Nuevos héroes

Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca, lugar donde había sido dejada por sus padres Cefeo y Casiopea para ser devorada por el monstruo marino Ceto por orden de un oráculo. Perseo se enamoró de ella y decidió liberarla, por lo que tras pedir su mano a Cefeo y Casiopea mató al monstruo con su espada o, según otras versiones, petrificando una parte del monstruo al mostrarle la cabeza de Medusa.

Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte a puñetazos. A continuación recogió el hilo y así pudo salir del laberinto e inmediatamente, acompañado por el resto de atenienses y por Ariadna, embarcó de vuelta a Atenas, tras hundir los barcos cretenses para impedir una posible persecución.

La definición de héroe, según el Diccionario, es:

héroe.
(Del lat. heros, -ōis, y este del gr. ἥρως).
1. m. Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes.
2. m. Hombre que lleva a cabo una acción heroica.
3. m. Personaje principal de un poema o relato en que se representa una acción, y especialmente del épico.
4. m. Personaje de carácter elevado en la epopeya.
5. m. En la mitología antigua, el nacido de un dios o una diosa y de una persona humana, por lo cual le reputaban más que hombre y menos que dios; como Hércules, Aquiles, Eneas, etc.

Desde luego, aquello de matar seres mitológicos está complicado en los tiempos que corren en que hasta los inofensivos linces corren riesgo de extinción. Pero se puede esperar que un héroe haya realizado alguna hazaña, al menos una.
Sin embargo los tiempos han cambiado mucho. Los héroes modernos los inventan los medios de comunicación. Deciden engrandecer o desacreditar las acciones de una persona, a veces un tanto arbitrariamente, creando los héroes y villanos de los tiempos modernos, que nada tienen que ver con estas definiciones del diccionario.
Un héroe moderno sería el pocero bueno, del que ya hemos hablado. Sin embargo uno de los mayores héroes de la actualidad en España, de forma menos justificada, es Jesús Neira.
Expliquemos esta historia para los lectores de América que seguramente no la conocerán: Una pareja se encuentra en la recepción de un hotel. La mujer habla por teléfono y el hombre la insta de muy malos modos a que deje de hablar por teléfono, hasta le intenta quitar el teléfono. Luego la saca tirando de ella del hotel, hacia la calle. Todo esto sucede ante muchos miembros del personal de hotel, sin que nadie diga nada. El hombre sale a la calle mientras la mujer retrocede, alejándose de él.
Justo en ese momento, recién salidos del hotel, se encuentran con Jesús Neira, quien venía con su hijo. De lo anterior, hay imágenes grabadas por la cámara de seguridad del hotel. Todo ocurre muy rápido, en segundos Neira tuvo que decirle algo al agresor y este responderle de tan mala manera que Jesús Neira entra en la recepción del hotel y a renglón seguido entra el violento agresor que de un empujón lo tira al suelo.
Jesús Neira se da un fuerte golpe en la cabeza mientras que el maltratador le da dos puñetazos, ya estando él en el suelo. Lo deja allí tirado y se marcha.
Poco después Jesús Neira acaba ingresado por las lesiones recibidas y su vida corre peligro durante varias semanas. Tendrá secuelas causadas por la larga hospitalización en cuidados intensivos.
Mientras él se debatía entre la vida y la muerte, los medios de comunicación lo convertían en un héroe. Su defensa de un caso claro de maltrato, violencia de género o violencia machista lo ponen en el punto de mira ante una de las cruzadas de la actualidad.
¿Por qué es Jesús Neira el héroe? En mi opinión, porque se han dado las siguientes circunstancias, por orden de importancia:

  • La agresión se grabó en video por las cámaras de seguridad del hotel. Y ese video, se filtró a las televisiones.
  • Jesús Neira era profesor universitario. Al estilo alemán, se le menciona en las noticias todo el tiempo como profesor Neira.
  • Todos se prestaron al circo: La agredida se puso de parte del agresor, que al fin y al cabo es su novio, y no tuvo reparos en responder (dinero mediante) todo lo que los periodistas quisieron preguntarle. La familia de Jesús Neira y él mismo se prestaron a defender a capa y espada la causa de la lucha contra el maltrato.

