Status quo ante bellum

Qué duda cabe que en las guerras sólo hay perdedores. Aunque por lógica todas sean prescindibles y malas soluciones, el paso de los tiempos demuestra su necesidad en el sentido de que son inevitables.

El término status quo ante bellum se refiere a aquellas guerras que acaban del mismo modo en que empezaron. Es decir, las cosas se quedan como estaban antes de la guerra.

Teóricamente es la forma de absurdo más pronunciado para un conflicto militar: dos que se pelean, todo queda igual que al principio, salvo los numerosos muertos, heridos y conmocionados que dejan a su paso. En la práctica, el status quo ante bellum es el mejor de los finales posibles a un conflicto. Porque nadie pierde nada, porque no se acumula el odio, porque la generación venidera no reabre las heridas del pasado.

En uno de estos empates, a veces los dos bandos se consideran ganadores. Mejor que mejor. Pero no, una guerra, aunque empatada, es una guerra de vencidos. Algunos ejemplos importantes de status quo ante bellum en la historia:

Qué: La última de las guerras Romano-Sasánidas
Cuándo: 602-609.
Quiénes: El Imperio Romano de Oriente contra el Imperio Sasánida.
Dónde: En los territorios actuales de Turquía, Egipto, Libia, Líbano e Israel.
Resultado: Status quo ante bellum.
Pero: En el 629, con ambos ejércitos agotados y muy mermados en su capacidad defensiva, el imperio del Islam se apoderaría de casi todas las provincias de tanto unos como otros.

Qué: Guerra de los Siete Años
Cuándo: 1756-1763.
Quiénes: Prusia, Hannover y Gran Bretaña, junto a sus colonias americanas y su aliado Portugal tiempo más tarde; y por otra parte Sajonia, Austria, Francia, Rusia, Suecia y España.
Dónde: La lucha fue por el control de Silesia, pero se desarrollo en todo el mundo, hasta en las Filipinas hubo batallas.
Resultado: Status quo ante bellum en la zona europea.
Pero: Los británicos y los españoles se apoderaron de casi todas las colonias francesas en América. Lo cual es curioso puesto que luchaban en bandos distintos.

Qué: Guerra anglo-estadounidense de 1812
Cuándo: 1812.
Quiénes: El Imperio Británico (la Colonia de Canadá) contra los Estados Unidos.
Dónde: En los territorios actuales de Estados Unidos y Canadá.
Resultado: Status quo ante bellum
Pero:
EEUU
2.260 muertos en combate
4.505 heridos
17.000 muertos por enfermedades
CANADÁ
1.600 muertos en combate
3.679 heridos
3.321 muertos por enfermedades

Sobre esta guerra escribí hace un año este artículo. Y lo terminé hoy.

Qué: Guerra Irán-Irak
Cuándo: 1980-1988.
Quiénes: Irán contra Irak.
Dónde: El territorio fronterizo entre ambos países.
Resultado: Status quo ante bellum.
Pero:
Irán:
188.015 muertos oficialmente, se estima que fueron hasta 800.000.
Pérdidas económicas de unos 500.000 millones de dólares.
Irak:
Entre 250.000 y 500.000 víctimas, tanto muertos como heridos, personal militar y civil.
Pérdidas económicas de unos 500.000 millones de dólares.

Qué: Guerra de las Malvinas
Cuándo: 1982.
Quiénes: Argentina contra Reino Unido.
Dónde: Islas Malvinas.
Resultado: Status quo ante bellum.
Pero:
Argentina:
6.493 muertos
1.188 heridos
Reino Unido:
258 muertos
777 heridos.

Fuentes:
La Wikipedia, en su artículo sobre el status quo ante bellum, y los enlaces más arriba indicados.

Mis nuevas tecnologias

En España la crisis económica está golpeando con bastante dureza. Una de las causas es el agotamiento del modelo económico basado en la construcción.

Un razonamiento evidente es que a España le iría mucho mejor con un sistema productivo de más calidad, más basado en las tecnologías modernas y más requeridas. Y sobre eso, hay numerosas ideas y algunos caminos interesantes que se están recorriendo o descartando, pero que están ahí y son sobre los que habría que luchar.

En el mundillo de Internet y el submundo de los blogs, los mensajes de apoyo a las nuevas tecnologías son continuos. Y aunque son para bien, no hay que ser tonto, en muchos casos son mensajes interesados.

