que hacerlas. Los golpes son casi únicos y casi siempre se acierta a darlos. Pero aunque los puestos de cabeza sean inalcanzables, constantemente hay noticias de nuevas jóvenes promesas, de jugadores que llegan desde las previas hasta las rondas finales de un Grand Slam. Difícil sí. Pero no imposible.
La defensa que hacen del golf en la página antes citada es muy interesante. Según el autor es posiblemente el golf uno de los deportes más difíciles del mundo. Lo cual no deja de sorprender por cuanto es un deporte aparentemente trivial y para personas sin condición física. Recomiendo encarecidamente su lectura.
Pero a pesar de su defensa del golf, deporte que confiesa practicar, no tiene reparos en indicar que, casi con toda seguridad, el polo es el deporte más difícil del mundo.
Por un lado el polo tiene unas enormes barreras de entrada. Puedes jugar fútbol en una favela, pero para jugar al polo hacen falta varios caballos, además de un terreno de juego adecuado y rivales suficientes.
El polo se ha llamado desde tiempos inmemoriales del deporte de los Reyes. En sus orígenes iraníes, servía como excelente forma de entrenamiento de las tropas de caballería. Eso sí, el deporte era muy diferente a como lo conocemos hoy en día. Era una auténtica carnicería en la que los equipos podían llegar a tener un centenar de caballos por bando. Un ejercicio de la guerra en el que los mejores podían pasar a formar parte de la Guardia Real.
Los mismos reyes y príncipes disfrutaban con la práctica de este deporte. Con el paso de los siglos llegó a la India y de allí pasó a ser adoptado por los colonos británicos, que lo llevaron en una forma muy suavizada a Europa.
El deporte del polo que se practicaba en Inglaterra era un encorsetado conjunto de reglas muy estrictas que hacían el juego lento y aburrido. Ese es el polo que todavía practica la realeza británica. El verdadero deporte tuvo que cruzar el Atlántico. En EEUU se convirtió en un juego de velocidad endiablada.
Correr con el balón, con dos defensas detrás dispuestos a partirte la pierna con tal de evitar un gol es una experiencia extrema. Pero hacerlo galopando en un caballo, manteniendo el equilibrio sobre los estribos a la vez que se golpea la pelota, sin que el caballo disminuya la velocidad, es algo que requiere años de práctica hasta conseguir hacerlo al menos decentemente.
Golpear la pelota es ya toda una proeza. Dar un pase es muy complicado. Los caballos no dejan de ser animales imprevisibles. Constantemente hay que girar y se pasa muy cerca de los otros caballos. El ritmo es trepidante, lo que convierte al deporte en uno de los menos interesantes para ver y sin embargo una experiencia insuperable para los deportistas que lo practican.
El polo está lleno de peculiaridades que me han parecido dignas de ser remarcadas. La mayor es quizás la diferencia entre los jugadores. Cierto es que se trata de un deporte muy minoritario y poco practicado. Pero aún así, las diferencias entre jugadores son tales, que la sola presencia de gran jugador es suficiente para que resulte imposible equilibrar un encuentro.
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Los equipos de polo tienen cuatro jugadores. El nº1 es una especie de delantero pero más con funciones de palomero, esperando un pase para simplemente correr un poco y empujarla dentro. El nº2 suele ser el mejor jugador del equipo, dispuesto a pasar la pelota al 1 pero también capaz de driblar toda la defensa rival y marcar un gol. El nº3 es una especie de quaterback. Un gran pasador, que coloca la pelota a punto para que sus compañeros puedan marcar. El 4º suele encargarse de la defensa. Los puestos más interesantes son el 2º y el 3º, pues tienen enormes responsabilidades tanto en defensa como en ataque.
Los jugadores de polo tienen asociada una determinada categoría, denominada handicap. El handicap es una puntuación que va desde el -2 hasta el 10. Un jugador parte con la puntuación negativa. Dos de cada tres jugadores nunca superan dicha puntuación, lo cual es una muestra más de la extraordinaria dificultad de este deporte.
El handicap es una medida de la importancia de un jugador para el equipo. Se tienen en cuenta numerosos aspectos: control de la pelota, monta y dominio del caballo, estrategia dentro del juego, visión general. Una peculiaridad única del polo es que en esta escala también se mide la deportividad, todo un detalle que ennoblece al deporte.