Como antes decía, los héroes los crean los medios de comunicación. Y lo hacen porque vende, porque es bonito hablar de gente que se ha comportado mejor de lo que se espera de ellas. No todo son guerras.
Para que los medios hablen, tienen que tener de qué hablar. En este caso todos han colaborado: la mujer maltratada, apoyando a su brutal novio y sacando tajada del suceso, ha representado el papel de villano. En el papel bueno, todos los demás. Hablando para los medios, con declaraciones pomposas. “Lo haría de nuevo”.
¿Qué haría de nuevo?
Si se observa el famoso video, el video que creó la leyenda de este nuevo héroe, todo sucede en pocos segundos. No llegarán a veinte segundos. El héroe tuvo que decir algo, apenas una frase, recibir respuesta del matón de barrio y responder de nuevo. Y fue entonces cuando se produce la agresión.
Todo ocurre tan rápido que si somos fríos, aunque parezca que en estos casos no se debe, podemos resumir la actuación de este heroico contemporáneo en decirle un par de cosas a un hijo de puta. Si le quitamos el circo posterior, no hizo más que eso.
Sucesos más valientes que éste ocurren a diario. Algunos saltan de la dialéctica a la lucha física aún sabiéndose potenciales perdedores. El héroe televisivo no: todo pasó demasiado rápido, no tuvo tiempo ni de enterarse de lo que estaba ocurriendo.
Y no, no repruebo la acción del profesor Neira. Me parece muy bien lo que hizo. Pero de ahí, a héroe, a estar en la misma categoría de la Wikipedia que Teseo o Perseo, hay un salto demasiado grande que no estoy dispuesto a aceptar.
Ante la violencia de género (o machista, como quieran llamarla) me pareció mucho mejor y más heroica la actuación que cuentan en esta noticia.
Los ingredientes son los mismos: un agresor sobre su pareja y un hombre que interviene. Esta vez interrumpe las patadas que éste le daba a su pareja, inmovilizándolo. Luego vienen en su ayuda unos amigos del matón y el defensor se torna en víctima.
Aquí el héroe, quizás demasiada palabra para el gesto pero indudablemente más acertada que en el otro caso, se enfrentó al violento tras mesurar la situación, pasando al ring a las bravas. Luego también fue vapuleado, aunque sin llevarse un golpe en la cabeza.
Lo mejor de todo es cómo se valora su actuación: para tratar de valorarla se la compara a la del profesor Neira: “podía haberme pasado lo que a él” o sea, ayudar sin ayudar, ir a ayudar y acabar necesitando ayuda.
El gesto noble era el ayudar a la mujer golpeada. Hacerlo sabiendo que va a haber una lucha física es un punto a favor. Recibir un golpe mal dado que casi te mata no es ningún punto a favor y no convierte el hecho en más noble, sólo en más desafortunado.
El personaje de este segundo suceso se convierte en anónimo (un simple José María, sin apellidos, noticia secundaria y de un sólo día) mientras que al otro incluso le dan un cargo de presidente en una de esas asociaciones que tienen mucho nombre y dudosa utilidad.
Si lo pensamos, es como si Ariadna hubiera tenido que entrar en el laberinto para recoger a Teseo, herido por el Minotauro. O si se premiara a una de las anónimas víctimas que se sacrificaban anualmente ante el monstruo.
El héroe tiene que vencer, aunque muera. Es la única regla para ser un héroe.

Discurso de investidura

Hoy no se habla de otra cosa sino de la toma del cargo de Barack Obama como presidente de EEUU. En el siempre excelente blog del archivo del periódico The Times, hacen un recuerdo de cómo fueron los nombramientos de algunos presidentes americanos.
Dos de los más significativos presidentes de Estados Unidos, dijeron frases que pasaron a la Historia en sus discursos de investidura. Los más destacados:

Franklin Delano Roosevelt
; El hombre que superó la Gran Depresión:

La única cosa de la que tenemos que tener miedo es del propio miedo.

Gran frase que sintetiza la esencia de la Gran Depresión.
Más memorable aún fue la que diera John Fitgerald Kennedy en su discurso inaugural, la que probablemente sea su más famosa cita:

Y por eso, ciudadanos de Norteamérica: no os preguntéis que puede hacer vuestro país por vosotros – preguntaros qué podéis hacer vosotros por vuestro país. Ciudadanos del Mundo, no os preguntéis que puede hacer América por vosotros, preguntaros qué podemos hacer juntos por la Libertad.

El discurso actual, no importa como sea, carece del simbolismo de los que se pronunciaban hace décadas. Hoy en día los discursos los preparan equipos especializados, son algo industrial, como las magdalenas. Más profesionales pero menos frescos.
Aunque no viene al caso, aprovecho para meter con calzador una frase que me ha gustado mucho. Se refiere a la investidura no de un presidente sino de un vicepresidente: Theodore Roosevelt.
Primo lejano del otro presidente Roosevelt, ambos acabarían siendo dos de los mejores presidentes del país. Theodore Roosevelt era un pirado en el sentido de que era la antítesis de lo que uno espera de un presidente.
De pequeño había tenido asma y numerosas enfermedades. Para combatirlas, se obsesionó con el ejercicio físico y con demostrar que podía ser mejor que los demás. Esa capacidad de superación y autoestima le llevo tan lejos como podía llegar un hombre, pero dejó por el camino numerosas secuelas. Por ejemplo, como Presidente de los Estados Unidos solía llevar un revólver encima. Era algo tan innecesario como grotesco pero no había forma de convencerle de que era innecesario.
Roosevelt era un cowboy, un tipo al que le encantaban las demostraciones de fuerza, la guerra, la caza. En 1898, ante el inminente conflicto contra España por Cuba, Roosevelt fue uno de los principales defensores de la intervención armada.
Opuesto a Roosevelt se encontraba otro peso pesado del Partido Republicano: Mark Hanna. Hanna era un político tranquilo, de los de hablar mucho y hacer poco. La antítesis de Theodore Roosevelt. Y ambos luchaban por la Vicepresidencia del país (el puesto de Presidente era para William McKinley).
Abrumado al ver que Roosevelt era nombrado Vicepresidente del Gobierno, no tanto por no ser elegido sino por la animadversión que le causaba este hombre, Mark Hanna pronunció unas palabras que serían providenciales:

¿Es que no os dais cuenta de que sólo hay la vida de un hombre entre este loco y la presidencia?

Y efectivamente las palabras fueron proféticas, por cuanto el presidente McKinley murió asesinado a manos de un anarquista, con lo que Theodore Roosevelt pasó a ocupar el puesto de Presidente de los Estados Unidos en 1901.
Y no lo hizo nada mal. Eso sí, en cuanto terminó las dos legislaturas, se marchó un año a África a realizar un largo safari, de los de verdad. Con el siempre agradable entretenimiento de cazar rinocerontes blancos (especie en extinción, cazaron seis en total). Me imagino que para tener algo que contar a los nietos.