El que tiene un chiringuito online trata de justificar que “el gobierno debería fomentar mi chiringuito online porque es nuevas tecnologías y ahora hay que fomentar las nuevas tecnologías.”

Esto es digno de ser criticado y aprovecho para hacerlo. El que quiera tener empresas cutrecillas de ámbito tecnológico, pues que las tenga. No son menos malas o necesarias que una ferretería o un servicio de limpieza de piscinas. Pero me parece desmesurado que tengan la cara de hablar de que lo suyo es algo que está cambiando el mundo y que un empujoncito del gobierno es necesario para mejorar el mundo. Eso ya no está bien.

Un caso típico son las redes de blogs. Las habrá mejores y peores, pero la red de blogs media, ni la peor ni la mejor, es un trabajo esclavista. Los editores (escritores) de estas redes son personas que saben leer, escribir, tienen conocimientos modernos de informática y tienen algo que decir. Pueden vivir en el país más pobre del mundo y estar en las peores condiciones económicas imaginables. Pero no es justo que se les pague cuatro duros (por ahí leí de uno que pagaba un post a apenas dos euros, y tenía que ser contenido original y estar bien escrito).

Si el gobierno apoyara estos proyectos tecnológicos punteros, lo que estaría apoyando es a uno que paga a sus empleados en dinero negro o a la freelance cantidades de pacotilla. Y con más dinero o subvenciones no pagaría mucho más, lo que haría sería que además de tener un blog de Apple y otro de Tendencias, tendría uno de aficionados del Osasuna y otro de coleccionistas de postales antiguas. ¿Y dónde estaría el avance tecnológico, y el valor añadido, y el progreso de nuestro país en todo eso?

Luego están los que han visto un producto que funciona en Estados Unidos y quieren lanzarlo en España antes de que aquel producto inicie la expansión territorial. Un Facebook a la española, un buscador a la española, un Twitter a la española.

Oiga, que ellos no tienen acentos, que no es lo mismo y ellos no conocen la idiosincrasia española de la siesta y de enterrar una sandía en la arena de la playa.

Estos productos aportan innovación igual a cero. Tienen interés porque al final se crearán puestos de trabajo en España y todo eso. Y me parece bien que se hagan. Pero menos palmaditas en el hombro y menos pensar que se está inventando el mundo, que eso ya está hecho en Estados Unidos y es crear lo mismo cambiando las imágenes y los textos. Que no se hace ni en una tarde ni en dos, que hace falta dinero para montarlo. A todo que sí. Pero no a que es un avance tecnológico. Porque no lo es.

Y otra cosa son los que dicen “apoyar la tecnología para avanzar” y decir que si la banda ancha es mucho más barata en Suecia y en Japón y que el ADSL cueste 40 euros al mes hace que no avance la tecnología. Venga ya, que 40 euros al mes no es dinero, eso se consigue escribiendo 20 post en una de esas redes sociales low cost. El acceso a Internet podría ser más barato y eso sería bueno. Los CDs vírgenes podrían ser más baratos y eso también sería bueno, pero ambas cosas tienen precios de risa para el país en el que vivimos.

En estos casos lo que se quiere es “ya que uso la tecnología, que salga beneficiado en mis gastos”. Esto no es innovación y una persona no se va a comprar el ADSL porque valga la mitad. La realidad es que ya hay cosas que valen la mitad que el ADSL y te permiten el acceso a Internet (que no a las redes P2P de descarga) y la gente no las usa. Porque ahora mismo sólo se usa internet para el P2P, ver el periódico, lo que ha salido en la quiniela que no ha tocado, ver el correo electrónico y poco más.

Luego están los emprendedores, que hacen cursos y jornadas para emprendedores, que tienen Blackberry e Iphone y cuenta de Twitter pero que se dedican full time al emprenderísmo. Luego salen ideas y conceptos malsanos, preocupantes, como la “gestión de la identidad online”, de lo que se crea una empresa a su vez, una empresa que se dedica a atender a todos esos profesionales del emprenderísmo. Y claro, como ellos son emprendedores no tienen una marca, la marca son ellos. Tienen un blog que es su nombre y dos apellidos. Copiando la idea de algún innovador que no ha inventado nada. De la mayoría de estos emprendedores no se sabe ni lo que venden.

