Continuación de la historia Éxitos del video. Haz click aquí para leer la primera parte.
El Laboratorio de Dexter es la típica serie de animación que puedes ver, si un sábado te levantas a las diez o las once, mientras desayunas. A esa hora no hay nada decente en televisión y dentro de los dibujos animados es una de las pocas series que tiene suficiente ingenio como para mantener durante unos minutos la atención de un adulto. Algún episodio tiene un guión muy bueno, al fin y al cabo detrás de cualquiera de estos programas hay un amplio equipo de adultos profesionales bien considerados en su trabajo que desarrollan guiones con técnicas que han aprendido durante años de experiencia y tras formarse en una escuela de cine.
Genndy Tartakovsky es el autor de esta serie y como cualquiera que tenga un poco de capacidad de observación habrá notado, algo tiene que tener que ver con la serie de animación Las supernenas.
En este caso, ambas son producidas por Cartoon Networks, y Tartakovsky ha producido “Las supernenas“ e incluso ha dirigido alguno de sus episodios. El autor de Las Supernenas, Craig McCracken, trabajaba para Tartakovsky en El laboratorio de Dexter. Una perfecta simbiosis entre dos excelentes animadores y antiguos compañeros de estudios.
La serie Las Supernenas tuvo una cálida acogida entre el público norteamericano. Desde 1998 hasta el 2005, la Cartoon Network estuvo sacando un total de 78 episodios de estas extrañas superheroínas. Como ocurre con toda serie de éxito, en alguna reunión de seguimiento siempre hay algún listillo que propone hacer una película, una especie de episodio largo. No sería este caso una excepción, y en el 2002 vió la luz la película de Las Supernenas, que narra cómo las chicas consiguieron sus superpoderes. La crítica elogió la cinta, pero no así el público, que la hizo fracasar en las taquillas de los cines.
La serie ha tenido mucho éxito en otros países, especialmente en Japón, donde incluso se ha creado una adaptación al anime, Demashita! Supernenas Z. Actualmente McCracken está trabajando en dicha serie.
Craig McCracken se dio a conocer en el Festival de Animación de Spike and Mike’s Sick and Twisted, un concurso que permite la difusión por todos los Estados Unidos de los mejores trabajos presentados, dando una oportunidad a autores noveles.
Los trabajos que ganan suelen ser un tanto irreverentes o extraños, como los presentados por Don Hertzfeldt, o los que presentara Mike Judge, que acabaría haciéndose famoso con sus personajes Beavis and Butt-head.
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El primer accidente de tren
El primer accidente de tren de la historia lo tuvo el que fue también el primer tren de construcción 100% estadounidense. El “Best Friend of Charleston”, que así se llamaba, recibió ese nombre por la gran ayuda que brindó a la región de Charleston, en Carolina del Sur, agilizando los transportes.
El tren comenzó a funcionar en 1830 y un año después empezó su andadura en el trasporte de viajeros. En aquella época las velocidades eran muy modestas – unos 30 kilómetros por hora como mucho – por lo que en caso de descarrilamiento o choque poco podría pasar.
La forma en que se produjo el accidente es de lo más ridícula. Uno de los maquinistas, molesto por el ruido de la válvula de escape de la caldera, decidió taparla con los dedos, para que dejara de sonar.
El dilema del ecologista
Tengo un auténtico dilema. Mañana tengo pensado llevarme un bocadillo al trabajo y tomármelo allí. Con mi conciencia ecologista, no estoy seguro de cual será la opción más aconsejable.
Parece fácil. Envuelvo el bocata en papel de aluminio y me lo como cuando me parezca.
Sin embargo, el aluminio es un material caro. Un mineral que escasea en la naturaleza y del que algunas veces, por ejemplo con las latas de refrescos, hacemos un abuso innecesario. Hay que limitar su consumo en lo máximo posible.
Mi segunda opción es el papel de plástico, no lo protege tan bien, pero aún así cumple satisfactoriamente su función.
España, país desarrollado
Me molesta enormemente oír a los políticos hablar de lo bien que va la economía española. Sobre todo, cuando nos comparamos con los alemanes.
Porque España crece a un X% y Alemania no lo hace. Aunque mi país crezca, yo no veo que mi piso sea más grande o que yo gane más dinero.
El crecimiento que estamos teniendo es totalmente ficticio. Es un crecimiento de números, nunca real. España decidió competir con el resto de Europa de la forma más sucia que encontró. Si no puedo bajar el paro, puedo bajar las cifras del paro. Si no puedo encoger el IPC, puedo bajar la cifra del IPC.