Menos crisis

Sobre la actual crisis económica, se supone que casi todos los mercados están siendo perjudicados, mientras que hay algunos beneficiados.
A veces las cifras demuestran que hay demasiados adjetivos para poca realidad. Por ejemplo se habla de una caída brusca de la ocupación hotelera por parte de turistas británicos. Luego uno lee las cifras y ve que ha habido un descenso de un cinco o diez por ciento. Ya parece como si lo normal en una empresa es que siempre se creciera. Perder un diez por ciento en un mal año me parece lo menos que uno puede esperar. Y si una empresa no puede soportar esa caída, es que estaba hundida mucho antes, como cuando tienes un cuatro latas que no es capaz de subir una cuesta empinada. El coche era una tartana antes de que llegara esa cuesta, no puedes achacarle su poca capacidad de respuesta a la pendiente de una montaña.
En el lado de los beneficiados ocurre algo parecido. Muchos de los que salen ganando con la crisis no se están haciendo ricos precisamente. El colectivo de reparaciones de automóviles por ejemplo, a pesar de que la gente pretende reparar sus cuatro latas, hablaba de una subida de un cinco por ciento. Eso no me parece digno de tantos titulares alabándolo como un mercado exhuberante. Es una subida positiva, pero alejada de términos como boom.
Y luego está Internet, las empresas en la red y todo eso. Lo bueno de hablar sobre Internet es que como lo habitual es leer tonterías, uno se siente menos presionado a la hora de dejar su opinión. Sabe que el listón de la estupidez queda bastante alto.
Ahora mucha gente está hablando de que la crisis está afectando mucho menos al sector tecnológico. Se suelen dar las siguientes razones:

  • Viene de la crisis del 2.000, en que le dio de lleno. Con la lección aprendida.
  • Como es un sector que no acaba de arrancar, al menos en España, estos años de bonanza económica han sido relativamente austeros, lo que ha provocado costumbres morigeradas que te dejan en buena disposición para los malos tiempos.
  • El ladrillo como forma de generar riqueza ya no sirve y hay que saltar a la innovación, las nuevas tecnologías.
  • La publicidad, principal fuente de ingresos de Internet, se está desplazando de otros medios hacia la red, lo que provoca que haya hasta cierto aumento en los ingresos.

A mi me parece sin embargo que quizás Internet está siendo el más perjudicado de todos los sectores. Precisamente por todo eso:
La crisis del 2.000 ya pasó. Se purgaron algunos pecados. Y aunque han surgido nuevos, se ha superado el Via Crucis de la crisis propia del sector.
No se ha disfrutado en los años buenos y ahora que vienen los malos, ¿Toca disfrutar aún menos? Es la fábula de la cigarra y la hormiga. Sólo que cuando llega el invierno la cigarra cabreada le destroza el nido a las hormigas.
La inversión en nuevas tecnologías no se está realizando. No es alternativa al ladrillo porque no hay crédito y todo el mundo está perdiendo dinero. De cara a la galería se da propaganda política pero la realidad es que todo seguirá como siempre.
Pero sobre todo con la publicidad se está haciendo daño. Se está migrando de la publicidad televisiva y en papel a la de Internet pero pagando precios de risa. E Internet lo está aceptando porque ve que en cualquier caso los ingresos no dejan de subir.
Entonces de dice “a pesar de la crisis, Google aumenta sus beneficios” y ya está, todo arreglado. En Internet no hay crisis. Igual que Internet, muchas otras empresas están ganando el mismo dinero o más que antes, y se conforman. Y a dar gracias.
Pero lo que se está perdiendo aquí es una subida por derecho de la red. El tráfico de Internet aumenta cada día a pasos agigantados. Más gente viendo más páginas. Por eso tu página cada vez la visita más gente, no sólo porque sea mejor día tras día. Hay un aumento orgánico de Internet.
Ese aumento es enorme, en porcentajes de más de un cuarenta por ciento anual, algo inimaginable para casi cualquier mercado. Y aunque llevamos décadas en perpetuo aumento, esa subida alguna vez tendrá que disminuir hasta cifras normales, con bajadas o subidas del cinco por ciento.
Y claro, ahora con la crisis, quizás haya aumentado el tráfico en Internet un 40%, y los ingresos un 10% y todos contentos. Y a decir que no hay crisis. Pero todo lo contrario. Ahora, cuando había que estar llenando los sacos de billetes, está produciéndose un crecimiento raquítico. Y cuando se acabe la crisis, quizás el tráfico aumente a cifras mucho más discretas.
Se está perdiendo dinero. Mucho dinero. Muchísimo dinero. No es dinero que estuviera en las cuentas bancarias de las empresas de Internet, pero era dinero que se habían ganado a costa de pasar tantos años malos. Y ahora que tocaba recoger lo sembrado, se recoge mucho menos. Y encima a dar gracias.