Pues toda esta tropa quiere que creemos que ellos están mascullando cómo será el futuro. Un emprendedor es el notas de la papelería de mi barrio, que antes de la siete está abriendo y no tiene tiempo de ir a congresos ni de actualizar su Twitter. O el del bar de enfrente que se ha dado cuenta de que había que cambiar las fotos de los bocadillos. No uno que anuncia que está en la Terminal del aeropuerto, presto a llegar a uno de los congresos de emprendedores.

Los verdaderos proyectos de avance tecnológico y de los que no se habla porque no le interesan a nadie, o a nadie que tenga blogs, y que se me ocurren ahora, son del tipo:

Informatizar la justicia. De pe a pa. Echarle millones de euros al proyecto porque hace verdadera falta. Con eso funcionando, sobrarían algunos cientos de miles de funcionarios. Otra cosa es que esos funcionarios seguirían trabajando. El presupuesto en modernizar la justicia tendría que ser de un cheque sin hacer preguntas.

Informatizar los trámites administrativos. Eso es empujar el desarrollo de Internet de verdad. No que te puedas sacar el certificado de empadronamiento por Internet, sino que sea la única forma de hacerlo. Oiga que es que hay una abuela en un pueblo de Cuenca que no tiene acceso a Internet. Pues esa pobre señora tendrá que ir a un cibercafé con su nieto o pagar a una empresa cutre de “tecnologías de la información” que se dedique exclusivamente a eso.

En Estados Unidos, donde se realiza el curiosísimo sorteo de las Green Cards (permisos de trabajo, ¡Por sorteo!) la única opción de participar es mediante solicitud electrónica (con foto escaneada y rellenando un formulario). En países como Perú se han creado literalmente pequeñas empresas “tecnológicas” que se dedican a hacerle las fotos a indígenas que no saben distinguir un ordenador de una lavadora y a rellenarle sus datos. Con esto se eliminarían miles de penosas ventanillas en que los jubilados guardan el turno a sus nietos. Y muchos funcionarios menos. Eso es dinero ahorrado y eso es avance tecnológico.

Es llamativo que vivamos en un país que se preocupa más de esa jubilada de un pueblo de Cuenca que no tiene Internet que de los millones de trabajadores que no pueden realizar trámites administrativos porque no pueden faltar a su trabajo. Oiga, que esa jubilada de Cuenca tiene el DNI caducado desde hace veinticinco años. Y ha sobrevivido sin ningún problema. Creo que podrá pasar sin esos certificados de empadronamiento.

Reciclaje de cerebros

Una forma original de entretenimiento consiste en prenderle fuego a un contenedor de reciclaje de papel. Todo lleno de combustible, arde completo en pocos minutos, y suele bastar con una cerilla para iniciar la combustión.

Desde luego que estas personas justifican la existencia de cárceles como la de Guantánamo. Pero, ¿Qué decir de los voluntariosos ecologistas de salón que se encuentran el contenedor reducido al tamaño de una papelera, hecho cenizas? Llegan con su bolsita llena de botellas que tirar (normalmente el contenedor de vidrio está al lado del de papel y corre la misma suerte) o con el penúltimo tomo de una enciclopedia para tirar.

Para ellos es una enorme molestia encontrarse con la destrucción del contenedor. Lo que resulta realmente lamentable, y me incita a sugerir la existencia de contenedores para el reciclaje de cerebros, es que no les importa que el contenedor no exista. Van y dejan sus botellitas o sus papelotes entre las cenizas de lo que en un momento fue un contenedor.

Estas personas han desarrollado automatismos propios de protozoos, vidrio->contenedor de vidrio. Si el contenedor de vidrio no existe, lo tiro en el sitio donde estaba anteriormente.

Peor aún son algunos especímenes que, tras la retirada del contenedor quemado por parte del ayuntamiento, dejan la bolsa de reciclaje en el lugar donde antes había un contenedor de reciclaje. Esto ya recuerda a los perros que siguen visitando la tumba de sus antiguos amos.

Señoras y señores. El vidrio se tira en el contenedor de vidrio si hay contenedor de vidrio. Si no, se busca otro y se tira en ese. Y si no, pues en la basura de toda la vida.