Dinero encontrado
Hoy me he encontrado un billete de 10 euros. Lo arrastraba el viento, no sé como fui capaz de verlo. Corrí tras él hasta alcanzarlo.
Lo que me lleva a reflexionar es que no me alegré por encontrar el dinero. En absoluto. Y sin embargo, si, por ejemplo, se me hubiera caído a una alcantarilla un billete mío, me habría sentido triste todo el día.
Desde luego, aplicar fórmulas a cuestiones emocionales no es posible. Pero algo puede hacerse. Pensemos qué ocurriría sin nos tocara la lotería. No hablo del retiro, hablo de un buen premio de unos pocos miles de euros. La alegría nos alcanzaría para el día del premio, la cena de invitación o la compra absurda que realizáramos. Quizás para una semana. Sin embargo, la pérdida de la misma cantidad ha desencadenado las más horribles pesadillas. Asesinatos, divorcios, pérdidas del trabajo, suicidios. ¿Por qué no vale lo mismo lo que ganamos y lo que perdemos?
Operación vacaciones
Hoy he tenido el dudoso honor de ver la que creo es primera edición del concurso “Operación vacaciones”. En este programa compiten dos familias para obtener unas estupendas vacaciones gratis en un hotel de lujo.
El resultado es uno de los productos más mediocres que jamás he visto en un programa de emisión nacional. Todo es de baja calidad.
Los presentadores, totalmente desconocidos, apenas tienen chispa o facilidad de palabra. Completamente al margen de las patéticas familias, se mezclan con ellos para hacerles las mínimas preguntas posibles. El resultado es lento y pastoso.
Lo que pretendía ser un programa de telerealidad, dado lo caro del producto, ha desembocado en un par de días(que serán un día y una mañana) en los que se deben realizar las pruebas. Así, “la convivencia de la familia” es inexistente, pues no deben pasar más que una noche y no hay cámaras ni tontadas similares.
Todo es producto de desecho en el programa. Los citados presentadores, el equipo de producción y los cámaras, que consiguen que pruebas lentas y sencillas sean difíciles de seguir por la mala realización. Si algo destaca, es la mezquindad del concurso. El premio lo da un Hotel, premio que le sale gratis a la cadena televisiva, a cambio de la publicidad. El concurso también trascurre en el hotel, con lo que todos los gastos están cubiertos. Apenas hay que pagar a los sempiternos presentadores y a los pocos medios técnicos, no creo que cada programa cueste más de 6.000 euros, precios increíbles para un programa que dura más de una hora.
Ves la cena de los participantes y se te cae el alma a los pies. Unas croquetas descongeladas, una ensalada de abundante lechuga y escasa chicha, las baratas aceitunas, y poco más. Todo eso en el hotel al que aspiran llegar los participantes, “un hotel de gran lujo”.
Europa (Zentropa)
La película Europa ( llamada Zentropa en la edición americana ) del director danés Lars Von Triars comienza de una forma fascinante: una voz en off – la maravillosa voz de Max Von Sydow – trata de introducirnos en un sueño hipnótico. Simplemente por ese primer minuto, ya la película merece la pena.
El argumento es quizás un poco lento, el director está tan bien considerado por su técnica más que por su perfección narrativa. Aún así tiene detalles de originalidad en la presentación de los hechos que ya quisieran para sí muchos ganadores de Oscar.
El protagonista, forzado por las circunstancias, es obligado a poner una bomba en un tren. Si no lo hace, su mujer morirá. [El resto del post incluye información sensible sobre el final de la película]
Encontrar páginas retiradas de Internet
En la siguiente página, http://web.archive.org,
puede consultarse el historial de cualquier página que alguna vez haya estado en Internet. Desde luego, todo un descubrimiento. Una especie de Wikie para Internet, que extiende la siempre útil búsqueda en caché de Google mucho más allá de lo que uno pudiera imaginar.
Desde luego, la cantidad de información que almacenan es inmensa. Hablan de 100 Terabytes, y aumentando de forma exponencial.
La página, aún siendo el no va más de Internet, tiene sus defectos. Los servidores que protejan su dominio con un robot, no te permite mostrar la página(no porque no la tengan, sino por respeto a los dueños que no quieren que se muestre). También faltan archivos e imágenes. Pero a bulto está realmente bien.