El libro virtual más caro del mundo

Gracias a los libros virtuales, que pueden leerse desde el ordenador, el precio que hay que pagar para leer un libro se ha abaratado considerablemente.
Además la librería Amazon, siempre atenta al bolsillo de los lectores, muestra a menudo ofertas puntuales para ciertos libros, lo que los hace aún más baratos.
Este es el caso de Nuclear Energy, de la Editorial Springer, que se vende a día de hoy con un 20% de descuento.
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A pesar del descuento, Nuclear Energy, el tercer volumen de una serie de libros sobre Energía, orientados hacia investigadores, ingenieros y personal docente universitario, es el libro virtual más caro del mundo. Cuesta, con la rebaja ya aplicada, 6.232 dólares (seis mil doscientos dólares).
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¿Cómo pueden unos cuantos bytes mal avenidos costar tanto dinero? Es un misterio que se me escapa.
La editorial en cuestión parece disfrutar publicando libros obscenamente caros. Sustainable Energy Technologies cuesta en edición para Kindle (libro virtual) 108 dólares, tras un generoso descuento. Y está disponible en el Emule.
Al tratarse de energía nuclear, y por lo caro que resulta el libro, se sospecha que versa sobre todo lo necesario para construir un reactor nuclear. Impagables las opiniones de usuarios sobre el libro. Todas son cómicas, pero cada una en su estilo (“lo compré por error”, “me pareció barato para lo buen libro que era”, “ya he construido mi reactor nuclear casero”). Una opinión titula:

Pude construí 14 centrales nucleares en un solo día después de leer tan motivador libro.

Fuente: Most Expensive.

El mejor cocinero del mundo

En España todo el mundo sabe que el mejor cocinero del mundo es Ferran Adrià.
Lo que no sabe la gente de fuera de España es quién es Ferran Adrià.
Y es que a lo mejor Ferran Adrià no es el mejor cocinero del mundo.
De este cocinero dice la siempre divertida Wikipedia en castellano:

Considerado por los especialistas el mejor cocinero del mundo en la actualidad.

La Wikipedia inglesa, en un breve artículo dice:

En la actualidad es considerado uno de los mejores cocineros del mundo y lidera el ranking de la revista europea Restaurant.

A ver. Hay mejor equipo de fútbol del mundo (el que gane el Mundial, aunque se injustamente). Hay mujer más guapa del mundo (la que gane alguno de los concursos de mises, aunque las haya más guapas) o hay mejor tenista del mundo (el que lidere la lista de la ATP). Uno puede estar de acuerdo con estos líderes. O no. Pero tienen un título de prestigio por el que los competidores suelen también luchar.
En cocina no existe el título de mejor cocinero del mundo. Existen listas diferentes, unas con más prestigio que otras. De entre las más prestigiosas, existe la que presenta la revista Restaurant.
Esta lista no da un premio al mejor cocinero sino al mejor restaurante. Y en este caso el restaurante dirigido por Ferran Adrià, El Bulli, es el mejor con diferencia.
Best restaurant in the world:
* 2008 El Bulli, Catalonia (Spain)
* 2007 El Bulli, Catalonia (Spain)
* 2006 El Bulli, Catalonia (Spain)
* 2005 The Fat Duck, Bray, Berkshire, England, UK
* 2004 The French Laundry, Yountville, California, USA
* 2003 The French Laundry, Yountville, California, USA
* 2002 El Bulli, Catalonia (Spain)
Ahora bien. Comparando con la Fórmula1, Ferran Adrià es Felipe Massa y el Bulli es Ferrari. El mejor del mundo es Ferrari. No desde luego el piloto, ni siquiera el jefe de la escudería. Es la escudería.
Y aunque es indudable su pujanza internacional o la exquisitez de su restaurante, y me enorgullece que haya españoles en los primeros puestos mundiales de cualquier cosa, el decir con esa prepotencia que tenemos el mejor cocinero del mundo es una exageración.
Porque esto no es todo. Si uno mira el jurado de ese concurso, se da cuenta de que es un concurso europeo. Hay tantos delegados españoles como de todo Estados Unidos. Cada cual puede tener mil razones para odiar ese país, pero Estados Unidos es tan grande como todo Europa y tiene tantos buenos restaurantes como todo Europa. La lista deja en muy mal lugar a los cheffs americanos, que ocupan puestos de segunda fila. Y bueno, los cocineros americanos de prestigio no es que cocinen hamburguesas y donuts constantemente. Tienen tanta calidad y conocimientos como los europeos. Sobre todo porque muchos son europeos o dirigen restaurantes de cocina europea.
Algo parecido sucede en vinos. En España creemos que nuestros vinos son los mejores del mundo. Y están entre los mejores. Pero ignoramos que haya competencia al margen de Francia. Y no sólo Italia puede vencernos, sino que Estados Unidos ni siquiera nos considera rival, al creérse en batalla sólo contra Francia.
El mundo de la cocina es muy emocional. Se establecen rivalidades locales y rencillas al margen de toda realidad. En vinos, todos se creen los mejores. También en cocina. Y en muchos casos se descartan rivales.
Otra potencia culinaria es Japón. Odio la cocina japonesa, pero es sabido que es una de las mejores del mundo y la calidad de sus restaurantes de lujo y cocineros de alto nivel es una de las máximas posibles. La cocina oriental también queda desprestigiada en el jurado de esa revista.
El concurso de mejor cocinero del mundo, por curiosidad, existe. Es la Bocuse d’Or (cuidado con la música de la web).
Sobre la participación española en este concurso incluso se ha hecho un documental en español: El pollo, el pez y el cangrejo real.
En este documental de 2008 se narra la lucha del equipo español, liderado por Jesús Almagro, por no repetir el ridículo de la edición anterior, en que Angel Palacios, un aventajado alumno de Ferran Adrià, quedó en 14º puesto (de 20 contendientes).
Me han dicho que es un documental muy interesante para los aficionados a la gastronomía. No contaré e

William Lawrence Bragg

William Lawrence Bragg es la persona que ha ganó el Premio Nobel siendo más joven, con tan solo 25 años.
Ganó el Nobel de Física, compartido con su padre, por sus pioneras investigaciones de estructuras cristalinas empleando rayos X .
Los Premios Nobel más jóvenes de la Historia han sido todos de física:
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Así visto, parece como si fuera el premio Nobel más fácil de conseguir.