Esta en el aire, en alguna parte

¿Internet? No he llegado ni a usarlo. Internet es una enorme distracción.[…]
Yahoo me llamó hace ocho años […] ¡Querían que pusiera uno de mis libros en Internet! ¿Sabes lo que les dije? Iros a la mierda. Iros a la mierda vosotros y el Internet.
Te descentra.[…] No tiene sentido ninguno; No es real. Está en el aire, en alguna parte.

Ray Bradbury, el autor de Fahrenheit 451. Con noventa años, la culpa es de los periodistas, por publicar lo que dice, sin importarles el desprestigio que causan a la memoria de un mito viviente de la literatura.

Visto en esta página.

Kuuk Thaayorre

El kuuk thaayorre es un lenguaje derivado del Paman. Actualmente lo hablan unas 200 personas en la costa oeste del cabo York, en Australia. Es uno de los pocos idiomas aborígenes que aún aprenden los niños en esta remota región de Australia.

Aunque nunca habías oído hablar de esta lengua, te puedo asegurar que ya nunca la olvidarás. A pesar de ser un idioma de una tribu no muy famosa por sus avances tecnológicos, el desarrollo sintáctico y morfológico de las palabras es bastante avanzado e inusual.

Una de las características más interesantes del idioma es su forma de establecer las direcciones. En casi todos los idiomas que conoces, las direcciones y posiciones se marcan respecto de la situación de la persona que habla. El Seat Ibiza tuneado estaba a mi derecha. Dame dos docenas de ciruelas de las que tienes a la izquierda.

Aunque con otras palabras y expresiones, griegos, franceses, ingleses, alemanes, árabes, rusos y africanos, todos usan construcciones similares con términos más o menos equivalentes a derecha e izquierda, delante o detrás.

La peculiaridad del lenguaje de los Kuuk Thaayorre es que ellos dan referencias absolutas en este tipo de indicaciones. No hablan de tu derecha o tu izquierda, sino de la derecha e izquierda de la Tierra, es decir, los puntos cardinales.

Y eso es sencillamente increíble porque fuerza a tener que pensar no dónde está el Seat Ibiza o las ciruelas, sino que en primer lugar hay que pensar dónde está la tienda, si al norte, al sureste o al nornordeste.

En un artículo brillante, Lera Boroditsky diserta sobre su viaje a esta región para conocer de primera mano esta peculiaridad que probablemente sea única en el mundo.

Una consecuencia obvia de su forma de hablar es que en todo momento tienes que tener el sentido de la orientación, o de lo contrario no puedes hablar correctamente. El saludo normal en kuuk thaayorre es “¿A dónde vas?” y la respuesta debería ser algo como “Sursureste, a media distancia.” Si no sabes en qué dirección estás situado, ni siquiera puedes decir “Hola”.

Normalmente la anécdota es lo suficientemente curiosa de por sí como para justificar el viaje. Pero Lera Boroditsky realizó un experimento aún más interesante.

comic-heb

Con un poco de suerte, la de arriba sea la primera tira cómica que veas en hebreo. Aparte de no entender nada, te fijarás en que los textos están escritos de derecha a izquierda. La primera viñeta es la que está arriba a la derecha, por eso viene primero el dibujo y luego lo que se supone que dice. En los lenguajes actuales de occidente y no en todos pero sí en muchos, lo habitual es hacerlo al revés, como todos conocemos, de izquierda a derecha.

tira-mortadelo

Aquí estamos realizando una ordenación temporal de las viñetas, de acuerdo a nuestra forma de plasmar la escritura. Para los españoles, ingleses o alemanes, una historia transcurre de izquierda a derecha. Para los hebreos o árabes, de derecha a izquierda.

Esto se traduce en la forma de organizar la información. Si le damos cuatro dibujos a un rumano, para que los ordene formando una historia, colocará a su izquierda aquel que considere la primera parte de la historia. A la derecha de este la segunda, luego la tercera y finalmente la cuarta en el último lugar. Y lo hará así aunque no le demos instrucciones específicas sobre cómo debe realizar la ordenación.

También está comprobado mediante estudios que aquellos que usen principalmente lenguas que ordenan mayoritariamente en el otro sentido, ordenarán de la otra forma, de derecha a izquierda. Pero la gente de Kuuk Thaayorre, ¿Cómo lo hará?

