I
En 1972 se reunieron los miembros de la Royal Society of London, la Academia Británica de las Ciencias. El objetivo de la reunión era debatir las inconsistencias obtenidas en el cálculo de la aceleración del movimiento lunar. Según los datos con que se contaba, la aceleración de la Luna había experimentado un salto en algún momento de la Historia próximo al siglo X. El aumento de la aceleración era de tal magnitud que no había parámetros o excepciones posibles capaces de encuadrar la aceleración de la Luna dentro de una fórmula razonable. A pesar de que se propusieron diversas opciones, no se llegó a ningún resultado definitivo.
En 1973 Robert Newton, uno de los investigadores del problema, se puso en contacto con Anatoly T. Fomenko.
Miembro de la Academia de las Ciencias, profesor de la Universidad Statal de Moscú, Anatoly Fomenko era uno de los más prestigiosos matemáticos de la época.
Tras oír la detallada exposición de Robert Newton, Anatoly Fomenko se enteró de que la forma de datar la aceleración de la Luna en la antigüedad se basaba en el cálculo de los eclipses. Los eclipses siempre han sido fechas fundamentales para la Ciencia por cuanto permiten datar casi al segundo acontecimientos históricos muy distantes en el tiempo.
En este caso, sabiendo que hubo un eclipse en una fecha determinada podemos precisar la situación donde se encontraba la Luna respecto de la Tierra. Comparando los registros históricos sobre distintos eclipses es posible determinar la aceleración del movimiento lunar desde la antigüedad hasta hoy.
II
Tucídides fue un general ateniense que participó en la Guerra del Peloponeso. A su vez dejó una narración de la misma en un libro clásico – Historia de la Guerra del Peloponeso – que está considerado uno de los primeros escritos de calidad que existen sobre Historia. La guerra se extendió por más de 20 años. En la crónica de la misma, Tucídides va detallando los distintos altibajos que sufrían a lo largo del prolongado combate.
En un relato tan extenso en el tiempo, pudo llegar a detallar tres eclipses que sucedieron durante la confrontación entre Esparta y Atenas.
El primero fue un eclipse de Sol total. El segundo también de Sol, pero parcial. El tercero, un eclipse lunar. Merced a esta información, unida al recuento de años transcurridos entre unos y otros sucesos, es posible datar perfectamente la época en que se celebró esta batalla: del año 431 al 404 antes de Cristo.
Esta tarea se realizó hace muchos siglos, siendo el mismísimo Kepler uno de los encargados del cálculo. Fascinante es saber que se puede llegar a saber hasta el día del año en que ocurrió cada uno de los eclipses. El primero, el eclipse solar total, ocurrió el 3 de agosto del año 431 antes de Cristo. Incluso se podría precisar la hora del suceso.
III
Anatoly Fomenko recordaba vagamente haber leído alguna vez algún artículo sobre N. A. Morozov en que proponía unas nuevas fechas para la cronología de los eclipses ocurridos en la antigüedad. Anatoly Fomenko era muy escéptico ante los trabajos de Morozov pero dada la dificultad del problema de la aceleración de la Luna, imposible de cuadrar por métodos matemáticos convencionales, optó por localizar esos trabajos de Morozov.
Usando la tabla de fechas propuesta por Nikolai Alexandrovich Morozov el comportamiento de la aceleración de la Luna quedaba totalmente explicado. La gráfica que antes tenía un gran salto se convertía en prácticamente lineal.
IV
Robert Newton pudo solucionar su problema y dar carpetazo a la problemática sobre la aceleración lunar.
Pero Antatoly Fomenko no pudo dejar de pensar en los trabajos de Morozov a pesar de que lo que había oído sobre él, en charlas informales de pasillo con otros profesores de Universidad, no había sido muy positivo.
N. A. Morozov (1854-1946) fue un astrónomo ruso al que por sus trabajos se le honró dando nombre a un meteorito. Morozov además se había encontrado con la problemática de los eclipses y había publicado los resultados de sus investigaciones en el libro Christ (1924-1936). En ellos cuestionaba la forma en que se habían datado los hechos históricos con anterioridad al siglo VI. Reuniendo las máximas evidencias científicas posibles, había sugerido una serie de fechas que en algunos casos movían conocidos sucesos históricos varias decenas de años hacia delante o hacia atrás.
La curiosidad inicial llevó a Anatoly Fomenko a sumergirse de lleno en los problemas de la ciencia de la cronología. Esta ciencia que se nos antoja tan antigua como el fuego apenas si tiene cinco siglos.
Joseph Scaliger (1540-1609) y Dionysius Petavius (1583–1652) fueron los que fundaron la concepción cronológica que perdura en nuestros días. Fueron ellos los que se encargaron de trazar el camino a seguir para situar acontecimientos distantes en el espacio pero que ocurrían en un mismo periodo de tiempo. Y en calcular las fechas, empleando números concretos en torno al año 0 (del nacimiento de Cristo) y no referencias temporales a otros sucesos (treinta años después de la Fundación de Roma, diez años después de la muerte de Alejandro Magno).