Tacos JUMPER

Ahora hasta la comida viene con instrucciones de uso. Muchos alimentos tienen pequeñas recetas sugeridas o sencillamente te explican el único plato que se puede preparar con lo que compraste.
Frecuentemente estas recetas incluyen otros ingredientes que también comercializa la empresa fabricante de ese producto. Y entonces SIEMPRE ocurre lo mismo. Si compraste tacos Jumper, así es la receta:

Para preparar los tacos corte una cebolla mediana y un pimiento rojo en trozos. Saltee un poco de pollo cortado en trozos pequeños mezclado con tomate triturado JUMPER. Tras quince minutos, quitar el pollo y el tomate triturado JUMPER de la sartén. Volver a mezclarlo todo, esta vez a fuego fuerte. Incluir arroz blanco o judías JUMPER a la mezcla. Remover todo (especialmente el tomate triturado JUMPER). Cuando la mezcla tenga un tono dorado apartarlo y dejarlo reposar 15 minutos.
Enrollar los tacos con la mezcla anterior (que contiene tomate triturado JUMPER y judías JUMPER) y ya está listo para servir.

Puntualizaciones:
a) No soy tan subnormal como para creerme que en esa receta el tomate triturado o las judías tienen que ser forzosamente de la marca JUMPER. Así que podías obviar la mención.
b) Si indicas la primera vez que el tomate es JUMPER ya ha quedado clara la idea, no hace falta usar constantemente la construcción tomate triturado JUMPER.
c) Podrías poner la marca de la empresa en letras minúsculas.
d) ¿Por qué todo el tiempo se mencionan los otros productos con la marca (en mayúsculas) y sin embargo el producto ya comprado simplemente se menciona por su nombre, sin especificar marca?
e) Todo parece como pensado para Internet. El no usar pronombres, el repetir cadenas de texto, usar mayúsculas, como si fuera para posicionar una página de cara a buscadores.

1552

I

Mi primera cuenta bancaria la abrí con unos catorce años. La beca de estudios te la daban en una cuenta del Estado, a través de su banco, Caja Postal. Tenías que ir al banco con un papel y allí te abrían la cuenta y al mismo tiempo te ingresaban el dinero. Eran 72 euros que en cuanto tuve mi primera cuenta fueron sacados íntegros y guardados en mi bolsillo.
No volví a ir a pasar por el banco hasta el año siguiente. De nuevo una beca por una cantidad similar, algo superior por las generosas revisiones del IPC. Antes de ir al banco tuve que remover tierra, mar y aire para encontrar la cartilla pero una vez localizada pude volver a recuperar el dinero que me había ganado a fuerza de no estudiar. Se suponía que ese dinero era para comprar libros pero para cuando te lo ingresaban hacía tiempo que usaba los libros que habían comprado mis padres. Por eso el dinero de la beca servía para mis modestos gastos.
Al tercer año empezaron a llegar las becas gordas, la Ayuda Compensatoria, divino concepto. Pasé de cobrar menos de 90 euros a recibir más de 600, todo un dineral para la época y mi tren de vida de aquel entonces. En este caso continué con el ritual y extraje todo el dinero que guardé con grandes dosis de temor en mi cartera y me lo llevé a casa para allí ocultarlo en la quietud de mi habitación. Ese dinero me dio para varios meses de vida aceptable.
Cuando entré en la Universidad, en 1995, la beca ya era de más de 1.000 euros. Era una inyección de capital extraordinaria para una economía en continuo precario. En algún momento del proceso la Caja Postal pasó a llamarse Argentaria con la privatización del Gobierno. En algún momento dejé de sacar todo el dinero para pasar a extraer las cantidades que iba necesitando. Porque con mis ingresos podía tener una tarjeta de crédito y con ella se acabó el sistema de ahorro del calcetín.

II

Estaba a punto de terminar mis estudios, el tiempo de becas. La que fuera Argentaria pasó a llamarse BBVA pero mi cuenta seguía allí, sólo cambiaba el diseño de mi cartilla de ahorros. Con el dinero que obtenía de la beca y mis ingresos irregulares pero frecuentes con el juego tenía para vivir ascéticamente todo el año y permitirme algunos caprichos modestos como el viajar por España en una época en que ninguno de mis amigos lo hacía – los defectos de vivir en una ciudad turística con playa.
La peor época del año era el otoño, justo con el comienzo del curso escolar. La beca la solían ingresar a primeros de año y cuando éste estaba llegando a su fin uno estaba muy justo de dinero.
Recuerdo un año en que por noviembre apenas me alcanzaba el dinero. A pesar de todo las cosas me habían ido bien y durante muchos años siempre había tenido algo de dinero ahorrado en el banco. Ahora tenía gastos fijos como el transporte o las perpetuas fotocopias de la universidad, o los bocadillos del bar cuando me quedaba a estudiar. Eran pequeñas cantidades pero que necesitaba con regularidad. Y mi dinero venía a menos irremediablemente.
En el verano todo habían sido pérdidas. Me encontraba en una situación intelectual delicada, el mundo se ponía cuesta arriba. Y el dinero se acababa. Me quedaban menos de 15 euros para aguantar dos meses.
A primeros de noviembre fui a sacar dinero del cajero automático. Me quedaban 1552 pesetas en el banco (unos 9 euros). Para mi sorpresa vi que casi no había cajeros automáticos que dispensaran menos de 2.000 pesetas (12 euros).
Una de las peregrinaciones que más se han marcado en mi memoria es aquella en que tuve que recorrerme la ciudad buscando uno de esos escasos cajeros. El aprendizaje de ese suceso, de que no había cajeros que dieran menos de 2.000 pesetas, mediante una experiencia extrema como la mía, que sólo disponía de poco más de 1.000, me hizo pensar que hay muchas enseñanzas disponibles al alcance del pobre pero que su situación es tan precaria que no está en condiciones de aprenderlas.
Finalmente conseguí ese billete. Y poco tiempo después tuve que afrontar el más amargo trago: puesto que la unidad mínima era el billete de 1.000 pesetas y sólo tenía 552 pesetas en el banco tendría que ir a él para sacar mi dinero.
Hacía años que no pisaba la oficina bancaria. Una parte de mí sintió vergüenza de otra parte por tan deshonrosa extracción. Saqué hasta la última peseta del banco, dejando la cuenta a cero.
Me había acostumbrado al dinero. Tantos años de becas me habían convertido en un adicto al billete verde. Cuando era más joven vivía la escasez con resignación pero ahora en las puertas de la vida adulta la pobreza me causaba desesperación.
Recuerdo que fui a una competición escolar de matemáticas cuando estaba en el instituto y no tenía dinero para tomar el autobús. Así que fui andando desde casa dando un paseo de más de una hora. En la competición de matemáticas hice un resultado para olvidar pero me sentía orgulloso de ser posiblemente el único que había tenido que esforzarse físicamente sólo por participar. Pero en el momento en que saqué mis últimos ahorros del banco sentía la pobreza como algo intolerable y degradante.