Esta investigadora decidió llevar a cabo este experimento con estas personas de idioma tan singular, para llegar al no menos singular resultado de que ellos ordenaban la historia de este a oeste. Es decir, la propia construcción del idioma tiene implícita una ordenación singular del tiempo, como algo que sucede de este a oeste.

Imaginad la situación, si le decís a un niño que realice la ordenación, la hará de una determinada forma. Si le dices que os giréis, reordenará las viñetas en la forma simétrica, siempre teniendo en cuenta el sentido de la posición en que se encuentra.

Con gentes asín, ¿Quién necesita un GPS?

Fuentes:

El estudio en cuestión, es mucho más interesante de lo que esta pequeña anécdota trata. Otro fragmento:

[Hablando de los géneros gramaticales (aquello del masculino-femenino-neutro)]

Por ejemplo, algunos idiomas de los Aborígenes en Australia tienen hasta dieciséis géneros, entre los que destacan géneros para armas de caza, animales caninos, cosas que brillan o como en el famoso título del libro del lingüista cognitivo George Lakoff, “Mujeres, fuego y cosas peligrosas”.

Sobre esto indicar que en la Wikipedia indican que el idioma con más géneros gramaticales es el Yanyuwa, lengua aborigen, que cuenta con un total de 16 géneros. Estos son:

  • Femenino (de tipo humano)
  • Masculino (de tipo humano)
  • Femenino
  • Masculino
  • Comida (no cárnica)
  • Arbóreo
  • Abstracto
  • Partes del cuerpo
  • Parentesco familiar
  • Relación formal entre personas conocidas
  • Relación formal entre personas a nivel de abuelos
  • Relación formal entre personas que se evitan
  • Grupos humanos
  • Nombres de personas
  • Nombres ceremoniales
  • Nombres de sitios

En la explicación sobre los géneros gramaticales en los idiomas aborígenes, se narra la curiosa gramaticología de la palabra erriplen (avión en la lengua Gurr-goni).

Erriplen [avión] es un nombre del género “vegetales comestibles”. Esta confusión proviene de las siguientes analogías lógicas: En primer lugar, el género “vegetales comestibles” tiene que haberse extendido a otras plantas, y de ese modo, a todos los productos fabricados en madera. Las canoas están hechas con madera por lo que, lógicamente, también estarían incluidas en esta categoría. El género se amplía a todos los medios de transporte y así, al tomar prestada la palabra erriplen para introducirla en su lenguaje, se le asignó el género “vegetales comestibles”. Aunque las analogías tienen sentido en su propio uso, para nosotros el resultado es, sin embargo, un poco paradójico y extraño.

También han hablado sobre ese artículo en castellano en esta página.
Artículo sobre el uso de los reflexivos en el kuuk thaayorre (para gente con conocimientos elevados de lingüística).

Artículo relacionado: La Lengua Piraha.

Encarcelamiento

Hay personas y animales que mueren tras unas cuantas horas de cautividad. Un masái que pase más de tres días en prisión morirá. Acostumbrado a la extensión de la estepa, en prisión está condenado a morir.

Las autoridades coloniales británicas en Kenia si dieron cuenta de ello en su día debido a las malas experiencias, así que decidieron castigar a los masái de otra manera: con azotes o confiscándole ganado.

Si encerramos en un contenedor a perros esquimales, éstos moriran en una o dos horas. No se adaptan a la estrechez. A numerosas personas les pasa lo mismo.

Fuente: Rüdiger Nehberg, Manual del Aventurero.

Artículo muy relacionado: Pena de muerte.

Curación del asma

Los enfermos de asma normalmente sólo encuentran que con el paso del tiempo su dependencia de los medicamentos y el inhalador aumentan, mientras que los síntomas no disminuyen. Hay personas que pasan por urgencias médicas cada pocas semanas.

El siguiente artículo muestra el caso de una persona que hizo lo que todos los enfermos: probó uno tras otro todos los medicamentos y tratamientos posibles sin que ninguno se mostrase eficaz.

Entonces se enteró de la existencia de un gusano que infecta al cuerpo humano, el anquilostoma, provocando una desagradable enfermedad: la anquilostomiasis.