La puntuación del handicap es asignada por la federación correspondiente. Sorprendente resulta que esta puntuación tiene un paralelismo muy exacto en el número de goles. Si sumando los handicaps de los diferentes jugadores de cada uno de los equipos hay una diferencia de 7 puntos, es de esperar que ese equipo gane por una diferencia de 7 goles. Con lo que es posible, y necesario dada la dificultad para conseguir encontrar equipos parejos, que los partidos se celebren con esa ventaja: el equipo con mayor handicap tiene que vencer por una diferencia de goles superior a esa diferencia. En este caso de 7 puntos de diferencia, un resultado de 10-17 sería considerado un empate.
Los encuentros no son siempre con handicap, pero resulta difícil crear competiciones dada la disparidad de las fuerzas. El mejor país con diferencia en el mundo del polo es Argentina. Argentina es al polo, desde inicios del siglo XX, lo que Estados Unidos fue al baloncesto durante el siglo pasado o lo que Rusia al ajedrez. Puede que incluso la diferencia sea aún mayor. Argentina es el único equipo del mundo que puede presentar un equipo de handicap 40 (10 + 10 + 10 + 10) sin problemas a las competiciones mundiales. Ha ganado casi todas las competiciones de la Historia y cuenta con los mejores jugadores del mundo.
Así, vemos que la escala del polo parte de un número negativo, que entendido en goles puede significar que eres un estorbo para el equipo. Es dificilísimo superar esa puntuación. Pero como en cualquier escala logarítimica subir un escalón es tremendamente complicado. La mayoría de los mejores jugadores de cada país no tienen un handicap de más de 5.
Esa es la dificultad insuperable del polo: los cuatro mejores jugadores del mundo nunca perderían contra los cuatro siguiente mejores. Y posiblemente les aplastarían. Una selección de nivel medio-alto podría perder por un 30-5 ante Argentina. Eso no ocurre en fútbol, y casi en ningún deporte.
La dificultad del polo queda patente si seguimos los pasos del que es considerado hoy en día el mejor jugador de polo en activo, y el que quizás sea el mejor de la historia: Adolfo Cambiaso. Adolfito.
Observemos cómo fue superando sus puntuaciones de una forma gradual, con una lentitud que puede resultar pasmosa. Es sin lugar a dudas el mejor jugador del mundo. Pero no alcanzó el handicap 10 hasta mucho tiempo después de iniciarse en el juego:

  • 12 años: consigue el -1
  • 13 años: consigue el +3
  • 14 años: consigue el +6
  • 16 años: consigue el +7
  • 17 años: consigue el +9
  • 19 años: consigue el +10 (la persona más joven de la Historia en conseguir esa puntuación, en EEUU había llegado al handicap 10 con sólo 17 años).

El handicap 10 simplemente indica un jugador profesional de una fuerza extraordinaria. En pocos deportes se alcanza este nivel de maestría con tanta dificultad como en el polo.
Me ha sorprendido la poca información que hay en general sobre polo en Internet. Uno de los problemas de este deporte es la diferencia entre las distintas Federaciones Nacionales. Al no haber un juego de reglas estricto a nivel mundial, hay dificultades para establecer competiciones importantes. De ahí que el polo no sea un deporte olímpico y ni siquiera figure en la lista inicial de deportes que mostraba ESPN, lista que sí incluía la pesca y el rodeo.
Los partidos de polo son como los de tenis de mesa si se jugara con pelotas invisibles. Todo sucede tan rápido que no hay forma de ver nada. En este breve video (1 minuto) puede verse el dominio de Adolfo Cambiaso controlando la pelota. Hay que indicar que la imagen está a cámara lenta. Hasta parece fácil.
Ver el video.
Otra medida de la extrema exigencia de este deporte es el desgaste para los caballos. Se juega en seis tiempos (chukkas) de siete minutos cada uno. En los partidos de máximo nivel cada equipo usa un caballo por cada periodo de tiempo, para tenerlos siempre recuperados y a la máxima potencia. Esto añade una nueva dificultad: no basta con tener un buen caballo con el que se obtenga una total armonía, hay que ser flexible con la montura, pues en un mismo partido se llega a contar hasta con seis caballos distintos.
Es un deporte muy interesante. Todo lo aquí expuesto está contrastado con fuentes aparentemente fiables, pero si has detectado algún error no dudes en indicarlo en los comentarios.
Fuentes: Las citadas, y el completo artículo de la Wikipedia en inglés.