III

Algunos años después comencé a trabajar. Entonces abrí una cuenta por decisión propia en un banco que me convenía. Y preocupado por los riesgos posibles de tener dos cuentas en dos bancos diferentes me acerqué a mi anterior banco – BBVA – a cerrar mi cuenta con ellos.
Para ellos debía resultar molesto que un joven que les había visto pasar por tres nombres de entidad diferentes, que no había tenido que pagar comisiones durante casi diez años, se marchara justo en el momento en que iba a ser sangrado como un cerdo en la matanza. El hombre de la oficina se sentía extraño ante el hecho porque debía resultar inusual que alguien quisiera cerrar una cuenta.
Con mi cuenta se cerraba mi primer ingreso de 72 euros, mi vida de pobre, el día que saqué las 552 pesetas en la oficina. Para él era una molestia más mientras que a mí, esperando a que se terminara el papeleo, los recuerdos me invadían.
Cuando terminó me entregó la libreta con la banda magnética rota. En ese momento pensé que mis 552 pesetas, la historia de mi pobreza, no quedaría reflejada en ninguna parte. Hacía años que no actualizaba la libreta, siempre había usado la tarjeta de crédito como resguardo de la cuenta. Así, le pedí al hombre del banco un última consulta de movimientos.
Pero el cajero no quiso dármela. “Usted ya no es cliente nuestro”, fue su respuesta. Tuve que marcharme.
Al menos los recuerdos siempre se pueden imprimir en papel.

Hockey checo

Hasta hace cuatro días, como quien dice, el Deporte Nacional en la República Checa era el hockey sobre hielo.
Hoy en día ese título es para el fútbol, pero el hockey sobre hielo permanece en un holgado segundo puesto. El hockey sobre hielo es uno de los pocos deportes realmente importantes, que pueden atraer masas hasta el punto de convertirse en el deporte más practicado en un país o región. En este caso es lo que sucede con Canadá. Más del uno por ciento de los canadienses está federado en hockey sobre hielo.
La situación de la República Checa como potencia mundial de hockey sobre hielo escapa a mi comprensión. El hockey es uno de los deportes más atomizados que existen. Aunque se juega hasta en países de África, sólo hay un puñado de países que hayan sido alguna vez buenos:

  • Canadá
  • Estados Unidos
  • Rusia
  • Finlandia
  • Suecia
  • República Checa

Salvo estos países (antes de Rusia estaba la URSS, antes de la República Checa estaba Checoslovaquia) sólo Suiza, Alemania y Reino Unido han sido capaces de obtener medallas olímpicas (cuatro entre los tres) y todas antes de 1977.
El club del hockey sobre hielo es inmensamente selecto y en él se encuentran países de climas muy fríos (el que se extrañe por los Estados Unidos que piense en Buffalo o Milwaukee en vez de Miami) donde hay hielo natural para aburrir. Y la República Checa.
No sólo los checos tienen una presencia inexplicable, sino que además son muy buenos. Sólo ganaron la medalla de oro en las Olimpiadas de invierno de 1998, pero se han aburrido de obtener medallas de bronce. Siempre eran el tercero en discordia, tras Canadá y la URSS. Luego llegó Estados Unidos para animar la competición.
La única explicación racional a la afición de los checos por el hockey sobre hielo es la de que son muy buenos. Normalmente se piensa al revés: si te gusta algo mucho, acabas siendo bueno en ello. Pero también funciona en el otro sentido. Si eres bueno en algo, creas afición fácilmente y la gente se motiva más sabiendo que puede ser Campeón del Mundo que aspirando a ser el mejor de tu país en un deporte minoritario.
Es por eso que el fútbol ha conseguido llegar al primer puesto entre los checos: ahora que tienen una selección nacional competitiva, ahora que se clasifican para las competiciones internacionales, es cuando a la gente le gusta más ese deporte. Pues me imagino que con el hockey sobre hielo ocurrió algo parecido.