Es de estas enfermedades que no habías oído hablar jamás y resulta que la tienen 600 millones de personas aproximadamente. (sí, seiscientos millones, que no se me ha ido la mano).

Esta enfermedad produce anemia y hemorragias intestinales crónicas. Pero según cuenta el relato en cuestión, los que la padecen no sufren asma. O al menos eso decía un documental de la BBC.

Pues bien, el paciente en cuestión, desesperado por su gravísimo asma, decidió infectarse con esa enfermedad. Y su relato es una maravilla de lo extraño que inunda internet: quieres contagiarte de una enfermedad que tienen 1.000 millones de personas y no es sencillo.

Lejos de ser la narración de un pirado con altas dosis de credulidad, en todo momento se dan indicaciones casi científicas (y digo casi porque ningún médico recomendaría lo que aquí se cuenta). Nuestro sufrido paciente, ante la dificultad de contraer la enfermedad en un país desarrollado, no tuvo más remedio que ir a Camerún.

Camerún es uno de esos países de África que no salen en el folleto de Halcón Viajes, porque no es turístico. Si un país es turístico, entonces se complica el contraer anquilostomiasis. Para lograrlo, hay que realizar unas excursiones que no ofrecería ningún touroperador.

Y bueno, no me gusta desvelar los misterios. El relato es extrañísimo. Contrajo la enfermedad. Y se curó del asma. Pero claro, para evitar una recaída, no tuvo más remedio que mantenerse enfermo de anquilostomiasis. Y a pesar de ser una enfermedad mil millonaria, en el mundo en que vivimos, de asepsia y limpieza, casi tuvo que montarse un cultivo en casa para poder mantener a sus gusanitos en perfecto estado de enfermedad.

En fin, una de las lecturas más extrañas de Internet, en mucho tiempo.

Vía: Blog de Seth Roberts (uno de los blogs más interesantes de Internet).

Nota posterior:
Un artículo de New Scientist sobre los gusanos parasitarios como método alternativo para curar enfermedades.

Marian Andersson

De nuevo Alex Ross en un artículo muy interesante sobre la cantante afroamericana (negra) Marian Andersson.

Normalmente pensamos sobre el racismo existente en Estados Unidos, o en otros lugares, como algo horrible que apartaba por completo a los que lo sufrían de la felicidad y la prosperidad.

La historia de la cantante Marian Andersson, que pasó un verdadero calvario para conseguir desarrollar una carrera musical, demuestra que no siempre fue así. En su caso, lo extraordinario de su voz fue motivo suficiente como para brillar, aún a pesar de sufrir numerosas dificultades y desprecios continuos.

Por un lado se hizo millonaria dando conciertos por todos los Estados Unidos y Europa. Pero seguía siendo una “ciudada de segunda categoría”. Quizás el caso más llamativo fue su paso por Princeton, en New Jersey. La cantante viajaría para dar un concierto, cuyas entradas estarían agotadas desde hacía semanas y por el que Marian Andersson cobraría una fortuna. El público sería en su inmensa mayoría blanco y disfrutaría extraordinariamente con su música.

Pero al mismo tiempo, cuando fue a registrarse a un hotel donde pasar la noche, en la recepción no tuvieron reparos en rechazarla y decirle que no tenían habitaciones para ella.

Ese doble rasero fue quizás lo más duro y lo que permitió que el racismo se prolongara durante tantos años. En muchos aspectos, los negros vivían de forma absolutamente normal. Alcanzaban reconocimiento, prestigio. Pero en otros, a veces más sencillos, eran ninguneados. Cuentan que ante la imposibilidad de encontrar un hotel donde dormir, Marian Andersson no tuvo otra que quedarse a dormir en casa de Albert Einstein.

La otra “anécdota” que muestra la ironía de la situación fue uno más de sus viajes en las giras de conciertos. Viajaba por Alabama con el pianista alemán Franz Rupp, mientras en Europa se combatía en la Segunda Guerra Mundial.

Marian Andersson tuvo que quedarse fuera, en los andenes, soportando el frío, esperando a que su acompañante pudiera traerle un sándwich de la cafetería. En la sala de espera, a la que la cantante negra no tenía acceso por su color, se encontraban guarecidos unos cuantos prisioneros de guerra alemanes.

