Estamos hartos de escuchar que el Quijote es un grandísimo libro y sin embargo pocos de nosotros lo leemos, si no es obligados por los profesores. Dos son las cosas que más nos echan atrás. La primera, que el libro es muy grueso. Pueden ser 600/700 páginas como poco. La segunda, que acentúa la primera, es que el lenguaje no se corresponde con el actual y eso siempre puede ser una traba. Finalmente puede hablarse de un tercer impedimiento: la historia, tratada en películas y dibujos animados, es por casi todos conocida.
Sin embargo, pienso que estos inconvenientes son menores y daré mi opinión sobre las grandezas que encierra este libro. Sé que decir algo nuevo al respecto es como pretender inventar la rueda, y hacerlo mejor que otros tampoco será posible. Porque todo el mundo ha opinado al respecto, algunos muy doctos. Pero en mi blog, ninguno.
Ante todo la gloria del Quijote está en lo que supone:
a)La base de la locura del Quijote son los libros de caballería. Así, en todo momento se citan otras novelas, sus virtudes, su aceptación, su propia temática. La novela parte de lo que otras causaron.
b)La autoría es anidada. Según afirma el propio Cervantes en la introducción, él encontró un texto en árabe, el cual tradujo, siendo el resultado de su traducción el Quijote. A su vez, el autor árabe indica que tomó la historia de otra fuente y en todo momento indican que la historia es real. Esta forma de darle la vuelta a las cosas permite múltiples juegos literarios, porque tenemos tres textos simultáneos. Por un lado, el del escritor original – desconocido – por otro, algunas acotaciones que aborda el autor árabe, como indicando que tal o cual capítulo le parece verídico o no. Finalmente, Cervantes hace referencia a lo que el traductor árabe dijo o dejó de decir. Así, con una original artimaña, consigue un libro con 3 autores, siendo uno de ellos anónimo, que le permite una forma de escribir totalmente original en la época.
c)La novela habla de sí misma. Esto es algo que logra el sueño de todo artista. El sueño de todo creador es realizar una obra que se haga a sí misma. El cuadro más famoso de España es “Las Meninas” que a su vez es un metacuadro, por cuanto en él podemos ver al autor mientras pintaba otro cuadro distinto – posiblemente inexistente – .Al margen de su cualidad artística, indudable, lo que le ha hecho llegar tan lejos en su fama es su faceta de metacuadro. Más allá de la pintura final hay enormes complejidades, está el cuadro dentro del cuadro, cuadros colgados de las paredes, la gente que se ve y la que no se ve. El juego del espejo, la intriga de las figuras. Velazquez realizó en pintura lo que antes Cervantes, tal vez por primera vez en las artes, había logrado en la literatura.
En otras artes se ha seguido la estela iniciada por Cervantes. En cine, una de las obras más famosas de la historia es Ocho y medio, de Fellini, que a su vez habla sobre el proceso creador de la película. Bailando bajo la lluvia es otro brillante ejemplo en el que la historia es la narración sobre cómo se prepara otra película. De vivir, Velazquez hubiera exigido derechos de autor.
Volviendo al genial alcalaíno, el Quijote habla sobre sí mismo porque es una novela en dos partes. La primera tuvo un éxito increíble, su libro se vendía como churros y en pocos años tuvo traducciones en muchos idiomas, hasta en chino. Todo esto lo cuenta el propio autor en la introducción a la segunda parte. Lo que pasó es que, dado el éxito, la gente quería la continuación de la historia. Cervantes, como excelente escritor, no quería rebajar su creación a la de autor de sagas – como el ahora tan alabado Tolkien – sino que pretendía abordar nuevas historias en diferentes formatos y estilos. Ante su falta de oportunidad, otro llegó y sacó la segunda parte del libro. Según Cervantes afirma, esta segunda parte era bochornosa, digna de vergüenza. Para defender su autoría, y evitar futuros plagios, Cervantes, obligado por las circunstancias, escribió la segunda parte, con la idea de matar al personaje al final de la misma y evitar nuevos aprovechamientos ajenos.
El colmo de su genialidad es cómo hizo esta segunda parte. Pues en ella, los personajes son conscientes de la existencia de la primera parte. Así, se encuentran a personas que han leído la primera parte del libro, y eso mediatiza la historia. Además, el Quijote, cuando conoce de la existencia de una segunda parte apócrifa, monta en cólera y trata de cambiar la historia que se cuenta. De este modo, tenemos a un libro que habla sobre sí mismo, sobre la copia que de él se hizo, en el que los personajes son conscientes de su existencia literaria. Cum Laude.