Cinco años

La primera entrada surgió de una horrible errata en la edición impresa de un periódico importante: alguien escribió “cavallo”.
Desde entonces hasta ahora han pasado unos cinco años. Al principio pensaba que esto no daría para mucho. Tenía unas diez o doce cosas que podría contar. Eran ideas que yo pensaba que eran nuevas sobre temas cotidianos.
Un poco de historia
A finales de 2003 los blogs eran muy diferentes de los de ahora. Poca gente escribía y menos aún tenía cierta audiencia. Por supuesto existían cientos de blogs de noticias (chorradas) tecnológicas, pero tenían que competir con algunos autores muy buenos. Era gente que no sabía mucho de tecnología pero que tenían mucho ingenio. Muchos murieron en el camino incapaces de controlar los ataques de spam y las intromisiones en su vida privada. Otros hicieron bien: se aburrieron y lo dejaron.
Pero su muerte no fue en vano, dejaron un listón muy alto para todo aquel que quisiera contar algo. Y era difícil contar las cosas bien. La Wikipedia existía pero la inglesa tenía menos entradas que las que ahora tenga la Wikipedia en latín. Y el nivel y la extensión de las mismas no eran ni de lejos el actual. Uno buscaba la información por la red y encontraba cosas sueltas, muchas veces de foros en inglés. Era más fácil inventar sin que te descubrieran en un error.
La cifra de cinco años es altamente inexacta, ni mucho menos empezó la página como un propósito de año nuevo. Estuve desde Septiembre recopilando información para hacer una página y tres o cuatro ideas hubo que descartarlas porque ya existían. Pensaba que había que tratar sobre un tema en concreto y especializarse lo máximo posible. Al final no encontraba nada sobre lo que realmente me viera capacitado a escribir varias entradas por lo que empezó como lo que es: un cajón de sastre. Nada del típico blog que dice “tecnología y chorradas que me encuentro por Internet” y luego se pasa semanas hablando de un terremoto que hubo en Marruecos o de camisetas de la serie Héroes.
La idea inicial de cajón de sastre se mostró sobre todo en el título inicial (tan provisional como desafortunado: Cosas Raras mías (http://www.zonalibre.org/miscosas).
Pronto quise cambiar de nombre y tener mi propio dominio, pero no se me ocurría ninguno bueno. Estuve más de un año dispuesto a cambiar pero sin hacerlo, hasta que se me ocurrió lo de asinorum que sin ser la mejor idea de mi vida, me parece aceptable.
Con el tiempo han cambiado muchas cosas, estoy orgulloso de reconocer que ahora escribo mejor que antes. Eso sí, las frases están llenas de repeticiones y conjunciones, dobles y triples negaciones y oraciones interminables. De faltas de ortografía mejor ni hablar. Me consuelo pensando que eso es un estilo propio.
Hace cuatro años pensaba que me costaría escribir doce o quince artículos. Hoy ya van por más de 900, y hay 100 entradas que se han quedado sin publicar pendientes de retoques o del momento adecuado para salir a la luz. El sistema dice que se acaban de cumplir los mil artículos.
Esto suman un total de 3.357.370 letras. Al ritmo medio de lectura en castellano de 150 palabras por minuto, o 900 caracteres para leerse todo esto harían falta más de dos días y medio. Al ritmo rápido con que se leen los blogs, por lo menos un día entero. No merece la pena hacerlo.
La selección
Mientras seguía tratando de mejorar el formato quise hacer una selección personal de mis diez entradas favoritas. Me resultó imposible seleccionar menos de veinticinco. Al final casi todas son recientes, eso me consuela, lo mejor está aún por llegar. Este es un buen resumen del blog:

Incluso he preparado un .pdf de 64 páginas con esta lista de artículos, tratando de aprovechar el espacio al máximo, letra pequeña y pocos márgenes. El que lo quiera puede acceder a él desde aquí. Es una perfecta lectura de WC.
A pesar de ser esta una selección no creo que sean los mejores estrictamente hablando. Simplemente muestran los que han sido los temas estrella durante la existencia de esta página. Algunos artículos son muy originales, en el sentido de que son materias que no se habían tratado hasta ahora, al menos que yo sepa. Son lo suficientemente superficiales como para que no tengan valor científico o literario de ninguna clase.
Quizás en eso hay que quedarse: sin ser demasiado vulgar, todo a base de copiar y pegar, sin caer en la glosa: unir textos de la Wikipedia con dos enlances mal avenidos. Intentar ir un poco más lejos, pasar el puente de los burros.
Hay trabajos ingentes, como el del día más importante del año, que causan un total desinterés mientras que artículos escritos en quince minutos tuvieron muy buena acogida.
No quiero engañar a nadie. Escribo lo que me gustaría que otros escribieran y lo sigo haciendo en tanto en cuanto veo que no hay nadie que se decida a hacerlo. Para los lectores esto tiene una indudable ventaja: los temas cambian a menudo aunque reciben un tratamiento uniforme. Se puede hablar de Peter Cech, de Roosevelt o de Miss Canadá en igualdad de condiciones.
Todas las respuestas a Pons Asinorum
En fin, que esto se vuelve autocomplaciente, pero creo que por respeto a la gente que lleva mucho tiempo aquí, vamos a seguir en el esta celebración, total, esto ocurre con menos frecuencia que las Olimpiadas.
¿Por qué el autor firma como Zrubavel?
¿De dónde proviene la frase de cabecera del blog?
¿Y por qué se llama este blog Pons Asinorum?
¿Por qué este blog no tiene publicidad?
¿Por qué no puedo enviar los artículos a Meneame?
¿Cuándo terminará este blog? Empezó con el desánimo del principiante y como la prolongación de una broma, pero cumpliré mi idea inicial de terminarlo con un post que se llama el compañero de estantería, que no es más que una historia sobre una extraordinaria coincidencia que me ocurrió hace varios años, antes de empezar la página. Asín que si veis ese título, no hará falta dar más explicaciones.
Los comentaristas
No quisiera terminar sin dar mi agradecimiento a los comentaristas, habituales o no. Sois vosotros los que regaláis contenido a la página. Vuestras opiniones ayudan a corregir errores. No me importa corregir errores o párrafos enteros cuando estoy equivocado. Incluso me han hecho correcciones eruditas y me alegro de haber tenido lectores tan cultos. La ventaja de un blog sobre un libro es que se puede corregir casi instantáneamente. No me da vergüenza estar equivocado.
Quiero también agradecer a mis antiguos compañeros de hosting en zonalibre, que muchos me han seguido como lectores durante muchos años. Así podemos incluso recalcar a uno: Trokkes:
Dejó su primer comentario el 8 de diciembre de 2004 y el siguiente casi tres años después: el 15 de diciembre de 2007. Su poca locuacidad sólo es superada por su fidelidad, al ser el lector que lleva más tiempo leyendo la página. Gracias por estar ahí Trokkes.
También gracias a los que comentan mucho, las diez personas que más veces han comentado:

  • mced/Raúl
  • Hugo
  • Dos_Unobe
  • David Llada
  • Naide
  • David C.
  • lendermain
  • shevek
  • Superverde
  • el hombre máquina

El comentario más largo que me han escrito nunca es este.
Y más gracias a los que nunca comentan: no comentar es lo normal.
Los visitantes
Afortunadamente esta página sigue siendo considerablemente marginal. El número de lectores crece menos que el promedio de nuevos usuarios de Internet.
Las estadísticas que tengo dicen que hay:
79,872 usuarios únicos (cuando estaba alojado en Zonalibre)
509,962 usuarios únicos (desde que está en Asinorum.com)
Eso dicho de páginas de Internet parece poco. Pero en personas, que es lo que suele haber detrás de una visita, son más visitantes que los que tiene el Museo de Arte Contemporáneo de Castila y León, en sus cuatro años de existencia.
En general respeto mucho a la gente que llega de buscadores, porque son la mayoría de los visitantes de esta página. Al final muchos acaban guardándose la dirección y volviendo de nuevo (muchos es uno de cada 10.000).
Estadísticamente hablando los 133 suscritos a la página a través de Google Reader son pocos, comparados con otras páginas. Pero me parece una burrada que haya 133 personas de todas partes del mundo interesadas en leer esta página.
133 personas visitas o lectores es un número pequeño pero considerados como seres humanos son mucha gente. Todos los invitados a una boda de tamaño medio. Cuando tienes que pagarles un cubierto a cada uno de ellos, te das cuenta de cuántos son.
En general los visitantes que se repiten (returning visitors, gente que ha estado en la página más de una vez, que gracias a los lectores de feeds no son una medida del todo fiable) son unos 500 al día.
Estos datos a veces me dan miedo. Afortunadamente sé qué tengo que escribir para no aumentar demasiado las visitas. Tengo aparcada una serie sobre la Erie Railroad para cuando necesite desmoralizar a los buscadores de curiosidades fáciles y de dudosa veracidad.
A todos nos gusta que nos lean, que nos visiten, que nos admiren. Pero prefiero que me lea un profesor de latín antes que todos sus alumnos suspensos, que serán muchos más.
Parte del relativo éxito de esta página se debe a la suerte. Aunque muchos digan que “lo bueno acaba triunfado” es mentira. Hace un par de años empecé otro blog y no hubo forma de conseguir lectores. A pesar de cuidar mucho más detalles como el diseño, las fuentes, hacerlo más visual. El contenido era parecido a este.
Los que empiecen ahora lo tendrán infinitamente complicado, salvo que tengan un padrino famoso o se arrastren por las páginas de promoción mendigando links. En cierto modo, ya está todo el pescado virtual vendido.
El anonimato
Desde el principio esta fue una página anónima. Creo que es una sabia decisión. Una vez mi mujer descubrió en delicious que tenía una página sobre el suicidio y me tocó dar innecesarias explicaciones. Si cada vez que hubiera escrito sobre ese tema un conocido mío me hubiera llamado, habría tenido que desistir de hacerlo. Tampoco habría podido poner ejemplos de personas que conozco, aunque cambiara los nombres. De mi trabajo sólo podría haber dicho maravillas.
Me molesta la gente que dice que los anónimos son cobardes, no dan la cara para insultar con libertad. El anonimato es una postura que te aísla del “mundo real”. Puedes decir más cosas que lo demás, pero no tienes esperanzas de recibir nada por lo bueno que hagas.
Si arriba del todo apareciera mi nombre y apellidos quizás podría encontrar un trabajo relacionado con el mundo de Internet o podría escribir gratis para un periódico cutre o la gente me compraría libros de mi wishlist de Amazon, o me enviaría regalos por Navidad. También he renunciado a todas esas ventajas, para poder seguir diciendo lo que me parezca.
Quinto centenario
Con motivo de este aniversario y de los propósitos de año nuevo, he decidido darle un pequeño empujón a la página. El último año ha estado muy descuidada. He conseguido por fin que la columna de la derecha no se superponga sobre el texto en la página principal para los usuarios de Internet Explorer. He migrado a la última versión de Movable Type (Movable Type es a Worpress como Apple es a Windows, que lo sepáis).
Pero sobre todo voy a intentar escribir algunas entradas buenas. Espero que sigáis ahí para disfrutarlas. Gracias.