Pero desde luego, la mayor muestra del sinsentido es la que se detalla en el artículo de Ross, cuando la cantante recibió el rechazo de las Daughters of the American Revolution que no le permitieron actuar en Constitution Hall, la mayor sala de conciertos de Washington. Y Roosevelt, el Presidente de los Estados Unidos, enfadadísimo, le permitió cantar desde el Monumento a Lincoln.

Es como si no te dejaran entrar en la piscina de bolas del Ikea y como represalia decidieran reservar para ti solo el Disney World.

Un video en Youtube de ese concierto histórico.

Mahler: mejores versiones

Un artículo que apreciarán cuatro, razón de más para escribirlo.

Alex Ross, el crítico de clásica del New Yorker, ha publicado una muy recomendable lista con las que considera las mejores interpretaciones de cada una de las sinfonías de Mahler.

Ni qué decir tiene que es cuestión de gustos, pero siempre es bueno saber lo que opinan los que tienen buen gusto. Alex Ross ha oído probablemente todas las grabaciones que existen de todas las sinfonías de Mahler, por lo que tiene una opinión de peso.

Su selección es muy ecléctica, tanto versiones clásicas y consolidadas como algunas de directores que no son tan reconocidos, e incluso se atreve a sugerir que un disco del 2009 es la mejor versión que existe de la sinfonía nº4.

Lo mejor de la lista es que todas las versiones están en el Emule.

No. 1: Rafael Kubelík, Bavarian Radio Symphony (DG)
en Amazon
(5 estrellas de media)
En el Emule

No. 2: Simon Rattle, City of Birmingham Symphony (EMI)
en Amazon (4.2 estrellas de media)
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No. 3: Jascha Horenstein, London Symphony (Unicorn) or Claudio Abbado, Berlin Philharmonic (DG)
En Amazon (4.8 estrellas de media)
En el Emule

No. 4: Iván Fischer, Budapest Festival Orchestra (Channel Classics)
En Amazon (4.66 estrellas de media, sólo tres opiniones)
En el Emule

No. 5: Leonard Bernstein, Vienna Philharmonic (DG)
En Amazon (4.1 estrellas de media)
En el Emule

No. 6: Pierre Boulez, Vienna Philharmonic (DG)
En Amazon (4.4 estrellas de media)
En el Emule

No. 7: Michael Tilson Thomas, London Symphony (BMG)
En Amazon (4.3 estrellas de media)
En el Emule

No. 8: Horenstein, London Symphony, 1959 (BBC Legends)
En Amazon (4.8 estrellas de media)
En el Emule

No. 9: Bernstein, Berlin Philharmonic, 1979 (DG)
En Amazon (4.4 estrellas de media)
En el Emule

No. 10: Rattle, Berlin Philharmonic (EMI)
En Amazon (4.3 estrellas de media)
En el Emule

A Rückert Lieder, Kindertotenlieder, Lieder eines fahrenden Gesellen: Janet Baker, John Barbirolli, New Philharmonia Orchestra (EMI)
En Amazon (5 estrellas de media)
En el Emule

B Das Lied von der Erde: Christa Ludwig, Fritz Wunderlich, Otto Klemperer, New Philharmonia Orchestra (EMI)
En Amazon (4.8 estrellas de media)
En el Emule

Las valoraciones de Amazon son muy altas para todas estas versiones, casi siempre son “la recomendada” por el propio buscador de Amazon.

Es increíble que haya dos de ellas que tengan 100% de máximas valoraciones, el público de clásica es muy exigente y el mahleriano, ni te cuento. Sólo productos extraordinarios obtienen calificaciones tan altas.

APIlogía

En informática una API es algo así como un montón de funciones que puedes llamar cuando y como quieras, y de las que esperas saber el resultado, sin saber cómo están hechas.

Por ejemplo, una API de Windows te permite saber el nombre de tu ordenador o el tamaño en gigas de tu disco duro. No sabes cómo se realizan esas operaciones, sólo que lo llamas de una manera y obtienes la respuesta correcta.

En Internet se han generalizado las APIs, son una cara más de la llamada Web 2.0, en que todo es muy colaborativo. Con una API puedes preguntar por videos de Youtube que tengan la palabra clave “callejeros” y obtendrás como respuesta una lista de videos, con los que, dependiendo de tu imaginación, podrás realizar unas cosas u otras.