¿Nunca has echado de menos una página retirada? Este es el momento para consultarla rápidamente y guardarla antes de que se eche a perder.
Además, muestran algunas reliquias interesantes, como el aspecto que tenía Amazon.com en 1996 .
Los que tengan ganas de vomitar pueden ver el diseño de la página de Telefónica en 1997.
O pueden divertirse con el primer Google, cuando aún era una beta!
Cantidades
Una clasificación de las cantidades puede ser la siguiente:
El número más pequeño que existe es el cero. Es lo que simplemente no es. No hay nada menor que eso.
Luego viene el 1, el uno indica ser algo. Ser es infinitamente más que no ser. Posiblemente no hay mayor diferencia entre cantidades que la que hay entre 0 y 1.
La siguiente cantidad significativa es el infinito numerable(N). Es el total de los números que podríamos contar con los dedos si tuviéramos tiempo infinito. Aún así, este número es mucho mayor que el número de granos de arena de todas las playas del mundo, o las gotas de agua de todos los océanos. A este número se le llama Aleph sub cero.
El siguiente de la lista es el infinito no numerable(R). Este número es el total de puntos que hay en un segmento. Por pequeño que sea. Y es infinitamente mayor que el anterior. Este número es también denominado el continuo, así como Aleph sub uno.
Le sigue en la lista las potencias del continuo(R)(el número de conjuntos distintos que pueden formarse con números del conjunto de los números de Aleph sub uno).
Sin embargo, hay un número que desborda todas estas elucubraciones. Y es el total de las cosas que no son. Un gato no es un perro, pero tampoco es un montón de siete cartas. Un gato no es dos gatos pero tampoco es la noche del siete de abril de 1980. Tampoco es el picor que siento cuando llevo dos horas al sol en un día de verano. Ni el color rojo. Lo que no es tiene infinitas formas, muchas más que las que nuestra cabeza puede concebir. Si había más naturales que granos de arena, hay más formas de no ser para un grano de arena, que números en todo Aleph sub 0. Así, si 0 es lo que no es, el total de las cosas que no son, es el mayor de los números posibles.
Explosión rima con Globalización
Al margen de la tragedia que hoy 7 de Julio se ha vivido en Londres, se nos ofrecía una imagen de una belleza inusual: gente que termina su jornada laboral y camina por las calles.
Esta imagen no puede darse todos los días. La mayoría de los londinenses vive a más de 5 kilómetros de su trabajo. Algunos, a más de 20 kilómetros. ¿Por qué la gente vive tan lejos de su trabajo? Estamos ante una de las maravillas del nuevo mundo: la globalización.
¿Pero la globalización no era hacer faldas en Indonesia? Sí, es hacer faldas en Indonesia, pero también es que te desplaces en el metro todos los días.
El libremercado defiende que cuanto más dinero se mueva, mejor será para la economía. Si mi madre se cose una falda no hay negocio. Va a la tienda y compra los materiales. Fin del asunto.
Sin embargo, la falda de Indonesia genera mucho negocio. La chica que fabrica la falda gana un sueldo ínfimo. La fábrica que contrata a todas las chicas gana con la venta de esa falda. Esta fábrica se la da a un trasportista, que gana dinero enviándola al aeropuerto de Madrid. Otro trasportista gana dinero llevándola hasta Ciudad Real. Un tercero, distribuyéndola a tejidos Manolita en un barrio residencial de Puertollano. Y Manolita gana dinero vendiendo la falda.
Cuantos más personajes coloquemos en el juego, más dinero se moverá, y mejor será para la economía. Normalmente, la Gran Corporación se llevará la mayor parte de ese dinero pero los otros se conformarán con su tajada.
Para la economía es positivo que vivas lejos del trabajo. Porque se consume gasolina en tus desplazamientos. Porque te compras un coche. Porque almuerzas fuera. Porque permite construir pisos en zonas donde no hay nada y la gente los acaba comprando. Todo eso es dinero y son puestos de trabajo que se crean.
Los antiglobalización se concentran contra la cumbre del G-8, también hoy, en Escocia. Algunos de ellos no son antisistema. Proponen un sistema coherente en el que el libre mercado sin limitaciones no tiene lugar. Entre los postulados que sostienen para evitar la destrucción que la globalización está desarrollando está el de evitar en todo lo posible el tráfico de personas y mercancías. Porque esto genera dinero, pero destruye la naturaleza. Y a las personas.