Prácticamente cualquier servicio de uso común tiene su propia API: Google, Yahoo, Wikipedia, Flickr, Twitter, Google Maps, Youtube…

Mediante combinaciones de ellos se pueden realizar algunos servicios interesantes. Son los llamados Mashups (mezclas). Puedes mostrar fotos de Flickr en mapas de Google, o resultados de búsquedas en Yahoo sobre términos de la Wikipedia. Las combinaciones posibles son infinitas y algunos productos creados con este sistema son realmente interesantes.

Lo que no se suele decir es que la mayoría de las APIs de conexión a servicios tienen unas restricciones tan graves que las hacen completamente inútiles.

Normalmente se hace un ejemplo chorra que muestra a un usuario de Twitter en un mapa de Google y nos admiramos de la potencia (e inutilidad) que puede alcanzar la mente humana con la tecnología actual. Pero de acuerdo a las condiciones de uso de estas APIs, apenas si son válidas para un número muy limitado de consultas diarias.

Y entonces es cuando surge el patético aspecto del Internet actual, de gurús de pacotilla y gañanes crecidos jugando a ser periodista. Se monta un ejemplo que funciona bien la primera media hora, se habla de “esta nueva API cambiará el mundo” y no se va más allá. Ni siquiera se piensa si se puede hacer algo realmente poderoso con ella.

El ejemplo más claro de todo eso es Twitter. He leído varias veces que “la API de Twitter es su mayor fortaleza y la que le ha hecho triunfar”. La realidad es que la API de Twitter es una de las más limitadas que existen. Y es sorprendente lo inútiles que son algunos de los que cantan sus alabanzas, pues demuestran estar totalmente alejados de la realidad tecnológica.

Si la API te permite realizar “una consulta por segundo” suena como que es mucho, pero no lo es. Menuda flexibilidad que tienen los muchachos. Si supiera dibujar, os hacía un gráfico, os lo expreso en mis famosas listas:

  • Hago una API
  • El gurú hace un ejemplo trivial, como mostrar su usuario de Twitter en un mapa
  • El gurú concluye que si se ha podido hacer eso en cinco minutos, con ingenio y paciencia se puede conquistar el Universo
  • La API se hace famosa
  • Personas con algunas luces intentan hacer algo de provecho
  • Se les ocurren productos que son realmente ingeniosos y aprovechan la potencia de la API
  • La gente usa esos productos
  • La API tiene limitaciones que hacen que deje de estar operativa a las pocas horas de uso
  • La gente deja de usar esos productos, que no funcionan

Y entonces llegamos a la situación actual, en que las aplicaciones ÚTILES que usan una de estas APIs se pueden contar con los dedos de una mano. Y normalmente funcionan porque han solicitado un permiso especial (a veces pagando) para emplear la API más allá de lo que los términos de uso permiten.

Es decir, que se anuncian a bombo y platillo las APIs “para que la gente haga cosas con ellas” y luego los que realmente lo intentan se dan cuenta de que no son válidas para aplicaciones que tengan una mínima carga de trabajo. Es decir, que son APIs de juguete.

La API de Flickr

Mención especial merece el caso de Flickr. Su API permitía hacer búsquedas y ordenaciones por palabras clave relacionadas con las fotografías.

El único caso de empleo de la API que conozco y que ha servido de algo es aquel que muestra fotografías de chicas guapas. Ya sea mostrando catálogos de bellezas o juegos en que hay que votar “¿Quién es la más guapa?”. Con todo eso se han formado algunas aplicaciones muy exitosas.

Pero claro, a las chicas que suben sus fotos del verano a Flickr les sorprende y asusta verse en un mercado de carne en que las comparan, valoran y opinan todo tipo de obscenidades sobre ellas.

El problema es que el empleo de la API por parte de estos sitios es 100% legal. Y Flickr no tiene otra idea que ir cerrando uno tras otro todos estos servicios, por el bien de sus usuarias.

Es decir, crean unas funciones “para que la gente las use”, el ser humano las usa de la única forma provechosa que se le ocurre, y claro, como no es políticamente correcta, pues se deja de permitir.

No se reconoce el error de crear una API, o se limita su uso. No, ahí está para quien quiera poner una foto enmedio de un mapa. Pero si quieres hacer algo que use la gente, aparecen las restricciones que la convierten en inútil.